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Economía alemana en recesión: críticas al Gobierno alemán

26 de septiembre de 2024

En ninguna de las potencias económicas la situación es tan grave como en Alemania. Después de la OCDE, los principales investigadores económicos también advierten y dan malas notas al Gobierno alemán.

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Los principales investigadores económicos de Alemania y Austria.
Los principales investigadores económicos pusieron malas notas al Gobierno alemán de coalición. En el centro, la economista Geraldine Dany-Knedlik.Imagen: Bernd von Jutrczenka/dpa/picture alliance

Empresas que hacen buenos negocios, una economía en auge y en constante crecimiento: durante muchos años, eso parecía ser algo normal en Alemania. Los productos fabricados con energía barata, y con gran demanda en el mercado mundial, se vendían a precios elevados. Pero es evidente que los buenos tiempos han pasado, y que no volverán tan pronto.

Los principales investigadores económicos predicen una disminución del Producto Interno Bruto (PIB), es decir, la suma de todos los bienes y servicios producidos, del 0,1 por ciento en 2024. Sería el segundo año consecutivo con este resultado negativo. Dos años seguidos de recesión, algo que no ocurría en Alemania desde hace más de 20 años.

No se vislumbran mejoras rápidas. "En un futuro previsible, el crecimiento económico ya no podrá igualar la tendencia anterior a la pandemia de COVID-19", dice el diagnóstico para este otoño boreal presentado en Berlín.

Se vislumbra sólo una débil recuperación

Para los próximos dos años, los investigadores de Alemania y Austria esperan una débil recuperación, con aumentos del 0,8 por ciento (2025) y del 1,3 por ciento (2026). Esto confirma el pronóstico de la OCDE. La organización de países industrializados anunció la víspera (25.09.2024) que ninguna otra economía importante del mundo crecería tan débilmente como Alemania durante el próximo año.

En la primavera boreal, los principales investigadores económicos se mostraron más optimistas, pero ahora tuvieron que corregir a la baja sus previsiones para el otoño. "Además de la debilidad económica, el cambio estructural también está ejerciendo presión sobre la economía alemana", afirmó Geraldine Dany-Knedlik, del Instituto Alemán de Investigación Económica (DIW), en Berlín.

Pedidos de ayuda de la economía alemana

La experta menciona como causas "la descarbonización, la digitalización, el cambio demográfico y, probablemente, también una mayor competencia de las empresas de China". Los productos industriales de alta calidad procedentes de China estarían desplazando a las exportaciones alemanas en los mercados mundiales. Como resultado, las empresas alemanas estarían invirtiendo menos y despidiendo trabajadores. El hecho de que, al mismo tiempo, haya escasez de trabajadores calificados resulta paradójico, pero solo a primera vista. Por lo general, se busca personal especializado y éste es muy escaso.

El veredicto de los investigadores coincide con lo que se escucha sobre la economía alemana. "Cada vez recibo más pedidos de ayuda de empresas que están a punto de cerrar", afirma Peter Adrian, presidente de la Cámara de Comercio e Industria de Alemania (DIHK). "En particular, los altos costos de la energía, la mano de obra y los impuestos, la excesiva burocracia, los largos procedimientos de aprobación de las inversiones y la escasez de trabajadores ejercen presión sobre las empresas".

El ánimo de compra de los consumidores, por el suelo

A esto se suman los elevados tipos de interés y el fuerte aumento de la incertidumbre geopolítica. Esto también tiene consecuencias para el consumo privado. Cuando el ánimo es malo, la gente compra menos. "Los hogares privados ahorran cada vez más en lugar de gastar dinero en nuevas viviendas o bienes de consumo", escriben los economistas.

De izquierda a derecha: el ministro de Finanzas, Christian Lindner (liberal), el canciller, Olaf Scholz (socialdemócrata), y el ministro de Economía, Robert Habeck (verde).
El Gobierno alemán de coalición no se pone de acuerdo sobre medidas económicas. De izquierda a derecha: el ministro de Finanzas, Christian Lindner (liberal), el canciller, Olaf Scholz (socialdemócrata), y el ministro de Economía, Robert Habeck (verde).Imagen: Ben Kriemann/PicOne/picture alliance

"Actualmente, nuestro país está perdiendo contacto internacional", se queja Adrian, el presidente de la DIHK, y las cosas no pueden seguir así. "Los políticos deben tomar contramedidas urgentemente. Las empresas necesitan una señal clara de optimismo para poder empezar de nuevo: precios de energía competitivos, impuestos más bajos, aprobaciones más rápidas de inversiones y una reducción más consistente de la burocracia".

Iniciativa del Gobierno alemán para el crecimiento económico

Las llamadas de auxilio ciertamente han sido acogidas por el Gobierno de coalición de Alemania. Se están debatiendo 49 medidas que pretenden ofrecer a las empresas mejores condiciones marco. Stefan Kooths, del Instituto para la Economía Mundial de Kiel (IfW Kiel), considera la "iniciativa de crecimiento", como se denomina el paquete, un "paso en la dirección correcta". Sin embargo, el esperado aumento del crecimiento económico de 0,5 puntos porcentuales para el próximo año es incierto.

Muchas medidas son "demasiado vagas" y algunos cambios "probablemente sólo se aplicarán y surtirán efecto con mucho retraso", según el pronóstico para este otoño. La Federación de Industrias Alemanas (BDI) critica la "ley de alivio de la burocracia" que acaba de aprobarse en el Bundestag. Está "muy por debajo de las expectativas de las empresas y de las exigencias de una ubicación atractiva", afirma la BDI, que se queja del "estancamiento político en este ámbito".

Puntos de discordia dentro de la coalición de Gobierno

Sin embargo, se ha visto repetidamente que los socialdemócratas (SPD), Los Verdes y los liberales del FDP, que gobiernan el país en coalición, tienen ideas muy diferentes sobre cómo lograr una recuperación económica.

El SPD y Los Verdes, más a la izquierda, no están de acuerdo con recortes en las ayudas sociales, ni en aligerar la ley de la cadena de suministro. También piensan que se necesitan rebajas en el precio de la electricidad industrial y ayudas estatales para ampliar la red eléctrica, de modo que no sean los consumidores ni las empresas los que paguen los costos crecientes.

El FDP, por su parte, ha rechazado hasta ahora esas inversiones adicionales. Habría que tomar muchas medidas que cuestan dinero, pero el FDP mantiene firmemente el freno de la deuda estatal.

Protesta de trabajadores de Volkswagen en Wolfsburgo, Alemania.
Protesta de trabajadores de Volkswagen, por anuncios de recortes en salarios, en Wolfsburgo, Alemania.Imagen: MORITZ FRANKENBERGZ/dpa/picture alliance

Los miembros de la coalición recibieron malas calificaciones de los investigadores económicos porque sus decisiones empeorarían aún más la situación. La "incertidumbre política" es "un riesgo adicional" para la economía, afirman. "Aunque el Gobierno federal aprobó recientemente un proyecto de presupuesto para 2025, sigue existiendo preocupación por la posible incapacidad de acción de la coalición gubernamental, en la que los partidos que la forman persiguen objetivos diferentes", dice el informe.

La conclusión del análisis debería dar a los políticos material para la reflexión: "Esta incertidumbre podría hacer que el marco de la política económica sea aún más confuso, lo que podría suponer una carga mayor para la economía nacional, especialmente para las inversiones, de lo que marcan las previsiones". En otras palabras, las cosas podrían ir de mal en peor.

El Gobierno alemán debería estar alerta. Pero el ministro alemán de Finanzas, el liberal Christian Lindner, no se deja intranquilizar. "Recibiremos una previsión de otoño, recibiremos una estimación de impuestos. Sobre esta base, el proceso presupuestario finalizará en noviembre", dijo en el Bundestag Y añadió: "Si de ello resulta que se necesitan medidas dicionales, habría que tomarlas". En otras palabras: entonces, habrá que ahorrar aún más.

(cp/rml)