El día después de la victoria

Para muchos aficionados la fiesta siguió toda la noche. Centenares de seguidores recibieron a primera hora de la mañana a la squadra azzurri en el cuartel general de la selección en Duisburgo. Unos 3.500 tifosi esperaban con ondeantes banderas a la selección. Una llegada triunfal de los tetracampeones que fueron recibidos con luces de bengala al acercarse el autobús al hotel. "Tutti", gritaban las aficionadas al aproximarse a vuelta de rueda el vehículo. "Grazie di tutto" se leía en una pancarta al lado de un gran corazón. "Somos la mejor selección del mundo", coreaban los aficionados en camiseta azul.

La prensa deportiva italiana rindió honores a la selección nacional tras su victoria contra Francia que la convierte en campeona por cuarta vez, tras los títulos obtenidos en 1934, en 1938 y en 1982. En Alemania la alegría por el triunfo de la "Bella Italia", fue superada por el shock del trágico final de Zidane tras la agresión contra el italiano Materazzi.

Todo mundo se pregunta qué fue lo que el jugador del Inter dijo al Rey Zidane para que éste perdiera así los estribos. En todo caso Materazzi salió del vestuario con la canción de Italia 90, "una noche mágica", a todo volumen para evitar las preguntas de los periodistas. Materazzi fue protagonista para bien y para mal en el partido final. Fue quien provocó el penalti a los siete minutos que transformó Zidane, logró el empate en un formidable remate de cabeza y fue blanco del cabezazo del capitán galo que condujo a su expulsión.

Un gran monólogo de Francia

Italia había roto el maleficio que pendía sobre ella a la hora de tirar a penales. Pero analistas europeos consideran que el triunfo italiano estuvo acompañado por una buena dosis de suerte. "Que nadie hable de fútbol. Italia no existió", señala contundente el diario español El Pais. "Fue un gran monólogo de Francia".

La historia futbolística se encargará de poner en su justo lugar a los protagonistas. En todo caso el seleccionador italiano, Marcello Lippi, no cabía de felicidad. "No sé cuantos entrenadores han tenido la fortuna de ganar la Liga de Campeones y después el título de campeones mundiales", dijo en una entrevista a la DPA. "Me siento feliz de haber dado a nuestro país tanta alegría, en un momento en el que era urgentemente necesario".

Escándalo espera a campeones

"A partir del partido de semifinales nos dimos cuenta de que todo era posible, entonces decidimos que no dejaríamos pasar una oportunidad semejante", afirmó Lippi. Italia llegó al mundial con su fútbol salpicado de denuncias de corrupción y deslealtad. Héroes como Gianluigi Buffon, Luca Toni, Marco Materazzi, Mauro Camoranesi y Gennaro Gattuso, entre los 13 internacionales afectados, quizás tengan que jugar en divisiones menores porque sus equipos podrían perder su categoría.

Clubes como el Juventus, Milán, Florentina y Lazio serán relegados probablemente a segunda y tercera división. Incluso se dice que la fiscalía despojará a Juventus de los títulos de liga que ganó en las últimas dos temporadas. El seleccionador dijo que uno de los atributos que habían hecho que Italia ganara el trofeo fue que la selección estaba más hambrienta (de triunfo) que las demás.