El Mundial 2006 y el arte: la cultura a los puntapiés
1 de septiembre de 2005
Un oratorio sobre fútbol, una ópera, una serie de exposiciones de arte y fotografía y varios proyectos de danza forman parte de un extraordinario programa cultural paralelo al Mundial 2006, lanzado hoy en Berlín.
El fútbol es más que fútbol: "cada vez me sorprende más todo lo que se puede hacerse a partir y en torno al fútbol. Al ver el programa de actividades culturales, me pregunto si será necesario jugar los partidos", dijo Franz Beckenbauer, presidente el Comité Organizador del Mundial, guiñando un ojo durante la presentación de los eventos paralelos.
En la misma sala en que se presentó el programa se halla un testimonio de que Beckenbauer sabe desde hace tiempo que las sendas de la cultura y el fútbol a veces se cruzan: "Ese hombre joven que ven allí, por si alguno no lo reconoce, soy yo, algunos años atrás', dijo Beckenbauer señalando hacia un retrato suyo pintado por el legendario artista pop Andy Warhol.
Andy Warhol, el Cosmos y Beckenbauer
"Andy Warhol me entregó el cuadro después de mi primer partido con el Cosmos", recordó Beckenbauer. El cuadro de Warhol se podrá ver en el marco de una exposición titulada "Rundlederwelten" ("Mundos del balón), uno de 48 proyectos.
En la muestra de pintura se expondrán obras de más de setenta artistas, entre ellos el alemán Markus Lupertz, el mexicano Gustavo Artigas, el uruguayo Federico Arnaud y el propio Andy Warhol.
En el programa cultural del Mundial, además de artes plásticas también estará presente la música: por ejemplo el oratorio "Die Tiefe des Raumes" ("La profundidad del espacio"), con libreto de Michael Klaus y Moritz Eggert, en el que se asocia irónicamente la exaltación en un estadio de fútbol con la emoción religiosa. Que a la Iglesia le agrade, queda por verse.
El pase en profundidad
El oratorio, que integra en el texto declaraciones célebres, generalmente cómicas, sorprendentes o fuera de lugar, de entrenadores o jugadores como Jun Tosca, Surgen Klinsmann y Giovanni Trappatoni, es para su compositor, Moritz Eggert, más que un juego estético.
"Quiero que nuestros jugadores lo vean y se sientan obligados a ganar, porque lo que se cuenta es la historia de un partido Alemania-Brasil en el que al final gana Alemania", dijo Eggert, en medio de los aplausos de buena parte de la asistencia. Faltaba más.
El oratorio, cuyo título viene de una frase acuñada por ingeniosos periodistas para explicar hacia donde salían los pases "profundos" de Günter Netzer, se estrenará el 11 de septiembre en Bochum y se presentará luego en la "Komische Oper" de Berlín.
El amor en los tiempos del fútbol
La literatura también tendrá su parte y autores de la talla de Javier Marías, Eduardo Galeano, Günter Grass, Gabriel García Márquez, Carlos Fuentes, Umberto Eco, Péter Esterházy y Leon de Winter, entre otros, han sido invitados a Berlín para hablar de fútbol en enero próximo y demostrar que cultura y fútbol pueden ir de la mano.
De ello no tiene dudas el ministro del Interior y Deportes alemán, Otto Schily: "basta con echarle un vistazo al catálogo con los 48 proyectos que forman parte del programa cultural del mundial", agregó con artística suficiencia.
Y no le faltaron argumentos: "El fútbol es algo que apela a la percepción estética del ser humano. De ahí su proximidad al arte", destacó Schily.
Del hip hop a la cantata
Entre los proyectos se halla un espectáculo de hip hop dirigido por el coreógrafo William Forstie, una ópera de Robert Wilson y Hal Wilmer titulada "Soccersongs", amén de varios conciertos y una cantata titulada "You'll never walk alone", basada en cánticos de seguidores de diversos clubes europeos.
El director general del programa, el polifacético artista austríaco Andre Heller que ha sido desde director de circo hasta cantautor y organizador de diálogos entre las religiones, dijo que parte del objetivo de todo el proyecto es acercar la cultura a gente que normalmente se mantienen lejos de ella. Y dio el puntapié inicial.