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El CETA, un mal precedente para acuerdos UE-Mercosur

28 de octubre de 2016

Las dificultades en torno a la firma del acuerdo CETA pueden ser una mala señal para futuras negociaciones entre el Mercosur y la UE, dice experto.

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Imagen: picture-alliance/dpa/K.Ohlenschläger

Luego de intensas negociaciones, el impasse en Bélgica sobre la firma del Acuerdo Integral de Economía y Comercio (CETA), entre la Unión Europea y Canadá, llegó a su fin. Pero la crisis puso en jaque la credibilidad de la política comercial del bloque europeo y, además, planteó dudas sobre la capacidad de los europeos de lograr cerrar futuros acuerdos, por ejemplo, con el Mercosur.

Especialistas consultados por DW dieron opiniones divergentes en cuanto a si las dificultades europeas para la aprobación del CETA y, posiblemente, en el futuro, el Acuerdo de Asociación Transatlántica de Comercio e Inversión (TTIP) –negociado actualmente con EE. UU. y también ampliamente criticado por los ciudadanos europeos- pueden ser consideradas una buena noticia para los sudamericanos.

"Por un lado, en la medida en que van disminuyendo las chances de una implementación rápida del CETA y del TTIP, Bruselas se ve presionada a demostrar que el "Brexit” no significa la pérdida de peso relativo de la Unión Europea en la economía global”, dice Marcos Troyjo, director del BRICLab de la Universidad de Columbia, EE. UU. "La UE precisa de más alianzas fuera del espacio común. Eso puede flexibilizar algunas posiciones europeas en sectores de interés para el Mercosur, como el área agrícola”.

El experto afirma que, incluso por motivos geopolíticos, la UE desea ahora más que nunca un acuerdo con el Mercosur para demostrar que el "Brexit” no le restó atractivo ni importancia como bloque político-económico. "Cerrar un acuerdo con el Mercosur incrementa el número de opciones para Europa, lo cual refuerza su posición negociadora en cuanto al CETA y al TTIP”, afirma.

"No es buen momento para el Mercosur”

Oliver Stuenkel, profesor de Relaciones Internacionales de la Fundación Getúlio Vargas (FGV), explicó por su parte a DW que las dificultades de la UE en las negociaciones con Canadá y EE. UU. no son una buena noticia para el Mercosur. "Esos obstáculos demuestran que el clima en general es negativo y que la capacidad de los europeos de firmar acuerdos de comercio importantes es extremadamente limitada en este momento. Y que no es un buen momento para que el Mercosur negocie un acuerdo con la UE”.

Demonstration gegen CETA und TTIP
Imagen: picture-alliance/dpa/J. Turczyk

Asimismo, el experto dijo que la aprobación del CETA probablemente pueda aumentar un poco las posibilidades de un acuerdo entre la UE y el Mercosur, "pero, aunque así fuese, soy bastante pesimista en lo que se refiere a un acuerdo entre los bloques europeo y sudamericano, independientemente de lo que ocurra ahora con las negociaciones de la UE con Canadá. En definitiva, los obstáculos para un acuerdo entre la UE y el Mercosur son mucho mayores que los que había en las negociaciones con Canadá”, subraya.

Las negociaciones con el Mercosur datan de 1999

Las negociaciones sobre un acuerdo de libre comercio entre el Mercosur y la UE se vienen arrastrando desde 1999, ya que el proyecto se congeló en 2004. En mayo de 2010 se retomaron las discusiones, cuando fue acordado un trueque de ofertas de acceso a mercados, lo que ocurrió en mayo de 2016.

Una de las partes más delicadas de las negociaciones es la apertura del mercado agrícola europeo a los países del bloque sudamericano. Según Troyjo, las dificultades de la negociación del CETA y el TTIP reflejan que será difícil para el Mercosur obtener acceso privilegiado al espacio europeo para sus exportaciones de productos agrícolas y minerales sin también negociar temas que van más allá de tarifas y cuotas, es decir, de temas que son de interés europeo. ”Probablemente, cuestiones como leyes laborales, de la propiedad intelectual, leyes medioambientales y compras gubernamentales ganarán aún más relieve en las tratativas. Eso, potencialmente, puede extender todavía más una negociación que ya dura 17 años”, explica.

Autor: Fernando Caulyt (CP/ERS)