Deporte y política
25 de marzo de 2008El Thüringer Allgemeine, editado en Erfurt, escribe lo siguiente acerca de las protestas previas a los Juegos Olímpicos: “Hay mucha hipocresía de por medio. Cuando se decidió llevar hacia China a deportistas de todo el mundo, nadie tenía dudas acerca del carácter de ese régimen. Sí, para el mundo era muy clara la imagen de China al otorgarle la sede de la competencia deportiva más lucrativa. Ahora los organizadores se ven en problemas, pues el gobierno chino ha demostrado que no tiene intención alguna de ponerse una máscara de democracia, aunque fuese por tan sólo dos meses. Ahora, el presidente del Parlamento Europeo, Hans-Gert Pöttering, es enviado para advertir sobre un posible boicot a los juegos. Pero él no representa a ninguna nación que en el mejor de los casos pudiera participar en una protesta como esa.”
Herramienta política
Desde Heidelberg, el Rhein-Neckar Zeitung subraya las violaciones a los derechos humanos en el Tibet: “¿Que el deporte no puede ser utilizado como herramienta de presión política? Con esta explicación, la Federación Deportiva Alemana encuentra una solución fácil tanto para sí como para los sordos anfitriones. El deporte y sus actores, como todo mundo sabe, han sido utilizados y sometidos a abusos por parte de gobiernos totalitarios. Los alemanes lo saben muy bien. La firmeza con la cual China tapa los ojos al mundo sobre los terribles sucesos en el Tibet hace que la justificada protesta se traslade a otros escenarios. El pequeño incidente en Grecia reemplaza a las imágenes terribles que no hemos podido ver, y que provienen de Lhasa.”
No sólo deporte
El tageszeitung, de Berlín, comenta también estos actos de protesta: “Incluso los antiguos griegos veían en los Juegos Olímpicos algo más que un mero acontecimiento deportivo: una señal de paz y de entendimiento entre los pueblos. Ello es simbolizado por la llama olímpica. El hecho de que las protestas en Grecia hayan sido protagonizadas por una organización como Reporteros sin Fronteras es asimismo un llamado a la prensa internacional. Los Juegos Olímpicos deben ser entendidos como algo político, y no sólo como un acontecimiento deportivo o comercial. Por ello, el régimen chino no debería librarse tan fácilmente de ser señalado como autor de violaciones a los derechos humanos.”
Palabras vacías
El Frankfurter Allgemeine Zeitung se concentra en la figura del presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Jacques Rogge: “Cada vez que se refiere al COI como un ente ‘apolítico', Rogge acentúa el dilema al cual se somete a los atletas, entrenadores y asesores: según la Carta Olímpica, deben todos ellos abstenerse de realizar acciones o pronunciar declaraciones de corte político. La Federación Deportiva Alemana confirmó en su pronunciamiento de diez puntos que se atendrá al principio del ‘atleta mudo' y añadió que ello es ‘acorde con las reglas de la Carta Olímpica”. Mientras el COI no se pronuncie claramente y mientras los participantes olímpicos teman a las represalias, la referencia de Rogge acerca de ‘una competencia en un marco de paz' permanece como una frase más que vacía.”