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El lento declive de la relación República Checa-Eslovaquia

Luboš Palata
21 de diciembre de 2022

Fue una división pacífica: en enero de 1993, la República Checa y Eslovaquia emprendieron caminos separados. Las relaciones entre ambos países siempre han sido excelentes, solo ahora empiezan a surgir diferencias.

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Dos hombres con traje y gafas detrás de un púlpito cada uno de ellos y separados por tres banderas.
A la izquierda, Rastislav Káčer, ministro de Exteriores de Eslovaquia, durante una conferencia de prensa con el ministro checo de Exteriores, Jan Lipavský, en octubre de 2022. Imagen: Außenministerium der Slowakischen Republik

La última cumbre europea bajo presidencia checa tuvo lugar el 15 de diciembre de 2022. El primer ministro eslovaco, Eduard Heger, no pudo estar presente, ya que ese día tuvo que enfrentarse a una moción de censura en el Parlamento, en Bratislava.

Heger estuvo representado por su homólogo checo, Petr Fiala. Una decisión lógica, porque incluso treinta años después de la civilizada separación de Checoslovaquia, el 1 de enero de 1993, la República Checa y Eslovaquia siguen estando muy unidas.

Así lo confirma el propio Petr Fiala a Deutsche Welle: "Las relaciones entre República Checa y Eslovaquia son excelentes y eso es algo que se refleja no solo en este tema. El 1 de enero de 2023 celebraremos con orgullo el trigésimo aniversario de la división pacífica de la República Federal Checoslovaca y la fundación de dos Estados independientes", dice el primer ministro checo.

"No debemos olvidar que la división de Checoslovaquia no solo fue pacífica, sino también inusualmente amistosa", continúa Fiala, quien destaca que eso es algo único en la historia. "Las relaciones posteriores a la división entre República Checa y Eslovaquia son realmente excelentes y eso algo muy especial, algo de lo que debemos estar orgullosos, y debemos seguir trabajando en ello", se congratula el primer ministro checo. "El hecho de que tengamos tan buenas relaciones nos fortalece juntos en Europa".

Diplomáticos muy prestigiosos

Políticos y diplomáticos eslovacos tienen una opinión similar. El ministro de Relaciones Exteriores de Eslovaquia, Rastislav Kacer, guarda buenos recuerdos de su época como embajador de su país en la capital checa: "Ser el embajador eslovaco en Praga es un gran privilegio, porque uno se convierte en una especie de diplomático de referencia. Otros embajadores acuden a ti y te dicen: ‘Nadie más entiende la política checa tan bien como tú, explícanosla".

También el puesto de embajador checo en Bratislava se considera un cargo muy prestigioso. Prueba de ello es el hecho de que la embajadora checa en Eslovaquia de 2013 a 2018 fue la exprimera dama Livie Klausova, esposa del expresidente Vaclav Klaus.

Numerosos intercambios

Las excepcionales relaciones entre ambos Estados también se reflejan en el hecho de que el primer viaje al extranjero de presidentes, primeros ministros y ministros de Exteriores siempre son a la capital del país vecino.  Además, periódicamente se celebran reuniones entre ambos gobiernos.

También hay muchos intercambios de estudiantes, ya que ciudadanos checos y eslovacos pueden estudiar en el país vecino de forma gratuita. Más de 25.000 estudiantes eslovacos estudian en la República Checa, lo que supone más del diez por ciento del alumnado total. El número de estudiantes checos en Eslovaquia es significativamente menor, debido a la menor calidad de las universidades eslovacas. Por si fuera poco, miles de médicos y personal sanitario de Eslovaquia trabaja en la República Checa. Hay unos 91.000 ciudadanos checos que tienen raíces eslovacas y más de 114.000 eslovacos tienen su residencia permanente en la República Checa. En cambio, en Eslovaquia solo hay unas pocas decenas de miles de checos.

Lazos que permanecen

El politólogo eslovaco Grigory Mesezhnikov confirma en entrevista con DW que las relaciones entre checos y eslovacos siempre han sido buenas. "La percepción de los checos por parte de los eslovacos es muy positiva, eso es algo que  confirman las encuestas de opinión. Y, en la República Checa, los eslovacos son percibidos como la nación más cercana", dice Mesezhnikov.

"Checoslovaquia sigue viva en la mente y el corazón de la gente, aunque con diversos grados de intensidad", matiza Mesezhnikov. Según una encuesta realizada en noviembre de 2022 por el instituto de opinión STEM, con sede en Praga, el 91 por ciento de los eslovacos y el 87 por ciento de los checos todavía se consideran mutuamente sus aliados más cercanos. El 53 por ciento de los eslovacos piensa que la división de Checoslovaquia fue un error, algo que solo cree el 35 por ciento de la población checa.

Deterioro de las buenas relaciones

A pesar de todos estos datos positivos, hay muchos expertos que aseguran que la especial relación que une a ambos países está decayendo lentamente. "En muchas áreas, nuestras relaciones ya no son excepcionalmente buenas”, admite Rudolf Jindrak. "Las relaciones checo-eslovacas se han disuelto en la Unión Europea como si fueran un terrón de azúcar y, desde que nos unimos a la UE, hemos dejado de prestarles la atención suficiente".

Esto fue particularmente evidente durante la primera crisis grave de las relaciones bilaterales desde la disolución de Checoslovaquia, cuando la República Checa cerró la frontera Schengen con Eslovaquia, el 29 de septiembre de 2022. La razón fue el fuerte aumento del número de inmigrantes ilegales que ingresan al país a través de Eslovaquia. Bratislava se negó a aceptar a los inmigrantes detenidos por la Policía checa.

El cierre de la frontera provocó protestas de los camioneros eslovacos. La reunión que los primeros ministros mantuvieron el 11 de noviembre no pudo resolver la disputa, y la frontera Schengen entre la República Checa y Eslovaquia permanecerá cerrada durante las vacaciones de Navidad.

(ms/ers)