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El "juicio del siglo"

vr1 de marzo de 2004

Hoy se inicia el proceso en el crimen más espectacular en la historia de Bélgica. Marc Dutroux, acusado de secuestrar a seis niñas, violarlas y asesinar a dos de ellas, será finalmente juzgado.

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Las cuatro niñas y adolescentes asesinadas: Julie, Melissa, An y Eefje.Imagen: AP

Siete años después de la detención de Dutroux se da inicio hoy al "juicio del siglo". El ciudadano belga Marc Dutroux, de 47 años de edad, electricista desempleado, ladrón de autos y estafador de la ciudad industrial de Charleroi, está acusado de asesinato en tres casos, secuestro, robo de libertad y violación en seis casos.

En 1995 desaparecieron las niñas Julie Lejeune y Melissa Russo, que en aquel entonces tenían apenas ocho años de edad. Poco después desaparecieron también An Marchal, de 17 y Eefje Lambrechts, de 19 años. Un año más tarde faltan a su hogar otras dos chicas: Sabine Dardenne (12) y Laetitia Delhez (14).

En el banquillo de acusados se encuentran además la ex-mujer de Dutroux, Michelle Martin, el presunto ayudante, Michel Lelièvre y Michel Nihoul, hombre de dudosos negocios, que, a pesar de contar con varios antecedentes penales, se encuentra en libertad bajo fianza. Mientras que los tres primeros están en prisión desde hace varios años, Nihoul logró deslindar toda responsabilidad y alegó siempre que no tenía nada que ver con los secuestros. Pero hay quienes creen, que Nihoul puede ser una pieza clave en este caso: una suerte de hombre bisagra entre Dutroux y una red de pederastas.

Justicia ciega, muda y sorda

Ya en 1989, Marc Dutroux había sido detenido y condenado a 13 años de prisión, por haber secuestrado y violado a varias menores. Pero apenas 3 años más tarde sale en libertad por buena conducta. A pesar de ser un "viejo conocido" en las actas policiales, Dutroux comete un crimen tras otro, lo cual costó la vida a cuatro niñas. Las últimas dos víctimas, Sabine y Laetitia, pudieron ser rescatadas con vida de un calabozo en el sótano del acusado. Poco después, la policía descubre los cadáveres de las otras cuatro chicas. Dos de ellas se encontraban en otra casa, propiedad de Dutroux. Las dos mayores, Eefje y An, fueron halladas en el jardín de una cabaña, habitada por Bernard Weinstein, un criminal francés, conocido de Marc Dutroux. Pero la policía también encontró el cuerpo inherte de Weinstein, quien había sido sedado y luego enterrado con vida por Dutroux. Hasta ahora, Marc Dutroux confesó solamente los secuestros y el asesinato de Weinstein.

El caso Dutroux desató una crisis de Estado en Bélgica. No sólo la crueldad de los crímenes escandalizó a la población, sino el trabajo poco serio de las autoridades de seguridad. La policía no logró detener a Dutroux a pesar de observarlo todo el tiempo, y a pesar de que, poco después del secuestro de Julie y Melissa, figuraba como uno de los principales sospechosos. Los belgas están descreídos de la justicia en su país. Los padres de Julie y Melissa, por su parte, resolvieron mantenerse alejados del juicio y consideran que el tardío proceso judicial es una "farsa".

Marc Dutroux, Porträt
Marc Dutroux.Imagen: dpa

La especulación sobre una red de pedófilos, de la cual Dutroux sería nada más que una pieza, dividió a la población belga en "creyentes" y "no creyentes". Mientras que muchos creen en la existencia de una enorme red de pederastas, encubierta por las más altas esferas de poder en Bélgica, hay quienes consideran absurda esta teoría y a Marc Dutroux un asesino, que actuaba en solitario.

En el ojo de la tormenta

La pequeña y provinciana ciudad de Arlon se verá a partir de hoy ante un revuelo mediático inusual por aquellas latitudes. Sirenas de policía, cámaras de televisión y embotellamientos estarán a la orden del día, en la ciudad de 26.000 habitantes. Dado que, hace ocho años, Marc Dutroux había sido capturado a pocos kilómetros, en la localidad de Neufchateau, le corresponde ahora al juzgado de Arlon, capital de la provincia, hacerse cargo del caso. Pero los habitantes de la pequeña Arlon se muestran escépticos ante el "juicio del siglo" y temen se asocie ahora su pacífica ciudad con un brutal asesino.

1.300 periodistas, provenientes de todo el mundo, incluso dos reporteros del canal de televisión árabe Al-Jazeera, asistirán como observadores. Una hora después de dada a conocer la fecha de inicio del juicio, en octubre pasado, ya estaban agotadas todas las habitaciones de hotel disponibles en Arlon. Algunos ciudadanos aprovechan el interés mundial en este juicio y alquilan sus apartamentos a cifras astronómicas.

"El mundo es un lugar peligroso..."

Pero también hay quienes se niegan rotundamente a beneficiarse económicamente con este juicio. Por ejemplo, la dueña de un hotel ofreció alojamiento gratuito a los padres de las víctimas, mientras dure el proceso, aproximadamente 10 semanas. Asimismo hay muchos comerciantes que, accediendo a los pedidos de asociaciones civiles, colgaron fotos de las víctimas en sus vidrieras, acompañadas de mensajes como este: "El mundo es un lugar peligroso. No sólo porque hay gente que comete maldades. Sino también porque hay otra gente que lo permite".