¿Debe ser la vacunación una prioridad para los niños sanos?
22 de noviembre de 2021En Estados Unidos e Israel, por ejemplo, ya se vacuna a los menores de entre 5 y 11 años contra el SARS-CoV-2. Sin embargo, en la Unión Europea todavía no se ha aprobado la vacuna de BioNTech/Pfizer para ese grupo etario. Es solo cuestión de días que la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés) autorice su uso.
En Alemania, la autorización irá seguida de una recomendación del Comité Permanente de Vacunación (STIKO, por sus siglas en alemán) sobre la conveniencia de vacunar a los menores contra el coronavirus.
A mediados de noviembre, el ministro de Educación del estado federado de Baja Sajonia, Grant Hendrik Tonne, cuyo despacho es responsable de las escuelas y guarderías infantiles, pidió más rapidez en la aprobación y recomendación de la vacuna contra el coronavirus para menores de 12 años.
Pero, según subraya Jörg Dötsch, director de la Clínica de Pediatría del Hospital Universitario de Colonia, las comisiones médicas no se dejan presionar por la política. "La STIKO es una comisión de expertos independientes, que deciden únicamente en base a datos científicos y a su conciencia, y no en base a presiones políticas”, afirma el pediatra.
No mejorará la situación en hospitales
Un curso severo de COVID-19, hasta el momento, es extremadamente raro en niños de entre 5 y 11 años. Jakob Armann, médico jefe del Departamento de Enfermedades Infecciosas Pediátricas y Medicina Intensiva del Hospital Universitario de la Universidad Técnica de Dresde, estima que "el riesgo de que un niño sin ninguna enfermedad previa ingrese al hospital por COVID-19 es de aproximadamente 1 entre 10.000”.
Por eso cree que es probable que la STIKO recomiende primero la vacunación para niños de 5 a 11 años con mayor riesgo, como los que tienen enfermedades previas.
Todavía se sabe muy poco, según el experto, para sopesar los riesgos de la vacunación frente a los del COVID-19 en menores sanos. Y una recomendación general de vacunación para niños entre 5 y 11 años no es una forma eficaz de mejorar la precaria situación actual de los hospitales alemanes. "Esto no hará que se libere una cama en la unidad de cuidados intensivos", sostiene Armann.
Otros países, otros sistemas sanitarios
En Estados Unidos, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) recomiendan la vacunación sin restricciones para todos los niños de 5 a 11 años. Incluso el presidente estadounidense, Joe Biden, hizo un llamado a los padres en un discurso tras el lanzamiento de la vacunación para menores a principios de noviembre: "Es raro, pero los niños pueden enfermar gravemente por COVID-19. Por eso, vacunen a sus hijos".
Pero, ¿por qué el tono de Washington suena tan diferente? "Estados Unidos tiene un sistema sanitario mucho más débil que el alemán", recuerda el pediatra Dötsch. "Muchas personas tienen un acceso muy limitado a la atención médica. Allí han muerto más niños. Y hay más niños con mayor riesgo. Por ejemplo, en EE. UU. hay más menores con sobrepeso severo o pertenecen a un grupo étnico con mayor probabilidad de un resultado adverso, esos son factores de riesgo". agrega Dötsch.
Antes de ser autorizada en los Estados Unidos, la vacuna de BioNTech/Pfizer pasó por las pruebas habituales. La farmacéutica afirmó que era segura y que aumentaría el desarrollo de anticuerpos en los niños.
¿Vacunar antes de la autorización?
Dötsch desaconseja administrarla a niños menores de 12 años antes de la aprobación de la EMA, como ya están haciendo algunos pediatras alemanes en casos individuales. "Hacerlo no beneficia ni a los médicos ni a las familias", dice el pediatra.
Después de todo, según los expertos, todavía no hay una administración adaptada para los niños. La dosis para los menores entre 5 a 11 años es de 10 microgramos, dos tercios menos que los 30 microgramos inyectados a las personas mayores. "Dado que las ampollas de 10 microgramos aún no se han enviado, es difícil encontrar la dosis exacta. Y antes de la aprobación, la situación legal para los médicos sigue siendo difícil”, subraya Dötsch.
Por su parte, el médico Armann dice que los pediatras también usan otros medicamentos para sus pacientes que solo están aprobados para adultos, por ejemplo, porque la compañía farmacéutica que los fabrica no quería invertir dinero en un estudio para niños. Pero, cuando se trata de vacunación, sería más complicado. "Los medicamentos se le dan a un niño que ya está enfermo. Pero la vacuna se administra a niños sanos. Se puede hacer, pero no veo la necesidad", asegura Armann.
(ct/ms)