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¿El fin de la cultura juvenil?

vr30 de marzo de 2004

Según la industria musical británica y estadounidense, el mundo del pop ya no está regido por adolescentes, sino por adultos y ni siquiera por adultos jóvenes, sino de 40 años para arriba.

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A los cuarentones les encanta la música pop de la alemana Sarah Connor, de apenas 23 años de edad.Imagen: AP

En una publicación reciente del diario inglés "The Guardian" se dio a conocer una noticia escalofriante: la mayoría de los consumidores de discos pop no son adolescentes que sufren de acné, sino adultos de más de 40 años de edad. Tanto sociólogos, como periodistas musicales, se preguntan ¿cuál será el futuro de la cultura juvenil en vista de que los jóvenes de hoy son los cuarentones? ¿Está destinada a desaparecer la cultura juvenil?

Los datos dan qué pensar. También en Alemania se registran cifras similares: en 2002, el 21% de los oyentes de música pop ya había alcanzado los 40 y sólo el 14% eran los auténticos adolescentes, para quienes había sido concebida esta música originalmente.

EE.UU. tampoco se queda atrás en materia de maduros consumidores de sonidos jóvenes: según un estudio, publicado por la RIAA - Asociación estadounidense de la industria discográfica - hasta 1998 el principal grupo de compradores de pop estaba formado por jóvenes entre 15 y 19 años. Entre tanto este lugar lo ocupan los adultos mayores de 45 años. De más está aclarar que no se puede tratar de los mismos clientes.

Rolling Stones bei SARS-Benefizkonzert in Toronto
Rolling StonesImagen: AP

Los expertos dicen que este fenómeno se debe a que, por un lado, los cuarentones tienen más dinero que los adolescentes y, por el otro, no tienen ni idea de cómo descargarse un archivo MP3 gratuitamente desde internet. Peter Zombik, director de la Unión discográfica alemana, explica: "Aquí no se trata simplemente de fans de los Rolling Stones que envejecieron y lo único que compran son discos de los Rolling Stones". El consumidor perfecto está abierto a todo lo nuevo.

La muerte del Rock'n Roll

Es hora de asumir la realidad: La leyenda del Rock'n Roll murió, se acabó la rebeldía de los años 50 que provocaba la rabia impotente de padres y abuelos. La música pop era sinónimo de juventud, impensable lo uno sin lo otro. Los jóvenes de entonces crecieron y muchos de ellos, en lugar de ceder su lugar a los jóvenes de ahora, quieren estirar su juventud a como dé lugar.

Norah Jones Grammy Verleihung
Norah JonesImagen: AP

De hecho, son los cuarentones quienes definen la música que suena ahora en las radios del mundo occidental. Un buen ejemplo es el éxito arrollador de Norah Jones, ubicada en el primer lugar de los rankings alemanes. La joven, de apenas 22 añitos hace la música pop del futuro: tan indefinidamente suave, que no excluye a ninguna generación. El fan alemán de la Jones tiene en promedio 37 años. Mientras que la imagen del adulto solvente, de 40 años está cada vez más definida, se va desdibujando la del escucha joven.

¿A dónde van los jóvenes?

La juventud del futuro deberá renunciar a su sentido existencial de juventud. Los jóvenes ya no formarán parte de un movimiento pop, que surge en la clandestinidad, luego conquista los rankings y escandaliza a los viejos. Pero, lo más triste es que los jóvenes son en parte responsables de esta situación. El mundo del pop está regido por las leyes del mercado y si toda una generación de adolescentes adquiere su música de modo ilegal, vía internet o copiando los compactos de los amigos, termina haciendo desaparecer ese mercado. La industria del futuro se va a concentrar en quienes le den dividendos. Es decir, todos aquellos que son demasiado viejos, demasiado torpes, demasiado sinceros o demasiado ricos para adquirir su música por las vías de la ilegalidad. Serán precisamente estos compradores quienes definirán cuál es la música que se oye, vende y edita. En términos de música pop, ocurriría la peor catástrofe jamás imaginable: los jóvenes podrán escuchar solamente la música que prefieran sus padres.