El Gobierno francés aprueba una controvertida reforma de pensiones

Durante una entrevista televisada de más de una hora de duración durante la noche del lunes el presidente francés, Nicolás sarkozy defendió la reforma como uno de los proyectos más importantes de su gestión al frente del Eliseo. "Miren a Alemania o a España, no hay país que no haga esfuerzos", dijo Sarkozy durante la transmisión en vivo en el canal France 2. El presidente galo dijo que sin la reforma no hay manera de financiar el sistema de jubilación y que de no ponerse en marcha habría que reducir las pensiones o aumentar los impuestos. "Las protestas no son lo decisivo", destacó el mandatario galo aludiendo a los sindicatos que han llamado el 7 de septiembre a realizar paros de labores y manifestaciones de protesta contra la reforma. Sarkozy se mostró dispuesto a negociar con los trabajadores aspectos puntuales de la reforma, como la regulación de oficios particularmente pesados.

¡Sarkozy es sordo!

Los sindicatos manifestaron su decepción ante la dureza del presidente. "Sarkozy es sordo a las voces que califican la reforma como injusta", criticó la Confederación Francesa Democrática de los Trabajadores (CFDT), la mayor agrupación obrera del país galo. La introducción de la controvertida reforma ha quedado en manos del ministro del Trabajo, Eric Woerth y será puesta a votación del Parlamento a finales de octubre.

Woerth, que se encuentra en el ojo del huracán por el escándalo de donaciones ilegales al partido de Sarkozy, renunció al cargo de tesorero de la gubernamental Unión para un Movimiento Popular (UPM), para no poner en riesgo la controvertida reforma. Durante la entrevista televisada Sarkozy se pronunció públicamente por primera vez en torno al asunto que sacude a la opinión pública francesa desde hace semanas.

"Conversé con Eric Woerth y le pedí que se dedique exclusivamente a esta importante reforma de pensiones", dijo Sarkozy, al defender las impopulares medidas que, según él, tienen por objetivo evitar que el país galo ingrese en una espiral de deuda similar a la de Grecia o de Portugal. El presidente destacó que los ataques a Woerth buscaban minar la reforma.

Escándalo de donaciones

La transmisión en horario estelar televisivo intentaba restaurar la confianza horas después de que la policía registrara las propiedades de la mujer más acaudalada de Francia, Liliane Bettencourt, heredera del imperio L'Oreal, así como la casa del fotógrafo Francois Marie Banier, amigo de la heredera. Se sospecha que ambos evadieron impuestos y han realizado lavado de dinero. La hija de Bettencourt cree que su madre sufre demencia senil y acusa a Banier de ser un vividor que busca hacerse de la fortuna de su madre. Medios franceses han seguido el culebrón que apunta a que Bettencourt, de 87 años, y su fallecido marido hicieron donaciones ilegales en efectivo a políticos conservadores durante años, incluida la campaña electoral de Sarkozy en el 2007.

Eso lo declaró una ex contadora de la multimillonaria, que luego corrigió sus declaraciones. "Se trata de malvadas calumnias", dijo Sarkozy. Pero medios aseguran que nunca se le preguntó directamente al presidente si recibió donaciones en efectivo para su campaña.

Autora: Eva Usi/ Agencias

Editora: Emilia Rojas