El dolor hecho música
29 de noviembre de 2002"No eres ninguna belleza, y estás sucia del trabajo. Pero te gustas sin maquillaje, y muestras tu rostro sincero. Lamentablemente sobrecargada de construcciones. Pero así eres tú." Con su declaración de amor a su ciudad adoptiva, la ciudad minera de Bochum, Herbert Grönemeyer se hizo de noche a la mañana famoso en toda Alemania.
Algunos, sobre todo en el extranjero, le recuerdan por su papel en la película "Das Boot" (El submarino), uno de los mayores éxitos del cine alemán, dirigida por Wolfgang Petersen en 1981. Para la mayoría de los alemanes Grönemeyer es el artista que vendió más de 10 millones de discos.
Su carrera es impresionante. Es el artista alemán que más personas reunió en un concierto a aire libre, renuniendo a 100.000 espectadores en un concierto en Berlín en 1991. En 1994 fue el primer artista alemán invitado a los conciertos "unplugged" realizados por la cadena de televisión MTV.
El impacto
Hasta aquí, la carrera de Herbert Grönemeyer suena como la de una estrella del rock normal y corriente, simplemente con el valor agregado del éxito comercial. En 1998, el destino marca para siempre la vida de Grönemeyer. Pocos días después de la muerte de su hermano, su mujer Anna muere víctima del cáncer. Queda solo, con sus hijos de 10 y 11 años.
Sigue un largo período de silencio. En agosto de este año, tras 4 años de pausa, sale el nuevo álbum "Mensch" (Ser humano), que salta de inmediato al primer lugar de las listas de venta, recaudando en poco tiempo un séxtuple disco de platino. Es el regreso triunfante de Grönemeyer.
"Te tengo conmigo, hasta que caiga el telón"
El artista de 46 años logró captar todos sus sentimientos y convertirlos en música y letra. Las letras, por las que Grönemeyer siempre fue elogiado, superan todas sus producciones anteriores. Especialmente la canción dedicada a su mujer, "Der Weg" (El camino), conmueve y emociona.
Miles de mensajes de personas que confiasen llorar al escuchar "Der Weg", llenan los foros en Internet dedicados a la letra de esta canción. Muchos recuerdan a seres queridos desaparecidos y elogian el regalo que les dio Grönemeyer al encontrar palabras tan sensibles.
Grönemeyer trata de curar su dolor mediante la música. Lo logra, se siente, causa escalofríos, y esto es lo singular del álbum.