Derecho sí, odio no

No responder al odio con odio

SÜDDEUTSCHE ZEITUNG, Múnich: “El Estado, al que Mohnhaupt tanto odiaba, no ha respondido al odio con odio. Brigitte Mohnhaupt es el decimosegundo miembro de la RAF condenado a cadena perpetua que es dejado en libertad. El Estado permaneció siendo, a pesar de todos los desafíos y las inseguridades en que cayó hace 30 años, un Estado de derecho. No se transformó en un Estado de venganza. En la puesta en libertad queda demostrada la fortaleza del Estado, mucho más que en la creación de leyes más severas. Hay muchas razones para estar orgulloso de este país. La historia de los pequeños y grandes perdones para los miembros de la RAF encarcelados es una de ellas”.

No hay razón alguna

STUTTGARTER NACHRICHTEN, de Stuttgart: “El Estado de derecho no tiene razón alguna para tenderle la mano a Mohnhaupt. No por razones de venganza, sino por responsabilidad. Por razones de Estado rechazó hace 30 años dejarse extorsionar por el terror de la RAF, aceptando así la muerte del por entonces presidente de la Asociación Patronal Alemana, Hanns Martin Schleyer. En vista del dolor de las familias de los asesinados, no es bueno que libere ahora a la cabecilla de entonces, condenada a cinco veces cadena perpetua.”

Consecuente aplicación del derecho

BERNER ZEITUNG, Berna: “La decisión del tribuna de dejar en libertad a Brigitte Mohnhaupt, la ex terrorista condenada por asesinato a cinco veces cadena perpetua, después de 24 años de cárcel, es sólo la consecuente aplicación del derecho vigente. Los terroristas no deben ser tratados mejor ni peor que otros criminales, sólo porque sus delitos tienen motivos políticos.”

El fin de las ilusiones

DER STANDARD, Viena: “Abriendo las puertas de la cárcel, el Estado está diciendo que está convencido de que puede ser benévolo, porque la condenada ya no representa peligro alguno para la sociedad. Ya no existen las estructuras, en cuyo marco la liberada podría volver a las andadas. Paradójicamente, el fin de la cárcel supone también el fin de las ilusiones. Por ello, el tribunal no podría haber decidido de otra forma. Si Mohnhaupt hubiera tenido que permanecer en la cárcel, ello habría olido demasiado a venganza. Pero no, así ha vencido el derecho, lo cual no significa de manera alguna poner un punto final. Al contrario: este año, Alemania recuerda a los muertos del “Otoño alemán”, a los seres humanos que en 1977 fueron asesinados por el grupo armado RAF. Esos muertos no han sido olvidados, aún cuando el Estado le haya tendido una mano a Mohnhaupt.”