El cansancio de "los grandes"
7 de junio de 2002
En el primer Mundial del tercer milenio, los grandes favoritos comenzaron con descalabros. La debilidad de las selecciones europeas fueron evidentes durante la primer semana de juegos. De por sí que muchos astros ni siquiera están presentes, como Baggio, Saviola, ó el alemán Deisler. Otros llegaron al Mundial con lesiones, Beckham, Zidane y Morientes, o parecen haber perdido su antigüo esplendor, como Figo o Ballack.
Motivación en metálico
En la copa faltan campeones y en Francia se notó un gran ausente. Trágico sería que la regla de cálculo decida el futuro de la ‘Gran Nación’. Un triste panorama en la historia europea del fútbol, se lamentan analistas alemanes, mientras que los aficionados, tienen que acostumbrarse a nuevos nombres, nuevas caras.
La derrota de Portugal frente a Estados Unidos tomó por sorpresa a todos. Los estadounidenses, siempre motivados por el negocio, ofrecieron a cada uno de los jugadores una recompensa de medio millón de dólares si conquistan la copa Mundial, de preferencia, ganando los siete partidos. Durante el pasado mundial de Francia, los jugadores recibieron una oferta similar, pero no recibieron un centavo, Estados Unidos no ganó ningún partido.
Senegal y Camerún convencen y Corea del Sur deslumbra ¿Y que pasa con América Latina? Brasil y Costa Rica quedaron a la cabeza de sus grupos, no así Argentina, que cedió el liderazgo a Inglaterra en el grupo de la muerte. En el torneo se perfilan nuevas estrellas, quienes podrán beneficiarse de la globalización en el juego del balón. Como si fueran mercenarios son contratados en cualquier parte del mundo con los sueldos más altos.
Europeos debilitados
Todos los jugadores de los equipos europeos, incluídos argentinos y brasileños, tienen tras de sí una abrumadora temporada: la Liga de Campeones. Tanto física, como mentalmente, llegaron al mundial cansados. Estados Unidos, en cambio, dedicó seis meses de entrenamiento a sus jugadores, quienes tienen todos contratos con la Major League Soccer. Senegal, por ejemplo, entrenó durante un mes a su equipo.
En Europa, donde el fútbol se ha desarrollado tanto, donde se cuenta con todos los medios financieros para entrenar a los jugadores, el fútbol es una prioridad constante. Mientras que para muchas selecciones nacionales, la copa mundial es el máximo torneo para la que se preparan especialmente, los europeos llegaron al Mundial como a la última fase de una larga temporada.