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¿Dónde quedó la amistad transatlántica prometida por Biden?

Alexander Görlach
21 de julio de 2021

El presidente estadounidense, Joe Biden, anunció que restaurará la dañada relación transatlántica. Pero su afirmación es más apariencia que realidad, opina Alexander Görlach.

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Angela Merkel y Joe Biden en Washington.
Angela Merkel y Joe Biden en Washington.Imagen: Susan Walsh/AP/picture alliance

El presidente estadounidense, Joe Biden, recibió a Angela Merkel en su visita de despedida. Los dos ya se conocen de la época en que él era vicepresidente en el gabinete de Obama. La recepción fue correspondientemente cálida: dijo que Angela Merkel es una amiga, una política que ha salvaguardado la relación transatlántica, incluso en tiempos difíciles, lo que sin duda fue una alusión a los años de la presidencia de Trump.

Sin embargo, no hubo ningún gesto concreto para subrayar estas amables palabras. Un tema candente abordado por Merkel fue el de la prohibición de la entrada de europeos en Estados Unidos. Esta fue impuesta por Donald Trump en marzo de 2020.

Como uno de sus últimos actos oficiales, Trump había ordenado que se levantaran las restricciones de entrada. Pero esta decisión fue rápidamente revocada por Biden, a pesar de que las tasas de vacunación en Alemania son buenas y los estadounidenses vacunados hace tiempo que pueden volver a entrar en Europa.

En las relaciones consulares, el procedimiento normal es que ambas partes tienen los mismos derechos: si a los estadounidenses se les permite entrar en Alemania, a los alemanes también debería permitírseles entrar en Estados Unidos. Por el momento, Estados Unidos no da un trato recíproco a sus aliados más cercanos. Entonces, para qué hablar de amistad.

Continuación de la política de Trump

Las restricciones de entrada siguen en pie, para disgusto de muchas personas y, por supuesto, de las compañías aéreas. Habría sido más que un gesto y un regalo dejar sin efecto la prohibición de entrada en presencia de la canciller alemana. Pero Biden se limitó a afirmar que consultaría con su equipo COVID sobre este asunto y que quizás pronto se levantaría la prohibición de entrada. Un mundo en subjuntivo. Como observador, hay que preguntarse si el hombre más poderoso del mundo no podría haber llamado a sus científicos antes de la visita de Merkel.

Alexander Görlach.
Alexander Görlach.Imagen: Hong Kiu Cheng

Las promesas de Biden no se cumplen

Por lo tanto, la presidencia de Biden es (hasta ahora) desgraciadamente solo más agradable en palabras e imágenes que la de Trump. Se dice que el tono hace la música, pero ¿es eso cierto en la política internacional?

La frase no es errónea, pero la palabra bien dicha queda hueca si se le niega el efecto de la acción. Biden, que ya había estado de gira por Europa para anunciar el regreso de la alianza transatlántica, habría tenido la oportunidad de levantar la prohibición de entrada. Tampoco se aprovechó esta oportunidad.

Entonces, ¿es la presidencia de Biden la continuación de la presidencia de Trump con una cara diferente y un tono más amable? Desde el punto de vista europeo, hay que afirmarlo. A partir de aquí, las cifras de infección volverán a subir, el verano, la temporada de viajes en la que se podía visitar a los seres queridos en el norte del "Nuevo Mundo", está llegando a su fin. El equipo de expertos, que tiene más poder que el presidente de EE.UU., podrá encontrar de nuevo razones para mantener la prohibición de entrada.

Así que la humillación del "viejo mundo" pasará posiblemente a una siguiente ronda. ¿Dónde queda la política más humana que Biden quería defender? Hasta ahora, Europa espera en vano.

Alexander Görlach es doctor en Lingüística y Teología. Es miembro senior del Carnegie Council for Ethics in International Affairs e investigador asociado senior en la Universidad de Cambridge en el Instituto de Religión y Estudios Internacionales.

(gg)