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El Abora 3: contra vientos, ciencia y marea

Mirra Banchón9 de julio de 2007

Una embarcación de junco cruzará el Atlántico hacia el este. Dominique Görlitz, un biólogo alemán, pretende que su proyecto Abora 3 compruebe que, contra todo pronóstico, es posible.

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El Abora 3: construido con las ideas de Dominique Görlitz y el saber de la cultura del TiticacaImagen: DW

Fue la calabaza y su cultivo paralelo en Asia, América y África lo que llevó al alemán Dominique Görlitz a plantearse la cuestión básica que lo llevaría luego a querer probar su teoría de que los seres humanos prehistóricos surcaban los grandes mares.

La botánica responde tradicionalmente que la calabaza fue domesticada en un sitio y luego llegó flotando sola a otros. Görlitz no se dio por satisfecho con esa respuesta y siguió investigando.

Fue la biología la que disipó sus dudas: la calabaza surgió hace 9000 años en el sur de África y aparece domesticada hace 6000 en las Américas. La clave, entonces, sólo podían ser viajes trasatlánticos, y en ambos sentidos. Si ya el arqueólogo noruego Thor Heyerdahl había probado con su Kontiki que las civilizaciones antiguas habían aprovechado los vientos y las mareas para navegar hacia el este, este biólogo de Chemnitz pretende ir más lejos: lo hacían, también en contra de vientos y mareas.

Schilf-Schiff des Botanikers und Archäologen Dominique Görlitz
Görlitz: "Subestimamos a nuestros antepasados"Imagen: DW

Con su Abora 3 hecha de 17 toneladas de totora y construida por el aymara Fermín Limachi -nieto del boliviano que armó el Kontiki-, Görlitz partirá el 11 de julio de Nueva York con rumbo a las islas Canarias, pasando por las islas Azores.

Las bases de su fe

"Hay asombrosas pruebas de que la gente podía navegar en cualquier dirección, y lo que aparece en los libros es seguramente completamente errado. Los pueblos que difundieron la agricultura de Asia a África tuvieron que ser navegantes avanzados", ha declarado Görlitz a la agencia de noticias dpa. Görlitz, de 41 años, y una tripulación de 15 hombres planean partir el miércoles de Nueva York en una embarcación de junco similar a las usadas en la prehistoria, para demostrar que hace entre 6000 y 14000 años los seres humanos navegaban también del Nuevo al Viejo Mundo.

¿Tabaco y coca en Egipto?

Restos de tabaco y coca encontrados en las tumbas de faraones egipcios como Ramsés II y Tutancamón -ambos anteriores al 1400 aC- demostrarían, según este biólogo apasionado por la arqueología, esta teoría, que a los científicos establecidos les merece, en el mejor de los casos, una sonrisita. Esto último les tiene sin cuidado al parecer; de Heyerdahl -admirado por Görlitz- también se rieron en su momento.

Subestimamos el neolítico

Si el homo erectus fue capaz de abandonar África y afincarse en otros continentes hace casi dos millones de años, "¿por qué no van a haber podido algunos navegantes neolíticos atravesar una simple masa de agua?" plantea Görlitz. La técnica que emplea Görtliz y su equipo tiene 14.000 años; debido al junco con que se construye -que se hincha con el agua- la embarcación flota. No es la posibilidad de que se hunda lo que pone en duda el éxito de la empresa, sino el hecho de si podrá una pequeña embarcación sin motor vencer las mareas y los vientos.

Desde ya, un éxito

Independientemente del resultado final, claro queda que la aventura del Abora 3 es desde ya un éxito tanto académico -el proyecto forma parte de la tesis doctoral que Görlitz presentará a la Universidad de Bonn- como mediático: la cadena alemana WDR difundirá la aventura.

Schilf-Schiff des Archäologen Dominique Görlitz
El 11.07. zarpa con dirección a las islas CanariasImagen: DW

La nave está equipada con la más moderna tecnología de comunicaciones. El público podrá escuchar, entre ruidos de olas del Atlántico, a estos expedicionarios del siglo XXI. Si bien el que la expedición culmine con éxito no prueba necesariamente el comercio intercontinental, sí dejará claro que los neolíticos no eran tan cavernícolas como se piensa.