Diez razones para viajar a Renania del Norte-Westfalia
Casi 18 millones. Ningún estado alemán tiene más habitantes. Y gran parte de ellos están llamados a elegir un nuevo Parlamento el 15 de mayo. El Parlamento se encuentra en Düsseldorf, primera parada en nuestra visita.
La Torre del Rin en Düsseldorf
La ciudad de Colonia mantiene una rivalidad secular con la capital del estado, Düsseldorf: ya sea en los negocios, el arte o las costumbres, siempre se trata de cuál de las dos es mejor. En cuanto a arquitectura moderna, Düsseldorf lleva la delantera. La Torre del Rin, los edificios de Gehry (a la derecha) y el Puerto de los Medios de Comunicación muestran su mejor rostro a orillas del río Rin.
La catedral de Colonia
Es el punto de referencia de la ciudad y es conocida en todo el mundo. Con sus casi 160 metros de altura, la catedral de Colonia define el aspecto de la metrópoli a orillas del Rin. La primera piedra de la iglesia gótica se colocó ya en 1248, pero no se terminó hasta el siglo XIX. En su interior se destaca el santuario de la Epifanía, una importante obra de orfebrería de la Edad Media.
El carnaval renano
Cada año, los carnavalistas conquistan las ciudades a la vera del Rin. Millones de personas con disfraces coloridos celebran en las calles y bares de los bastiones del carnaval. Los festejos son especialmente impactantes en Colonia, donde se realiza la mayor procesión del "Lunes de rosas": unos 12.000 carnavalistas desfilan por las calles y lanzan montones de dulces a los espectadores.
Bonn, antigua sede del gobierno alemán
A Colonia y Düsseldorf se suma una tercera ciudad a orillas del Rin: Bonn. La ciudad vivió su época dorada como sede del gobierno de la República Federal de Alemania entre la Segunda Guerra Mundial y la reunificación alemana. Algunos edificios siguen siendo sede de ministerios. El "dificio Schürmann (centro, abajo) alberga la sede de DW.
Senderismo en el Eifel
Los amantes de la naturaleza lo pasan de película en Renania del Norte-Westfalia: la región del Eifel, en el suroeste del estado, invita a practicar senderismo y ciclismo. Hasta ahora se han contabilizado allí más de 7.800 especies animales y vegetales, de las cuales más de una cuarta parte están en la lista de especies en peligro.
La catedral de Aquisgrán
Lo más destacado en el oeste de Renania del Norte-Westfalia es la catedral de Aquisgrán, que fue el primer edificio alemán declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, en 1978. La primera piedra se colocó en el año 796. Fue encargada por Carlomagno, que fue enterrado en la iglesia en el día de su muerte.
Ciclismo en Münster
Münster, en Westfalia, se considera una ciudad ciclista: ¡hay 500.000 bicicletas por cada 300.000 habitantes! Es imposible imaginar el paisaje de la ciudad sin la bicicleta, como aquí, en el Prinzipalmarkt, o en la "Promenade" (Paseo público), que solo está abierto a las bicicletas y a los peatones. Con 55.000 estudiantes, Münster es una de las mayores ciudades universitarias de Alemania.
La abadía de Corvey
Los monjes benedictinos vivieron aquí hasta 1792, y desde 2014 la abadía de Corvey es Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO y uno de los lugares más famosos de Westfalia. Su arquitectura data en parte del periodo carolingio. La Biblioteca Principesca, donde el poeta Hoffmann von Fallersleben trabajó como bibliotecario, contiene casi 75.000 volúmenes.
Natación en la mina Zollverein
La región de la cuenca del Ruhr es el núcleo industrial de Renania del Norte-Westfalia. La que fuera la mayor mina de carbón del mundo, es ahora Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, al igual que la abadía de Corvey y la catedral de Aquisgrán. Los terrenos y edificios industriales abandonados se utilizan ahora para el arte, la cultura y el ocio.
Fútbol en la cuenca del Ruhr
La región del Ruhr no solo se caracteriza por su cultura industrial, sino también por sus numerosos clubes de fútbol. Es el lugar con más jugadores y espectadores de Alemania. Los dos grandes clubes de la región, el Schalke 04 y el Borussia Dortmund, son especialmente conocidos fuera de las fronteras del estado. Los aficionados del Ruhr nunca se pierden un partido entre los equipos rivales.