"El Ejército alemán no tiene una estrategia clara en Afganistán"
1 de noviembre de 2006
DW-RADIO: ¿Cuál diría usted que es el principal problema de las misiones de la Bundeswehr en el extranjero?
Reinhardt: Las operaciones post conflicto han ido degenerando en operaciones militares, más que en operaciones civil-militares. En una primera fase el ejército debería proveer seguridad interna y externa. Pero si analiza el despliegue ya sea en Bosnia, Irak o Afganistán, se observa una falta de coordinación.
¿Quiere usted decir que no se trata sólo del Gobierno alemán sino de todos los gobiernos? Después de todo Alemania sólo participa en el marco de misiones organizadas por la OTAN, la Unión Europea y las Naciones Unidas.
Absolutamente. Este problema no atañe únicamente a Alemania. Lo he observado en todas las naciones y si lee usted el libro de Bob Woodward sobre la campaña en Irak, verá que los estadounidenses todavía luchan por desarrollar una estrategia para enfrentar estos problemas. Si no se hace desde el principio, puede ser que haya muchos y muy buenos elementos en el país que están tratando de hacer lo mejor que pueden, pero en la mayoría de las ocasiones están obstaculizándose unos a otros. Tuvimos y aún tenemos en Kosovo cera de 3,500 organizaciones no gubernamentales y organizaciones internacionales. De alguna manera se debe lograr una aproximación sinergética en beneficio de la población local.
¿Qué clase de estrategia se requiere?
Creo que antes de ingresar en un país las naciones y la comunidad internacional deben reunirse para considerar qué es lo que debe ofrecérsele al país en cuestión, qué medios -personal, medios financieros y médicos- en orden de asegurar que una aproximación desde la base responda a las necesidades de la población. No basta con combatir a los talibanes en el sur de Afganistán y mantener una presencia militar si las condiciones de vida de la población no logra mejorarse al mismo tiempo. Una cosa debe ir de la mando de la otra, de lo contrario perdemos la confianza de las personas por las que hemos ido a ese lugar particular.
¿Sostiene usted que el ejército alemán y el resto de soldados que participan en estas misiones no están cumpliendo su función en este momento?
No, no estoy diciendo eso. Si usted observa el caso de los Balcanes, la función clave de las fuerzas de la OTAN fue poner fin a la guerra, acabar con los asesinatos y las atrocidades. Creo que en ese aspecto las fuerzas desplegadas hicieron un trabajo excelente que fue bien recibido por la población. Pero términos como democracia y libertad no tienen ningún valor para las personas mientras que no sientan que sus condiciones de vida han mejorado. Y si no podemos garantizar -más allá de las estabilización de la situación interna que es trabajo de las fuerzas militares y policiales- que las condiciones de vida mejorarán, la fuerza militar se convierte en una fuerza de ocupación.
Se ha criticado los largos periodos que duran estas misiones, hasta el punto de que algunos sienten que el ejército alemán se va pero jamás regresa. ¿Cuándo es hora de que los soldados regresen?
Esta es una buena pregunta. Tenemos que establecer un catálogo de criterios a cumplirse y supervisarlo y cuando se tiene la impresión de que los criterios han sido cumplidos hasta cierto punto, entonces se puede pensar en regresar a los soldados; justo como los alemanes lo intentan ahora en el caso de Bosnia-Herzegovina en donde se cuenta con una policía local y de cierta forma con un gobierno local y una fuerza militar que pueden continuar con los elementos implementados por el contingente alemán.