El dilema de Polonia: ¿quedarse o salirse de la UE?
13 de octubre de 2021El pueblo polaco es europeísta. Para la mayor parte de la población, Occidente fue un referente y una meta añorada incluso durante los tiempos más duros del régimen comunista. Su adscripción a la esfera de influencia soviética tras 1945 fue siempre percibida como una separación artificial de sus raíces políticas y culturales. Por eso, la caída de la Cortina de Hierro en 1989 fue celebrada como un "retorno a Europa”.
La política proeuropea de los gobiernos posteriores a ese vuelco encontró amplio respaldo en la sociedad polaca. En 2003, un 77,45 por ciento de los ciudadanos se pronunció en un referéndum a favor del ingreso de su país a la Unión Europea. Ya en ese entonces, las fuerzas antieuropeas del extremo derecho del abanico político intentaron propagar el miedo, augurando, por ejemplo, que la apertura del mercado agrícola llevaría al colapso de la agricultura polaca. No lo consiguieron.
La UE sigue gozando de popularidad
La proporción de europeístas no solo se ha mantenido en un alto nivel en las pasadas dos décadas, sino que incluso ha aumentado. En una encuesta realizada el 5 de octubre (2021) por el instituto IPSOS, por encargo del periódico Gazeta Wyborcza y el portal de internet OKO.press, el 88 por ciento de los consultados se pronunció a favor de la permanencia de Polonia en la UE. El resultado confirma la tendencia de sondeos anteriores.
Casi 100 mil personas salieron el domingo (10.10.21) a las calles de Varsovia,con la consigna de "Nos quedamos en Europa”. En toda Polonia se manifestaron más personas que en anteriores protestas, como las realizadas contra la prohibición del aborto.
Pero la pregunta de fondo sigue en pie: ¿puede la alianza derechista que gobierna sacar al país de la UE? Los nacionalistas conservadores desmienten tales intenciones. Afirman que es propaganda de la oposición contra el gobernante partido Ley y Justicia (PiS). Y, para reforzarlo, la cúpula del partido adoptó a mediados de septiembre una resolución en la que se descarta una retirada de la UE.
Maniobra retórica
La derecha polaca sabe que un rechazo abierto de la UE equivaldría a un suicidio político. Pero, al mismo tiempo, aumentan los conflictos con Bruselas. La táctica del bando gubernamental consiste en presentar a Polonia como la "verdadera Europa” y criticar a Europa occidental como una entidad de izquierda, neomarxista, que con el matrimonio homosexual va por el mal camino. De acuerdo con esta narrativa, Polonia, con su catolicismo y su visión tradicional del matrimonio y la familia, habría de salvar al Viejo Continente de la perdición.
Algunos analistas consideran que la retórica antieuropea obedece a una maniobra táctica para aplacar al extremo derecho de la alianza gubernamental. Otros advierten que Polonia, al igual que Gran Bretaña, podría aterrizar fuera de la UE sin proponérselo realmente.
Las últimas manifestaciones dominicales han demostrado que Donald Tusk tiene un gran potencial de movilización. Este político, que fuera jefe del Consejo Europeo, intenta volver a poner a su partido de la Plataforma Ciudadana (PO) en forma para gobernar. Las encuestas indican que una oposición unida podría derrotar al PiS en las elecciones parlamentarias.
Oposición desunida
Sin embargo, el problema de la oposición es su falta de unidad. El liderazgo de Tusk es puesto en tela de juicio. Está previsto que en Polonia se celebren elecciones en 2023, pero muchos observadores no descartan que haya comicios anticipados el año entrante.
Pero ¿por qué eligieron en 2015 los polacos a un partido euroescéptico? Y ¿por qué volvieron a dar un mandato a los conservadores nacionalistas hace dos años? La pertenencia a la UE es vista cono algo evidente por la mayoría de los polacos. Los temas decisivos en esos comicios fueron otros, sobre todo relativos a la política social. Habrá que ver qué prevalece en las próximas elecciones.
(ers/ms)