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El hijo del patriarca

20 de enero de 2004

Max Strauss, hijo del histórico político bávaro Franz Josef Strauss, protagoniza un nuevo capítulo en la historia de negocios no muy limpios de esta célebre familia alemana.

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Max Strauss, el hijo del patriarca, al banquillo de los acusados.Imagen: AP

Ante la Audiencia Provincial de Augsburgo, en el sur de Alemania, comenzó este martes el juicio contra Max Strauss, hijo del fallecido primer ministro de Baviera Franz Josef Strauss. Se le acusa de fraude fiscal. La presunta evasión, que se lleva investigando desde hace ocho años, gana en notoriedad por estar vinculada a comisiones multimillonarias percibidas del traficante de armas Karlheinz Schreiber, un amigo íntimo de su difunto padre, por diversos negocios.

Los cargos

Strauss debe responder de la acusación de fraude fiscal no declarar el ingreso de 2,7 millones de euros, procedentes de comisiones ilegales cobradas de Schreiber por negocios de la compañía aeoronáutica europea Airbus en Canadá y Tailandia, así como la venta de 36 tanques de rastreo "Fuchs" alemanes a Arabia Saudita.

Aparentemente se tiene constancia de que el dinero ingresó en una cuenta denominada "Maxwell"en un banco suizo, aunque después se pierde su rastro.

Karlheinz Schreiber
El traficante de armas Karlheinz Schreiber, prófugo en Canadá, con quien Strauss hizo negocios.Imagen: AP

Schreiber es un personaje controvertido en Alemania y uno de los protagonistas del escándalo de financiación irregular de la Unión Cristianodemócrata (CDU), bajo la era del canciller Helmut Kohl, también a raíz de cobros de comisiones supuestamente ilícitas. Schreiber, prófugo en Canadá, entre otros motivos por fraude fiscal, sólo podría ser interrogado si el juez que lleva el caso viaja hacia ese país, para que el traficante de armas responda a preguntas por escrito.

Strauss

El proceso contra Strauss, de 44 años, se inició entre gran despliegue de medios con cerca de un centenar de periodistas presentes. Ya dentro del juzgado hubo un cruce de críticas entre la presidencia de la cámara y la defensa del acusado, que considera que el caso no compete a Augsburgo, sino a Múnich, donde reside el acusado.

La defensa de Strauss solicitó la inmediata suspensión del proceso, tanto por esta circunstancia como por el estado de salud de su defendido, que sufre una depresión profunda, apenas puede concentrarse y se encuentra bajo un "peligro general de suicidio", dice su abogado. El hijo del que fuera primer ministro y "patriarca" de Baviera, fallecido en 1988, está en tratamiento psiquiátrico en una clínica de Múnich desde el pasado septiembre, cuando sufrió un colapso físico y psíquico.

En el primer día del juicio, Max Strauss, quien niega tener vinculación alguna con la cuenta "Maxwell" sólo confirmó su profesión y su domicilio. Hasta finales de marzo se escucharán los testimonios de 27 personas y expertos.