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El cielo sobre „Ground Zero“

Meike Naber14 de octubre de 2004

En su última película, “Land of Plenty”, el cineasta alemán Wim Wenders cuenta una historia de pobreza, trauma psicológico, paranoia y patriotismo en Estados Unidos.

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Land of Plenty, de Wim Wenders

Wim Wenders, polifacético e incómodo director de “París, Texas” (1984), “El cielo sobre Berlín” (1987), “El hotel del millón de dólares” (1999) y el documental “Buena Vista Social Club” (1999) entre otros, traza en “Land of Plenty” un mapa de la desconfianza y el desconcierto que rige en la sociedad estadounidense tras los atentados del 9/11.

Dos imágenes de mundo chocan

Los personajes centrales de la película son dos idealistas. Día tras día el apasionado patriota Paul (John Diehl) ronda en su camioneta por las calles de Los Ángeles, vigilando el acontecer diario en la ciudad, en busca de personas o movimientos sospechosos.

Filmszene Land of Plenty von Wim Wenders
Imagen: 2003 Reverse Angle International / IFC All Rights Reserved

Veterano traumatizado de la guerra de Vietnam, Paul se encuentra en misión propia: quiere proteger a su país de la amenaza terrorista que acecha invisible y oculta tras cada esquina. Para eso ha adaptado la camioneta en la que vive en un centro de vigilancia altamente tecnificado: instalación de radio, telescopio, cámaras, máquina de dictar.

Lana (Michelle Williams) es la nieta de Paul. Es una joven idealista palestína, crecida en la Cisjordania ocupada. Parece todo lo contrario de su tío: comprensiva, tiene una imagen positiva del mundo, se concentra en “lo bueno” del ser humano. Viene para estudiar en Estados Unidos, la otra “tierra prometida”. Sobre todo ha venido en busca de su tío Paul. Forzada por motivos económicos, trabaja en un asilo para gente desamparada. En los suburbios de Los Ángeles se "tropieza" no sólo con el “sueño americano” sino también con su tío Paul.

Filmszene aus Land of Plenty von Wim Wenders
Imagen: Donata Wenders

Ambos se convierten en testigos del asesinato de un inmigrante árabe. Juntos se marchan en la camioneta de Paul a buscar a un pariente del asesinado. Pero el trasfondo que los motiva no es el mismo. Su viaje les lleva por todo Estados Unidos y termina frente al “Ground Zero”.

Good bless America

Wenders no ha facilitado las cosas ni a si mismo y ni a su audiencia. Sin ningún tipo de consideración presenta las desilusiones en un mundo dónde nada es lo que parece y en donde lo que impera es la desinformación. El "freak" Paul parece personificar todo lo que ha fracasado dentro del „sueño americano“. Él, igual que su país que se ha esforzado por armarse con los sistemas de comunicación más desarrollados, parece haber perdido la capacidad de comunicarse con los demás. Lana, por su parte, “buscando visa” para el "sueño americano", abandonó el terror en Cisjordania sólo para encontrarse nuevamente en un país que parece sumergido en un estado de guerra.

Los Ángeles, ciudad donde Hollywood fabrica el "sueño americano" al por mayor, tiene otra cara muy fea. Wenders también la califica como la capital del hambre o la vangancia. Son las organizaciones cristianas, flanqueadas por asociaciones civiles, las que tradicionalmente practican en Estados Unidos el apoyo social, las que se encargan de las cocinas de pobres y los asilos para desamparados. Wenders contrasta en forma crasa esta visión cristiana con la nueva ideología republicana que él define como “religión nacional- Good-bless-America”, tan propagada por el gobiérno de Bush en la Casa Blanca.

George W. Bush und Flagge der USA
Imagen: AP

“No soy polémico como Michael Moore”

Wenders se ve confrontado con voces críticas que le reprochan que como europeo no le corresponde opinar sobre el clima político actual estadounidense.

El director alemán vive desde hace años la mayor parte del tiempo en Los Ángeles y el resto en Berlin. Siempre se ha dado el lujo de defender una clara opinión política a ambos lados del Atlántico. Abandonó Estados Unidos en la era Reagan porque le parecía insoportable. “Repentinamente hubo en Nueva York cientos de desamparados, personas que no contaban con oportunidad alguna (...) consecuencias directas de una política que sentía era absolutamente irresponsable e inhumana”, apuntó Wenders en una entrevista al periódico Süddeutsche Zeitung (SZ).

Y, sin embargo, se esfuerza en todas sus películas por mantener una visión distanciada. Según Wenders, sólo pudo filmar su película, “Cielo sobre Berlín” justo porque vivió previamente siete años en Estados Unidos.

Wenders explica que en “Land of Plenty” quiso tematizar todo lo que le preocupa en el actual desarrollo de Estados Unidos. En la administración Bush ve el peligro de un nuevo imperialismo como el que se pudo observar anteriormente en la era McCarthy, en la década de los 50. Sin embargo Wenders quiso evitar dar un mensaje político. Su intención fue filmar una película que refleje los temores que ocupan a Estados Unidos y su forma de superarlos. „No me gusta polemizar como Michael Moore“. Pero tal vez, admite Wenders en entrevista a la DPA, polemizar funcione mejor en Estados Unidos.