25 años después de Chernóbil
26 de abril de 2011“A diferencia de la catástrofe de Fukushima que fue provocada por un desastre natural, el accidente de Chernóbil fue causado por errores humanos”, dijo el ministro del Medioambiente alemán, Norbert Röttgen, en Berlín. El político recordó que errores en la construcción y funcionamiento del reactor provocaron una explosión que derivó en un incendio de varios días de duración.
El ministro responsable de la seguridad nuclear explicó que el factor humano será incluído en las nuevas evaluaciones de seguridad en Alemania, al igual que los desastres naturales como terremotos, inundaciones, apagones eléctricos e incluso accidentes de aviones. “Las devastadoras imágenes de las víctimas afectadas por las radiaciones, de habitantes que huían de la zona, así como de los poblados que quedaron vacíos han quedado indelebles en nuestra memoria”, dijo Röttgen aludiendo a Chernóbil. “Ese accidente nuclear ha provocado un sufrimiento incalculable que se extiende incluso sobre niños que aún no han nacido”, destacó el ministro, cuya cartera fue creada como consecuencia de la catástrofe del reactor en 1986.
Europa occidental afectada
El 26 de abril de 1986 a la 1:26 de la madrugada, hora local, explotó un reactor en la planta nuclear de Chernóbil, el accidente nuclear más grave ocurrido hasta esa fecha, que según la entonces Unión Soviética provocó tan sólo 32 muertos. La explosión provocó un fuego cuyas llamas alcanzaron kilómetros de altura lanzando durante días partículas radioactivas al aire. Aunque los países más afectados fueron Ucrania, Rusia y Bielorrusia la nube radioactiva se extendió sobre amplias zonas de Europa Occidental de manera que sigue habiendo regiones cuyos suelos están contaminados con sustancias radioactivas.
Ahora, 25 años después, se estima que la catástrofe habría matado hasta a unas 900.000 personas y dejado a millones de afectados por las radiaciones nucleares que provocan cáncer y otras enfermedades. Chernóbil se ha convertido en símbolo de la peligrosidad que encierra el uso de la energía nuclear. En Alemania, donde la población ha acuñado el término “Atomangst” (miedo atómico), no ha sido porque se hayan producido graves accidentes en sus reactores, sino que se deriva del vigoroso movimiento pacifista surgido en los años 70 que se opuso terminantemente a la energía atómica.
Alemania ha tenido “incidentes” en sus centrales
Aunque no ha habido accidentes, sí se han registrado algunos “incidentes” en las plantas nucleares alemanas. El más grave tuvo lugar en 1987, cuando en la central de Biblis A, situada al sur de Fráncfort del Meno, se produjo un desperfecto después de que el reactor fuera desconectado durante varios días. Al volver a entrar en funcionamiento, una válvula quedó abierta sin que el sistema de control automático ni los ingenieros a cargo se dieran cuenta. Más de cien litros de agua refrigerante contaminada se escaparon antes de que fuera nuevamente desconectado el reactor.
Dicha central, construída en los años 70, es una de las siete más antiguas del país. Su cierre definitivo era exigido desde hace décadas por organizaciones ecologistas.
Después de que el gobierno rojiverde del socialdemócrata Gerhard Schröder pactara en el 2000 el abandono paulatino de la energía atómica de manera que la última central fuera cerrada entre el 2020 y 2022, la actual coalición gobernante, integrada por democristianos y liberales, liderada por la canciller Angela Merkel , concedió una prórroga a las plantas atómicas para que los reactores estuvieran conectados unos 12 años más.
La lección de Fukushima
Sin embargo la catástrofe de Fukushima obligó a Merkel a revisar el modelo energético nacional para abandonar rápidamente la energía atómica, deteniendo de manera preventiva las siete plantas más antiguas. “Siempre fui defensora de la energía atómica”, reconoció Merkel, pero explicó que su postura cambió después de ver que los programas de seguridad de una nuclear en un país desarrollado como Japón no fueron suficientes.
La clave en el futuro plan energético alemán serán las energías renovables y alternativas que deberán mantener la seguridad del suministro, la estabilidad de precios y los puestos de trabajo en las empresas productoras de energía, así como el respeto al medio ambiente. Después de varios estudios para el rápido desarrollo de energías renovables y su discusión con los estados federados y los consorcios energéticos, se espera que el gobierno alemán presente una propuesta ante el Parlamento alemán a finales de mayo.
Autora: Eva Usi
Editora: Emilia Rojas