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El glifosato pierde terreno en la UE

Gero Rueter (VT/ERS)14 de abril de 2016

El Parlamento Europeo quiere limitar el uso del glifosato. Los diputados rechazaron prolongar la autorización del polémico pesticida por otros 15 años. El futuro del glifosato en la Unión Europea sigue siendo incierto.

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Imagen: picture-alliance/dpa/P. Pleul

El órgano parlamentario de la Unión Europea rechazó la propuesta de la Comisión Europea de prolongar la autorización del uso del pesticida glifosato por otros 15 años. Ante la duda sobre sus efectos cancerígenos y hormonales, la mayoría de los eurodiputados solo se pronunció a favor de prolongar la autorización por siete años.

Asimismo, exigieron restringir el empleo del glifosato, así como una investigación independiente sobre su toxicidad. No hubo mayoría para aprobar la petición de los verdes y de una parte de la izquierda para no renovar la autorización.

Varias limitaciones al glifosato

Los eurodiputados votaron a favor de limitar el uso del pesticida. En el futuro se prohibirá el uso privado, en parques y jardines públicos, así como en las cercanías de estos lugares. Los parlamentarios también rechazaron el empleo del glifosato en la llamada desecación. Para acelerar el proceso de maduración de las plantas, muchos agricultores riegan glifosato poco antes de la cosecha.

Berlín: manifestación en contra del uso del glifosato.
Berlín: manifestación en contra del uso del glifosato.Imagen: Imago / Steinach

Este procedimiento, que lleva a un aumento de los restos de glifosato en los alimentos, así como en humanos y animales, fue calificado por los diputados como “inaceptable”. Además, el Parlamento quiere que en el futuro solo se emplee el pesticida cuando no exista otra alternativa para combatir la mala hierba.

Más transparencia y una investigación independiente

El Parlamento Europeo también exigió a la Comisión y a la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria que den a conocer públicamente las pruebas científicas en base a las cuales se tomó la decisión de renovar la autorización y de clasificar al glifosato como positivo. Además, pide que la comisión comunitaria entable una investigación independiente sobre los efectos cancerígenos y hormonales del pesticida.

La eurodiputada liberal Gesine Meißner lamenta el resultado de la votación. En su opinión, el debate público se realizó en base a “emociones y alarmismo, en lugar de informaciones científicas”. Por su parte, Peter Liese, de los cristianodemócratas, califica las demandas parlamentarias de “compromiso equilibrado”. “Una prohibición inmediata podría llevar al uso de sustancias aún más tóxicas”, opina.

Si bien fracasó la petición de los verdes en el Parlamento Europeo para prohibir por completo el glifosato, el experto en agricultura Martin Häusling interpreta la votación como una fuerte señal dirigida a la Comisión Europea y los Estados del bloque comunitario: “Hace pocas semanas una votación como esta hubiera sido impensable. La oposición al glifosato crece”.

Futuro incierto

La Comisión Europea no tiene que atenerse a la decisión del Parlamento, puesto que los representantes de los países miembros son los que deciden sobre la autorización del uso del pesticida. No obstante, también entre los Gobiernos europeos hay oposición a la renovación del permiso. En un ensayo de votación en marzo no se logró una mayoría cualificada a favor de la propuesta de la Comisión. Ahora, esta deberá elaborar un nuevo documento que será votado en mayo.