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El fallido concepto energético de Kiev

15 de febrero de 2011

Apenas ningún otro país europeo desperdicia tanta energía como Ucrania. La conciencia de la eficiencia energética se asienta lentamente. Entre otros motivos, porque el gobierno tiene otras prioridades.

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Central de calefacción en Ucrania: el gas es el combustible más importante. Y se desperdicia, porque los precios son bajos y la infraestructura tiene fugas.Imagen: AP Photo/Efrem Lukatsky

Gregor Postl trabaja en Ucrania para la Cámara Federal de Economía de Austria como comisario comercial en una oficina donde a menudo hace demasiado frío o demasiado calor. “No es tan fácil regular la temperatura cuando la calefacción no tiene termostato”, explica. “Abrimos y cerramos las ventanas según la necesidad”. Su despacho en la capital Kiev se encuentra en un complejo recientemente construido. “A pesar de ello, tiene los fallos de toda la vida: mal aislamiento y calefacción sin posibilidades de regulación.”

La calefacción de la mayoría de los edificios se controla a distancia. Una calefacción de gas en el sótano funciona para todas las habitaciones, pero únicamente desde mediados de octubre hasta mediados de abril. Durante el semestre veraniego, la red permanece apagada, al igual que en muchas otras ciudades ex-soviéticas. En Ucrania, la situación es especialmente grave, puesto que es uno de los países de Europa que más energía malgasta. Según la Sociedad alemana de Economía Exterior, se gasta entre tres y cuatro veces más de la media de los países de la Unión Europea. Y 30% de este uso recae únicamente sobre el sector inmobiliario: un pico muy negativo.

Lebensmittelgeschäft, L'viv, Ukraine
Apartamentos en la localidad ucraniana de L’viv: los edificios a menudo no están aislados, las ventanas tienen fugas y son de vidriado simple. Así se pierde mucha energía.Imagen: CC/point of lviv

Edificios defectuosos, bajo precio del gas

Los techos tienen frecuentes fugas, las ventanas son de vidriado simple y las casas apenas están aisladas; las redes de calefacción, electricidad y agua caliente están obsoletas. “Si no actuamos ahora, nos arriesgamos a acabar en cinco o diez años con una infraestructura en ruinas”, advierte Elena Rybak, directora de la Agencia Energética Europeo-Ucraniana, al portal de noticias EurActiv. “Faltan incentivos para ahorrar energía”, advierte el comisario comercial Postl. “Los precios del gas son bajos y se siguen subvencionando. Esto estimula el desperdicio.” Esto podría cambiar, no obstante: el Fondo Monetario Internacional, que aprobó créditos para Ucrania durante la crisis económica, vincula estos préstamos a la reducción de subvenciones. Por ello, el gobierno ha subido el precio del gas en 2010 en un 50%. Pero antes de la próxima subida, planeada para abril, el gobierno se ha echado atrás, informa Postl. Las subidas de precio no sientan bien entre los votantes.

Fábricas obsoletas, dependencia de Moscú

Las fábricas obsoletas en los sectores de uso intensivo de energía, tales como el hierro, el acero y las industrias de fertilizantes, son verdaderos devoradores de energía. Ucrania apenas dispone de fuentes energéticas propias. Por ello, el 80% del gas natural se importa desde Rusia, lo que lleva a conflictos: tras la subida de precio del gas en 2005 por parte de Moscú, se dieron discusiones entre ambos estados. Las consecuencias fueron un alto a las exportaciones, que afectaron también a los países de la UE, entre otros, ya que una buena parte de las exportaciones rusas de gas a Europa se realizan a través de Ucrania.

Ukraine Wahlen Premierminister Mykola Asarow Kiew
Trabajando por las energías renovables: el Ministro Presidente Mykola Asarow, elegido en 2010.Imagen: AP

“Por motivos también políticos, Ucrania debe establecer una nueva política energética”, dice Gregor Postl. “La intención existe, pero no para la eficiencia de energía”. Según él, se trabaja más hacia las energías renovables. “Un aerogenerador es visible, políticamente hablando, pero una casa aislada apenas lo es.” Las energías eólica y solar suponen beneficios económicos desde 2009, desde que Ucrania se estableció como la única república ex-soviética con un sistema de primas para la electricidad verde. Por ello se han establecido parque solares en la península de Crimea.

Llanuras comunales activas

A pesar de ello, se necesitan urgentemente leyes para la eficiencia energética, dice Postl. No existe “ningún programa que ayude a los ciudadanos para la rehabilitación de edificios”, tal y como informa la Sociedad Alemana de Cooperación Internacional (GIZ). En este hueco trabajan agencias de desarrollo occidentales y también la UE con su Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo (BERD). Estos financiadores organizan ferias para inversores europeos y dan dinero a las municipalidades para renovaciones. El BERD quiere destinar para 2015 73 millones de euros para 40 nuevos proyectos de eficiencia energética.

Malas notas para la política climática

Logo Europäisch-Ukrainischen Energieagentur
La Agencia Europeo-ucraniana quiere encontrar nuevos inversores. Y mover al gobierno hacia nuevas y necesarias leyes de eficiencia energética.

Según la Agencia Energética Europeo-Ucraniana, existe un “enorme potencial para proyectos de eficiencia energética”. Si se ponen en marcha, es seguramente por motivos de ahorro de costes. Empresarios y políticos apenas hablan de protección medioambiental. No en vano, Ucrania se lleva la peor calificación en el índice de protección climática de la organización medioambiental Climate Action Network Europe.

La política climática se percibe a menudo como un lujo caro e innecesario, ya que, al igual que Rusia, Ucrania ha registrado un fuerte receso en las emisiones de CO2 en comparación con 1990, mayor del previsto por el Protocolo de Kioto. La razón de ello es el colapso de la industria en la década de los 90. Gracia a ello, las emisiones se redujeron tan drásticamente que Ucrania ha conseguido incluso un excedente de derechos de emisión a través del comercio global de emisiones. Kiev quiere ahora incluir estos derechos en un nuevo tratado de protección climática, al igual que Moscú. La decisión para ello se tomará a finales de año, en la próxima conferencia climática global, en la ciudad sudafricana de Durban.

Autor: Torsten Schäfer / Lydia Aranda Barandiain

Editor: Pablo Kummetz