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Desoladora carta a Obama de los médicos que quedan en Siria

11 de agosto de 2016

"Lo peor para nosotros, como médicos, es que tenemos que decidir quién vive y quién muere", se lamentan en su misiva los 29 médicos que quedan en Alepo.

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Syrien Manbij bei Aleppo Frau mit Kindern zwischen Trümmern
Imagen: Reuters/R. Said

En una carta al presidente de Estados Unidos Barack Obama, los 29 médicos que siguen en el este de Alepo le pidieron ayuda. Se trata de 29 médicos para unas 300.000 personas. "Durante cinco años la muerte vino de arriba", explican en su misiva los médicos, refiriéndose a los ataques aéreos. "Ahora la muerte está por todas partes", agregan. "Numerosos pacientes, amigos y colegas sufren".

"Lo peor para nosotros, como médicos, es que tenemos que decidir quién vive y quien muere", se lamentan. Los médicos se tienen que ocupar más de un paciente y tienen que elegir porque les falta el tiempo o porque no tienen el equipo suficiente. Como médicos decidieron quedarse a pesar del horror, pero la miseria es algo que afecta a todas las personas de Alepo, ya sea el este o del oeste de la dividida ciudad.

A diario bajo fuego

"En teoría, uno se acostumbra", afirma Abu Raed, residente de la parte este, que está bajo control rebelde. "La vida es cada día más difícil", afirma. Tras hacer una pausa agrega: "Pero todavía estamos vivos". Durante casi tres semanas los barrios del este de la ciudad han estado cortados de todo contacto con el exterior. Pero, después de que los insurgentes consiguieran romper el cerco la semana pasada, apenas ha cambiado la situación en la ciudad. Los grupos rebeldes no han conseguido establecer un corredor seguro desde la ciudad hasta las afueras o a hasta otro punto. Tan solo llegó a la zona de combate un pequeño envío de cajas de tomates y otras verduras. El pequeño sector sigue a diario bajo fuego por parte de la fuerza aérea rusa y la artillería siria.

La situación de los residentes empeora a diario. "Giras la llave del grifo y no pasa nada", cuenta Abu Raed. "Enciendes la luz y nada". Apenas hay agua un par de horas al día, y nada de electricidad. Durante días, su barrio estuvo por completo sin agua, informaron los activistas. Entonces, los combatientes de Fatah al Sham, antes Al Frente al Nusra, llevaron combustible a la ciudad y con ello se pudieron poner en marcha las bombas de agua. Los residentes en lugar de contar con los rebeldes moderados, se apoyan cada vez más en los islamistas, que oficialmente se han separado de la red terrorista Al Qaeda, pero siguen queriendo instalar el derecho islámico, la sharia, en el área bajo su dominio.

Es por ello que no se vislumbra el fin de los combates en Alepo, señalan desde el centro de pensamiento estadounidense Stratfor. "La suerte de Alepo es de importancia vital tanto para los leales al régimen como para los rebeldes", afirma Stratfor. Para el presidente sirio Bashar al Assad y sus aliados la conquista de Alepo cimentaría su posición en una de las mayores ciudades del país, que de nuevo pasaría a estar bajo control del gobierno sirio. Pero, si pierden los rebeldes en Alepo, las esperanzas del derrocamiento de Al Assad acabarían destruidas. También por ello Alepo es un símbolo de toda la guerra civil en Siria.

MS (dpa/efe)