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EE. UU.-China: las sanciones crean tecnologías paralelas

William Yang desde Taipei
2 de agosto de 2021

Las recientes sanciones mutuas entre Pekín y Washington aceleran la tendencia de desacoplamiento económico, y China busca más formas de autosuficiencia en sectores tecnológicos críticos.

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Un chip de producción china.
China está aumentando el desarrollo nacional de tecnologías críticas como microchips a medida que las sanciones de EE. UU. Cortan el suministro.Imagen: picture-alliance/dpa/Imaginechina

En tanto EE. UU. continúa colocando en su lista negra a decenas de compañías chinas, Pekín incrementa sus sanciones contra organizaciones e individuos estadounidenses a los que acusa de entrometerse en asuntos internos chinos.

En julio, el Gobierno estadounidense añadió a 23 compañías chinas a una lista negra económica. Entre ellas se encuentran 14 empresas a las que acusa de haber posibilitado que Pekín oprimiera a la minoría uigur en la provincia de Xinjiang.

China respondió a eso  imponiendo sanciones a varias organizaciones e individuos estadounidenses, incluyendo al exsecretario de Comercio Wilbur Ross y a la directora de la organización de derechos humanos Human Rights Watch en China, Sophie Richardson.

Asimismo, China aprobó una ley concebida para responder a sanciones extranjeras, que permite a Pekín incautar activos y denegar visados a individuos implicados en las sanciones contra intereses chinos.

Alex Capri, un investigador de la Fundación Hinrich, con base en Singapur, un laboratorio de investigación económica, dijo a DW que las sanciones contra compañías chinas están enfocadas en sectores estratégicos, es decir, que todo tipo de tecnología considerada de uso estratégico dual -para vigilancia y censura- puede estar en la mira.

"Estados Unidos está buscando todos los medios posibles para presionar a Pekín", dijo, y agregó que las sanciones de Estados Unidos a las empresas chinas están acelerando el proceso de desacople económico, lo que también acelera el impulso de Pekín para volverse más autosuficiente.

Rui Zhong, un investigador asociado del Centro Wilson, señaló por su parte que las empresas chinas se están dando cuenta de que si EE. UU. vuelve a imponer sanciones contra compañías tecnológicas como ZTE, eso podría tener consecuencias sobre la estrategia a largo plazo de las mismas.

Presunto campo de trabajos forzados para uigures en la provincia china de Xinjiang.
Presunto campo de trabajos forzados para uigures en la provincia china de Xinjiang.Imagen: GREG BAKER/AFP/Getty Images

¿Se diferencia la estrategia de Biden de la de Trump?

Según Capri, la administración del presidente estadounidense Joe Biden continúa las políticas de Trump hacia China, pero con varias diferencias importantes. "Vemos un acercamiento mucho más concertado y analítico para extender las políticas hacia China, y Biden espera poder hacerlo junto con aliados”, explicó a DW.

Para Rui Zhong, la postura de Biden de penalizar la conexión de compañías chinas con el Ejército Popular de Liberación y los trabajos forzados en Xinjiang no es muy diferente de la de Trump.

Los analistas también indican que EE. UU. está tratando de evitar que China expanda su modelo de "tecnoautoritarismo”, con el cual, por ejemplo, la tecnología se usa cada vez más para la vigilancia.

"El modelo tecnoautoritario de China es una combinación de las tecnologías duras usadas para construir infraestructura, y la aplicación de inteligencia artificial y algoritmos en formas que promueven la vigilancia, la censura y el control de la población”, puntualiza Capri.

Universos tecnológicos paralelos

Como muchos predicen que EE. UU. continuará imponiendo sanciones y controles de exportación contra compañías china, algunos observadores piensan que el resultado podría ser un mundo con sistemas paralelos y actores que tratan de operar en ambos, en lo posible.

"Las cadenas de valor globales se fragmentarán y las empresas o actores estatales se encontrarán tratando de averiguar cómo pasar de un día al siguiente debido a las sanciones", dijo Capri.

Además, las prohibiciones de exportación obligarán al gobierno y las empresas chinos a acelerar el proceso de desarrollo local y autosuficiencia.

"Es probable que dentro de una década China haya hecho grandes avances tecnológicos bajo el régimen de control de exportaciones de EE. UU. que no hubiera podido hacer si EE. UU. no hubiera forzado a las compañías chinas líderes en tecnología a comprarles a empresas nacionales débiles", escribió el analista Dan Wang en Foreign Affairs.

Wang añadió que EE. UU. no debería esperar que las compañías chinas líderes en tecnología se queden atrás por mucho tiempo.

"Las compañías están tratando aceleradamente de responder a la demanda que las empresas estadounidenses ya no pueden cubrir. Las empresas chinas solo tienen que reinventar ciertas ruedas, y muchas simplemente trabajan para recrear tecnologías que ya existen”, escribió.

Asimismo, la carga que significa establecer cadenas de suministro nivel interno no solo recae en las empresas chinas. Capri dijo que si el gobierno de EE. UU. Implementa una prohibición total a las importaciones de Xinjiang, o exige que las empresas estadounidenses que se abastecen de Xinjiang proporcionen pruebas de que sus productos no se fabrican mediante trabajo forzado, también tendrán que considerar la reestructuración de las cadenas de suministro.

"Tienen que empezar a buscar también a nivel local y producir más cerca de sus mercados", dijo. "Hay muchas empresas que lo niegan, pensando que esto va a ser pasado por alto. Sea como fuere, estamos al comienzo de una era completamente nueva".

(cp/ers)