Goles comprobados
6 de julio de 2012La modificación al reglamento del fútbol, la más drástica en su historia, aplicará, en principio, sólo en los torneos oficiales de la FIFA. Las diferentes ligas, tanto en Europa como en el resto del mundo, se enfrentan a un enorme reto logístico para introducirlas a su cotidianidad deportiva y, pese a que se ha celebrado la decisión, aún nadie define fechas exactas para contar con ella.
Los sistemas
La FIFA le dio el visto bueno a dos tecnologías diferentes, la primera de origen británico, conocida como el “ojo de águila”, que hace uso del reconocimiento óptico de las jugadas, valiéndose de cámaras, para establecer si la pelota efectivamente atravesó la raya de gol.
La segunda opción es un producto desarrollado conjuntamente por Alemania y Dinamarca, que combina un balón con un chip en su interior, y una línea de meta con una banda magnética. Ambos sistemas enviarán una señal al árbitro del respectivo partido, de forma exclusiva, informándole que se produjo un gol, y será el quien tendrá la potestad de otorgarlo o no, algo que despierta suspicacias en diferentes círculos.
Además, tampoco es claro cuál de las dos tecnologías aprobadas, será la más apropiada para el uso doméstico, pues ellas están vinculadas a enormes costos de modificaciones tanto en los estadios como en las dotaciones requeridas para el juego. Las diferentes ligas deben ante todo debatir quién asumirá el pago, y este tema no será uno en el que se alcanzará un rápido consenso.
El peso de la inversión
Llegado el momento de asumir los costos que generará poder cumplir con el nuevo reglamento, se presentarán acaloradas discusiones que ya han anunciado voceros de diferentes ligas, entre ellas la alemana, cuyo presidente, Reinhard Rauball, dijo al conocer la noticia: “es un paso que se da en la dirección correcta, pero antes de la temporada 2013/2014 la Bundesliga no la implementará, pues nos toca mirar con calma quién pagará todo”.
La FIFA, que actúa como organismo rector del fútbol, pero no está obligada a financiar, o cofinanciar, los gastos que se deriven del cambio de reglamento, le ha dejado a las ligas locales una “papa caliente”. El “ojo de águila” y el balón con chip, requieren en cada estadio inversiones que fluctúan entre 120.000 y 160.00 euros.
Frente a esto todos los involucrados han pasado a meditar sobre la carga económica, en especial luego que la FIFA estableció que la tecnología únicamente podrá ser empleada para aclarar la existencia de un gol “invisible”. El monto de la inversión es considerable, y no se podrá valer de ella, una vez hecha, para apoyar las decisiones de los jueces centrales en otras polémicas situaciones como las manos en el área que generan penaltis, o faltas alevosas que deberían ser sancionadas pese a que no hayan sido percibidas.
Para demostrar que esos gastos son “razonables”, la FIFA dotará de la tecnología a los estadios de Japón donde, a manera de prueba, este próximo mes de diciembre, se usará durante el Mundial de Clubes, antes de afrontar sus dos retos más grandes: la Copa Confederaciones 2013, y el Mundial Brasil 2014.
Autor: Daniel Martínez
Editor: Emilia Rojas