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"El inicio de Fabrizio", Oso de Cristal

Eva Usi (CP)17 de febrero de 2016

El trabajo del cineasta argentino Mariano Biasin destacó en la Berlinale por su fresco sentido del humor, muestra de ello es que se llevó el máximo galardón del jurado infantil en la categoría de cortometraje.

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El protagonista, Lucas Aranda, en el papel de Fabrizio, una de las productoras de la cinta y el cineasta Mariano Biasin.
El protagonista, Lucas Aranda, en el papel de Fabrizio, una de las productoras de la cinta y el cineasta Mariano Biasin.Imagen: DW/E. Usi

El cortometraje narra los preparativos de un adolescente y sus amigos de su primer nido de amor. “Ya llevamos un año, dos meses y 27 días... y ella me mira con esa mirada que es como un trampolín“, dice Fabrizio. En realidad el espectador se entera de sus pensamientos mientras se ve al protagonista en medio de una "guerra" de chorros de agua con su novia, Nadia. Junto con sus amigos, Fabrizio diseña un refinado plan para transformar un viejo automóvil en un nido de amor. El cineasta Mariano Biasin (Buenos Aires, 1980), contrasta la vivencia de los protagonistas con la ambivalente actitud de los padres al juzgar la primera experiencia sexual de los adolescentes.

El cortometraje integra el programa de la 39 edición de la categoría Generation Kplus para un público a partir de 12 años de edad, integrada por 18 cortos y 13 largometrajes. Ambas secciones cuentan con su propio galardón: un Oso de Cristal a la mejor propuesta, que es elegida por un jurado cuya edad no varía mucho con respecto a la del público. Biasin llegó a Berlín con su protagonista, Lucas Aranda, en el papel de Fabrizio y con una de sus productoras.

Escena del cortometraje "El inicio de Fabrizio".
Escena del cortometraje "El inicio de Fabrizio".Imagen: Berlinale

Deutsche Welle: ¿Qué expectativas tienen de ganar el Oso de Cristal?

Cómo yo le decía a mi mamá ayer: no me importa el premio, ya estar acá es haber ganado. La ilusión más grande es que se vea mucho, porque costó mucho trabajo. El premio más grande es poderlo mostrar y la oportunidad que tuvimos hoy es muy valiosa, fue un público muy diverso en un lugar muy prestigioso y para nosotros es un honor, sin duda.

¿Cómo surgió la idea de este cortometraje?

Yo fui asistente de dirección. Durante quince años intenté hacer un guión de un largometraje porque siempre soñé con dirigir, pero se me estaba haciendo un poco difícil. Un día apareció una idea muy fresca y espontánea, la desarrollé rápidamente, había un concurso en el INCAA, (Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales) y tuvo una muy buena acogida porque quedó entre los primeros diez de un total de 800 trabajos. Logró la financiación del INCAA. Con esa herramienta fue mucho más fácil generar todo el proyecto. Hubo que financiar otras cuestiones, pero así tomó forma.

En el estreno parecía que la mayoría de los jóvenes se sintieron identificados...

Es una cinta que se mide por las risas y las sonrisas, por las emociones que se notan en la platea del cine. La búsqueda era tocar un área en la que todos se sintieran identificados y cuando hay una respuesta es maravilloso. Es algo que no conocía. Viendo trabajos de altísimo nivel, de mucha búsqueda, de repente aparece el nuestro y hay una frescura que se contagia. Para nosotros, eso es un premio increíble.