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Dortmund vs. Bayern: ¿crónica de una venganza anunciada?

Julieth González-Therán
3 de noviembre de 2023

Se abre el telón para recibir el partido más esperado del fútbol alemán en su edición 109 desde la fundación de la Bundesliga.

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Marco Reus
Marco Reus, jugador del Borussia Dortmund.Imagen: Kirill Kudryavtsev/AFP

A las alturas de la fecha 34 de la temporada 2022-2023, el Bayern y el Dortmund se jugaban el clásico más importante de los últimos tiempos, pero en canchas separadas. El Dortmund tendría que rematar la temporada con una "simple” victoria ante el Mainz. El Bayern tendría pocas chances hasta en un caso de victoria, contra el Colonia.

Asimismo, las entradas del partido más importante del año del Dortmund se volverían impagables para los mortales del planeta fútbol alemán. Pero aún así los fanáticos de toda Alemania no se detendrían para vivenciar la fiesta más esperada tras la supremacía y eterno reinado del Bayern Múnich por una década.

A las 4:30 am empezaba un periplo desde Berlín para mí y muchos fanáticos, muchos de ellos llegaron a la Estación Central de Berlín a eso de las 4:00 de la madrugada. El tren estaba ya repleto en el que sería el horario más tranquilo para viajar. En medio del parloteo de un grupo, que no dejaba de ilusionarse con la celebración, les pregunté si ya tenían entradas para la Gran Fiesta.

"No tenemos, resolveremos allí”, respondieron los fanáticos. Una respuesta bien alejada de los parámetros alemanes, que planean con tiempo de anticipación, y no les gusta la improvisación, y más aún si se trata del tiempo de ocio. Al final del día, como dijeron ellos, "valdría la pena por lo menos estar en la ciudad, arrancar una bandera o un pedazo de tierra que rememore ese día, y por supuesto, celebrar todos juntos”.

Mats Hummels lamenta el empate ante el Mainz.
Mats Hummels lamenta el empate ante el Mainz que les impidió ser campeones de la Bundesliga la temporada pasada.Imagen: Leon Kuegeler/REUTERS

Del cielo al infierno

Yo haría una escala en Düsseldorf a las 9:30 am para descansar. Los fanáticos seguirían la fiesta con cervezas que empezaron desde las 6:00 am. En las inmediaciones del estadio se amontonaban cientos de hinchas sin entradas para la hora del partido, con la esperanza de esperar el pitido final para celebrar juntos, y que la caravana saliera del mismo Signal Iduna Park.

Pero todo salió mal: al Dortmund se le escapó el partido y el título de las manos, en medio de un pánico escénico indescriptible. El Mainz no se dejó pintar la cara y lo enfrentó de tú a tú. De cierta manera, esperaba lo peor al final del encuentro, pero por sorpresa vi a una hinchada que siguió alentando a pesar de perder el título tras haberlo ganado por última vez en el 2010-2011. La magia y cultura del fútbol alemán, por excelencia.

Finalmente salí a merodear los rincones del estadio y afuera se percibía un ambiente de confusión pero sin ningún tipo de comportamiento violento. El Dortmund perdió sin orgullo y sin dejar el alma en la cancha.

Der Klassiker: una factura abierta para el Dortmund

Los "aurinegros” quieren quitarle otra vez el protagonismo al Bayern. No será fácil en una temporada concurrida en lo más alto de la tabla. Pero sus realidades son totalmente distintas. Dortmund llega con el pecho inflado de la Pokal  y querrá bajarle más la autoestima al Bayern Múnich tras su sorpresiva eliminación en la misma Copa Alemana ante el Saarbrücken, de la tercera división.

Sin embargo, el Bayern que a veces vive en los extremos: le ganó 8 a 0 al Darmstadt, propinándole los goles en el segundo tiempo. Ahora su más reciente derrota lo deja adolorido, pero dispuesto a descargar toda su furia en la batalla campal del clásico.

Un Klassiker que no será decisivo para ganar un título, pero sí para sacarse una espinita y un trago amargo, que aún cala hasta los huesos.