El Canal de Panamá tiene un plan alternativo

El administrador de la Autoridad del Canal de Panamá (ACP), Jorge Luis Quijano, reconoció que ha solicitado una reunión con representantes de la empresa Zurich América, para conocer cómo procedería si el consorcio Grupo Unidos por el Canal (Gupc) se retira del proyecto canalero. El Gupc está integrado por la empresa española Sacyr Vallehermoso, la italiana Impregilo, la belga Jan de Nul y la panameña Constructora Urbana, S.A. (Cusa). El grupo amenazó con suspender los trabajos en un plazo de 21 días, si la ACP no accede al pago de 1.600 millones de dólares por sobrecostos, que no estaban incluidos en el plan oficial.

Quijano aclaró que, en caso extremo, la ACP tiene la facultad de asumir el proyecto de expansión en la franja canalera y contratar a una compañía administradora del proyecto del tercer juego de esclusas, para garantizar el tránsito de los grandes buques "post Panamax", adoptados por la industria marítima. El anuncio fue hecho antes de la llegada a la capital panameña de la ministra de Fomento de España, Ana Pastor, quien realizará una gestión de mediación en un conflicto con ribetes de escándalo internacional, que amenaza con paralizar las obras de expansión en la vía interoceánica.

El consorcio reitera el ultimátum

Paolo Möder, coordinador de la junta directiva del Consorcio Grupo Unidos por el Canal (Gupc), criticó la "falta de diálogo" con la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) y reiteró que suspenderá la construcción del tercer juego de esclusas, si se ignoran sus peticiones económicas. Möder afirmó que, durante cinco meses, la ACP se ha negado a aceptar una solución al conflicto.

Möder sostuvo que "el Gupc ha cumplido a cabalidad sus obligaciones conforme al contrato y la ley, y ha mantenido un inequívoco compromiso permanente de solventar los problemas que afectan al proyecto", cuyo costo original fue estimado en unos 3.200 millones de dólares. Añadió que, si la ACP rescinde el contrato vigente para acudir a un nuevo contratista, "se perderán las garantías" en el convenio, habrá retrasos en la entrega de las obras y los gastos adicionales aumentarían en unos 2.000 millones de dólares.

No al "chantaje"

Jorge Luis Quijano, por su parte, reafirmó la decisión de rechazar el "chantaje" y recurrió a recibos de pagos por 62 por ciento del monto de los contratos al consorcio, al que le fue adjudicado en 2009 el contrato de diseño y construcción del tercer juego de esclusas. Hasta la fecha, la ACP ha desembolsado 2.831 millones de dólares al Gupc, de los cuales, 2.047 millones corresponden a pagos por avance de obra y 784 millones en adelantos. El Gupc presentó la oferta más baja (3.200 millones de dólares) en una licitación internacional, por debajo del precio base, lo que sorprendió entonces a competidores y analistas, y generó dudas en el sector marítimo y naviero.

Tras el inicio de los complejos trabajos de expansión, el consorcio enfrentó una serie de dificultades, entre ellas huelgas, despido de empleados, accidentes fatales, así como órdenes de retirar capas de cemento y otros materiales que no pasaron los controles técnicos y de calidad de la ACP. A los problemas del Gupc, se ha sumado la falta de pago a los subcontratistas, incluida la compañía que realiza el montaje de las compuertas de las esclusas en Italia, lo que repercutirá en las obras, que deberían ser concluidas en junio de 2015.

El conflicto ha generado expectación internacional. Queda pendiente una reunión, que tendrá lugar el lunes, con mediación de la ministra de Fomento de España, Ana Pastor. En el diálogo participarán el presidente panameño, Ricardo Martinelli, el administrador de la ACP, el presidente de Sacyr, Manuel Manrique, y secretarios de Estado de España.

MS (dpa/El País)