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El género fantástico, una vieja pasión alemana

Bernd Sobolla/Mirra Banchón13 de diciembre de 2012

Llega a las salas de cine “El Hobbit”, la nueva adaptación de la novela de J.R.R. Tolkien, que se prevé como un éxito En Alemania, el género fantástico tiene tradición tanto en las letras como en el séptimo arte.

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El Hobbit. Un viaje inesperado.Imagen: Warner Bros./AP

Entre las películas más exitosas de todos los tiempos se encuentran “Avatar”, “El señor de los anillos”, “La guerra de las galaxias”, “Harry Potter”, “Crónicas de Narnia” y “Batman”. Todas ellas son verdaderos representantes del género fantástico; su denominador común: historias sólo pueden existir en la imaginación humana.

Un mundo entre el bien y el mal

Para algunos puristas, este tipo de películas tienen que llevarse a cabo en un mundo en el cual no existe la tecnología moderna pero sí montones de magia y artes de prestidigitación, dragones, enanos y elfos. En esos mundos se puede discernir muy bien entre el bien y el mal. Según Rolf Giesen, especialista en análisis cinematográfico, “el 80% de las películas de ciencia ficción no son más que fantasía con un atuendo histórico. Obras como “La guerra de las galaxias” podrían clasificarse mejor como science-fantasy”.

Deutschland Film Berliner Oper zeigt Fritz Langs Stummfilm Die Nibelungen
Fritz Lang, Los Nibelungos (1924)Imagen: Friedrich-Wilhelm-Murnau-Stiftung

Como fuere, el género tiene en Alemania una larga tradición. Famosos autores del Romanticismo alemán cultivaron el género: E.T.A. Hoffmann, Ludwig Tieck y Wilhelm Hauff. En el séptimo arte destacan en este campo Friedrich Wilhelm Murnau, con “Nosferatu” y “Faust”, así como Fritz Lang, con “Los Nibelungos”, “Metrópolis” y “Las tres luces”.

Estas películas, producidas durante la República de Weimar (1918-1933), llevaron al primer plano lo sombrío de la época. En ellas pesan tanto los recuerdos de la Primera Guerra Mundial como el infernal ambiente de los sucesos en cierne.

El horror del Holocausto superó a la fantasía

Cuando los nacionalsocialistas llegaron al poder en 1933, en la pantalla grande cambiaron las imágenes: en vez de presentar fantasías tenebrosas, el ministro de propaganda, Joseph Goebbels, y sus productores, se preocuparon de ofrecer diversión. Nada de héroes trágicos. El mundo de los cuentos de hadas era muy adecuado: las historias eran menos crueles, más familiares. Con un pueblo escéptico es casi imposible ganar una guerra.

Después de 1945, al género fantástico las cosas no le fuerontan bien: aún si alguien hubiese querido retomar la línea de Weimar, no hubiese podido. La horrenda realidad del Holocausto había superado a las peores historias de terror de ficción. Así, a ambos lados de la frontera alemana se produjeron cuentos de hadas, pero en su variante más suave.

Fantasie Filme in Deutschland Wir sind die Nacht
Dennis Gansel, "Somos la noche" (2010)Imagen: 20th Fox-Filmverleih

En la década de los 70, Michael Ende logró la fama con “Momo” y “La historia interminable” que fueron llevadas al cine con un estilo grandilocuente. Y el género fantástico revivió, por un tiempo. El público alemán siguió con atención la historia de una niña huérfana que lucha contra los representantes de una “caja de ahorros de tiempo” y el destino del niño maltratado por sus compañeros de clase que busca refugio en los libros. Luego, el género fantástico volvió al silencio.

Una cuestión de dinero

Básicamente, en Alemania es casi imposible conseguir el amplio presupuesto requerido para producir grandes filmes de ficción. “Es un error que se fomente con fondos públicos anualmente cien películas. Sería mejor concentrar el dinero en veinte, de las cuales diez fueran competitivas a nivel internacional”, opina Rolf Giesen.

Entretanto, la nueva generación de productores ha vuelto a optar por la fantasía: Marco Kreuzpaintner tuvo éxito llevando a la pantalla “Krabat”, basada en la novela de Ottfried Preußler. El relato se basa en la historia de Krabat, un niño huérfano de la Guerra de los 30 años (1618-1648) que cae en manos de un oscuro mago. Dennis Gansel con su “Somos la noche” logró hace dos años un thriller de vampiros de gran ciudad. Y, en la magnífica producción “El atlas de las nubes”, Tom Tykwer sigue el destino de seis personas en sus diferentes vidas a lo largo de 500 años.

Filmszene aus Krabat
Marco Nagel, Krabat (2008)Imagen: 2008 Claussen+Wöbke+Putz Filmproduktion / Marco Nagel

Los temas tenebrosos suelen tener éxito en tiempos de crisis; nos enfrentamos a un cambio de era”, afirma Giesen. En su opinión, el que la seguridad se esfume y que la vida se vuelva virtual “se puede tematizar a las mil maravillas en el género fantástico”.

Y otro fantástico éxito de taquilla

Así, “El Hobbit” –que justo sale a las salas de cine- podría llegar a ser tan taquillero como “El Señor de los Anillos”. Filmado en 3D y escenificado con la más nueva y mejor de las técnicas, su imagen es más profunda y plástica. Y la ficción parece más real. El público alemán –que desde años lee a J.R.R. Tolkien- podría salir convencido de esta nueva y `fantástica´ producción.

Autor: Bernd Sobolla/Mirra Banchón
Editora: Cristina Papaleo