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"Tiempos modernos"

25 de marzo de 2010

Los psicoterapeutas alemanes recomiendan: si los empleadores quieren poner coto a los grandes costos que les generan las enfermedades psíquicas de sus trabajadores, deberán mejorar sus condiciones laborales.

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Marx lo dijo con palabras y Chaplin con imágenes: la alienación enferma.Imagen: picture-alliance/dpa

El mundo laboral se ha enrudecido: cada trabajador llevan cada vez más responsabilidades sobre sus hombros, los contratos temporales han dejado de ser la excepción para convertirse en la regla y la competencia por los pocos puestos vacantes pone a la miríada de candidatos bajo una presión nada saludable. No es para menos: para un gran número de personas, tener un empleo es lo que posibilita la conservación de los contactos sociales y la valoración positiva de sí mismos; el trabajo tiende a darle estructura y sentido a los días.

No extraña que la situación laboral represente un factor importante para la salud mental de las personas; lo que asombra es que a ese hecho todavía se le dé tan poca relevancia en el ámbito del trabajo moderno. En los últimos veinte años, el número de personas que padecen enfermedades psíquicas por causas relacionadas con su diario quehacer se ha duplicado en Alemania; a esa conclusión llegó la Cámara Federal de Psicoterapeutas al estudiar los reportes presentados por las aseguradoras contra enfermedades.

Luchando contra el estigma

Decir que “el trabajo nos enferma” sería simplificar demasiado los hallazgos hechos por los psicoterapeutas en el marco de sus investigaciones. Sin embargo, estos profesionales instan a que este problema sea tomado en serio. “La estigmatización de las enfermedades psíquicas se ha reducido levemente, pero sigue siendo un fenómeno preocupante. Ese estigma lleva a que las personas afectadas sólo acepten su afección cuando un psicoterapeuta o un médico les dice que padecen una depresión”, dice Rainer Richter, presidente de la Cámara Federal de Psicoterapeutas.

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Una labor es particularmente pesada cuando una persona es puesta bajo mucha presión, pero sus esfuerzos no son reconocidos ni con elogios ni con una remuneración justa.Imagen: picture alliance/dpa

De los días no laborados justificados por problemas de salud, el once por ciento son atribuibles a enfermedades psíquicas. En estos casos, los períodos de reposo tomados por los empleados suelen durar mucho más –el promedio es de tres semanas– que los tomados por personas afectadas por dolencias físicas. En consecuencia, también los costos tienden a ser mayores. “Si sólo tomamos en cuenta las depresiones, estamos gastando 4,3 miles de millones anuales por el costo de los tratamientos respectivos”, asegura Richter.

Las enfermedades psíquicas salen caras

“En esa suma no están contemplados los costos generados por los empleados con impedimentos temporales para trabajar. Por cada paciente deprimido se pagan 4.000 euros al año. Esas son cifras considerables. Y eso sin mencionar los daños que la capacidad de trabajo limitada de tantos empleados le causa a la economía”, agrega Richter, nada sorprendido por el número creciente de personas que se ausentan de sus puestos de trabajo.

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El ser humano padece al perder su nexo natural con aquello que fabrica en el marco del proceso de producción industrial. El remedio: mayor creatividad y participación.Imagen: Bilderbox

El presidente de la Cámara Federal de Psicoterapeutas explica que una labor es particularmente pesada cuando una persona es puesta bajo mucha presión, pero sus esfuerzos no son reconocidos ni con elogios ni con una remuneración justa o cuando no tiene influencia sobre cómo desarrolla su trabajo; ese es el caso de los operadores en los call-centers, por ejemplo. También las personas con empleos temporales padecen bajo estas circunstancias.

Reformas contra la alienación

“El trabajo no solamente nos asegura la existencia material, sino también la mental; es decir, el trabajo tiene sentido para nosotros cuando el trabajo nos llena, nos satisface. El trabajo estabiliza nuestra autoestima. Y el hecho de no tener éxitos o de perder nuestro empleo nos enferma. Allí debemos reconciliarnos con la vieja noción de ‘alienación' ”, continúa Richter, aludiendo al concepto, introducido por Karl Marx, según el cual el ser humano pierde su nexo natural con aquello que fabrica en el marco del proceso de producción industrial. Su recomendación: mayor creatividad y participación.

“Yo espero que esa propuesta no sea una utopía. Nosotros hemos alterado muchas cosas en el proceso de trabajo industrial que le causaban enfermedades a las personas o las ponían bajo demasiada presión. ¿Por qué no habríamos de lograr introducir cambios en el sector de servicios y otros ámbitos, sobre todo considerando que las enfermedades psíquicas generan tantos costos? En lo que a esos cambios se refiere, yo tengo mucho optimismo”, sostiene Richter.

Ejercitando la resistencia psíquica

Los trabajadores del sector de servicios están entre los más afectados por enfermedades psíquicas producto de la presión puesta sobre ellos. Mientras se imponen los cambios necesarios para corregir este situación, Richter le recomienda a las empresas ofrecer cursos para que sus empleados sean mental y anímicamente más resistentes.

Autor: Heiner Kiesel / Evan Romero-Castillo

Editor: Enrique López Magallón