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El bosque petrificado de Chemnitz

José Ospina Valencia / Agencias9 de septiembre de 2008

Un bosque tropical descubierto recientemente en Alemania y que fuera destruído por una erupción volcánica, podría convertirse en una atracción de talla mundial.

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Muestra de árboles petrificados presentados en Chemnitz.Imagen: picture-alliance/ ZB

Sabine Schulze clava un martillo en la tierra rojiza. Esta estudiante de geología investiga una de las “nuevas” atracciones del Este alemán: el bosque petrificado de Chemnitz.

Un terreno de 500 metros cuadrados que los paleontólogos consideran de “incalculable valor”. Ya de por sí, es la región de Sajonia en Alemania “un paraíso para paleontólogos”. Este es un territorio lleno de fósiles que pueden llegar a tener hasta 290 millones de años.

Por esa época, Europa Central era una zona tropical y en el que hoy es el Land Sajonia crecía una selva de inmensas magnitudes. Una violenta explosión volcánica destruyó ese mundo paradisiaco que hoy es descubierto centímetro a centímetro en Chemnitz.

Todos los árboles fueron derribados. Pero lo que en aquella época fue una catástrofe, es hoy un golpe de suerte para los investigadores. La suerte de aquella catástrofe natural es que el bosque sepultado bajo lava quedó conservado bajo la tierra.

Atracción de rango mundial

Un caso muy especial en el mundo. La excelente conservación de los tipos de madera existentes hace 290 millones hace del bosque petrificado de Chemnitz una atracción de rango mundial, dicen los expertos.

Desde cuatro meses, el director del Museo de Ciencias Naturales de Chemnitz, Ronny Rößler, dirige la operación de excavación del bosque. “El territorio es ideal porque hasta ahora no se había construido ninguna casa sobre él”, explica Rößler.

Aunque el bosque petrificado de Chemnitz está apenas en una etapa inicial de investigación, ya Rößler está seguro de que permitirá “una mirada inigualable a la historia de la Tierra”. Las excavaciones aquí son además relativamente fáciles, pues el bosque se encuentra sepultado apenas a unos cinco metros de la superficie.

Hasta ahora los científicos de la región se habían contentado con coleccionar fósiles. Algunos de ellos superan incluso los 300 millones de años de edad. Fósiles alemanes que hoy se encuentran en los más renombrados museos del mundo.

Cuando Alemania tenía algo de tropical

Las nuevas excavaciones en Chemnitz han sido posibles sólo con la ayuda de todo un batallón de voluntarios ávidos de que la “nueva maravilla alemana” salga a la luz. Y las primeras pruebas de los árboles petrificados avivan la fascinación de los investigadores. En algunos casos ha sido posible establecer hasta los tipos de hongos que atacaban las maderas en el momento en que sucedió la erupción volcánica que acabó con el aspecto tropical del Este alemán.

Aparte del interés científico que ha despertado el descubrimiento, las autoridades de Chemnitz esperan que pronto la ciudad y su bosque petrificado se conviertan en un nuevo destino turístico. Ser acogidos en la lista de la UNESCO como monumento natural de talla mundial es otra de las aspiraciones.