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Desempleo en Europa: ¿una generación perdida?

Michael Hartlep3 de julio de 2013

La crisis azota a Europa y la pone frente a retos monumentales. Sobre todo, son los jóvenes quienes luchan por librarse del desempleo y la falta de perspectivas. La UE ataca el problema mediante programas de apoyo.

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Imagen: picture-alliance/ZB

Elena Silvestra busca dónde trabajar. Es una joven madrileña de 25 años con una maestría terminada en derecho y comercio internacional. Sus estudios hasta hace poco hubieran sido garantía para que ella encontrara un empleo seguro y bien pagado. Pero esos tiempos quedaron atrás, dice ella: “Hay pocos puestos de trabajo, y la paga es mala. Me ofrecen sueldos de 300 euros al mes por un trabajo de tiempo completo”. Nadie puede vivir con tal remuneración, de modo que Elena regresó a vivir con sus padres, quienes ayudan a su hija pagándole la alimentación, la vivienda y el transporte.

La generación perdida de Europa

Son personas jóvenes como Elena a quienes la crisis europea golpea con mayor fuerza. En unos cuantos años, el desempleo juvenil en Europa ha crecido del 15 al 23 por ciento. Cifras actuales de la Oficina Europea de Estadística indican que cerca de 5,6 millones de entre 15 y 24 años de edad se encuentran en paro. La situación es especialmente dramática en España y Grecia, donde más de la mitad de los jóvenes se encuentran desempleados. Y son más, si se toma en cuenta a los estudiantes.

Debilidades del mercado

Constantin Gurdgiev es profesor de Finanzas en el Trinity College de Dublín y explica así el fenómeno: “Los jóvenes no están tan bien organizados desde el punto de vista sindical, y a menudo cuentan con contratos temporales. En tiempos de crisis, resulta más barato para las empresas despedir a los empleados más jóvenes, pues a los trabajadores más antiguos hay que pagarles liquidaciones muy altas.”

El desempleo juvenil también se transforma en menos ingresos fiscales para el Estado, y menos consumo. Cuando un joven gana solo para cubrir sus necesidades básicas, no puede formar una familia; tampoco puede comprar casa ni auto. El sistema social según el cual los jóvenes pagan la jubilación de las generaciones más antiguas podría colapsar.

Prueba para la sociedad

Todo este fenómeno podría amenazar la paz social, dice Gurdgiev. Las nuevas generaciones se sienten traicionadas por conservadores y socialdemócratas. Esta frustración es caldo de cultivo para la propagación de ideologías y movimientos radicales, y algo de ella hay en los recientes movimientos de protesta en París, Londres y Estocolmo.

Quizá el mayor problema es que las oportunidades para esta generación no resurgirían aunque la economía comenzara a recuperarse, pues quienes han sufrido un largo desempleo tendrán que competir directamente con los recién egresados de las universidades. Sin experiencia laboral y motivación es difícil integrarse al mercado laboral, dice Constantn Gurdgiev.

Todo esto ocupa un lugar primordial en la agenda de las instituciones europeas, desde principios de año. A finales de junio, dichas instituciones definieron un programa europeo contra el paro juvenil. Se busca mejorar la promoción y capacitación, de tal modo que los jóvenes encuentren un puesto de trabajo o de prácticas laborales en un lapso de cuatro meses. Para ello fue autorizado un fondo de seis mil millones de euros.

¿Será suficiente lo que hace la UE en contra del desempleo?
¿Será suficiente lo que hace la UE en contra del desempleo?Imagen: Reuters

Capacitación y emigración

Pero seis mil millones de euros no son mucho, sobre todo si se compara con las cantidades que han sido invertidas desde que se inició la crisis en el rescate a los bancos. “Naturalmente, se necesita mucho más dinero para la educación”, dice Gurdgiev. “Además, tendríamos que tomar como modelo el sistema de estudios orientado a la práctica, como lo hacen Alemania y Suecia.”

El problema es otro. “No hacen falta profesionistas jóvenes y bien calificados. Lo que hace falta es mayor espíritu empresarial.” Con una economía dinámica podrían crearse más empleos para jóvenes, dice el especialista consultado por DW. Por eso, agrega, son necesarias menos regulaciones laborales. Su lógica es la siguiente: si nadie cuenta con protección contra la posibilidad de ser despedido, entonces las recesiones golpearán a todos por igual. Pero políticamente no es viable tal posibilidad, agrega.

Constantin Gurdgiev aconseja por ello a los desempleados jóvenes y bien capacitados en Europa: “Las próximas décadas serán muy difíciles. Por eso, quien cuente con una sólida formación académica debe emigrar de la Unión Europea.. Si la situación no cambia, Elena Silvestra piensa hacerlo. Y como en Reino Unido y Alemania ya hay muchos españoles, para ella la meta es clara: América Latina.

Autor: Michael Hartlep

Editor: Enrique López