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El mundo saluda dividido el pacto nuclear con Irán

14 de julio de 2015

Dura reacción de Israel, rechazo de los republicanos de EE.UU., júbilo en las calles de Irán y esperanzas en la lucha contra Estado Islámico. Así se viven las horas posteriores al anuncio del histórico acuerdo.

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Benjamin Netanjahu verärgert Mimik
Imagen: picture-alliance/AP Photo/J. Guez

La reacción más dura ante el acuerdo con Irán provino de Israel. Benjamín Netanyahu, primer ministro israelí, dijo hoy (14.07.2015) que Irán es "el patrocinador más importante del terrorismo internacional" y afirmó que "el mundo es ahora un lugar más peligroso". En una comparecencia ante la prensa, Netanyahu calificó el acuerdo como "un error de proporciones históricas".

"Irán ganó una lotería, una bonanza en dinero de cientos de miles de millones de dólares, que le permitirán seguir con sus agresiones y terror en la región y el mundo", sostuvo. Y añadió: "Irán va a recibir un camino seguro a las armas nucleares". El primer ministro israelí encabezó hoy una reunión de urgencia de su Gabinete de Seguridad para analizar las ramificaciones del acuerdo y mantuvo una conversación telefónica con el presidente de EEUU, Barack Obama, sobre la misma cuestión. Así lo informaron medios israelíes.

Por su parte, Arabia Saudí ha dejado entrever su preocupación por que este acuerdo nuclear sea el preludio de una normalización de relaciones entre Washington y Teherán, y que el levantamiento de sanciones a Irán pueda darle alas para potenciar actividades hostiles de ese país en su área de influencia del Golfo Pérsico. Muy probablemente se producirá un reequilibrio de fuerzas en la zona y Arabia Saudí teme perder su influencia. Obama tiene previsto hablar con el rey de este país, Salman bin Abdelaziz.

Los republicanos anuncian su rechazo

Varios congresistas republicanos se apresuraron a criticar el acuerdo con Irán, anticipando una confrontación con el presidente Barack Obama cuando éste busque la aprobación del Congreso. El presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, prometió bloquear el acuerdo y acusó a Obama de "abandonar" el objetivo de evitar que Irán desarrolle su programa nuclear. "Por eso el acuerdo que tenemos es inaceptable", afirmó en una rueda de prensa.

Boehner aseguró que su partido hará "todo lo posible" para frenar el pacto si este es tan "malo" como él cree que es. "Supondrá miles de millones de dólares (...) para un régimen peligroso y allana el camino para un Irán nuclear", advirtió. El Congreso estadounidense, muchos de cuyos miembros son escépticos frente al acuerdo, tiene que aprobar aún el texto. Obama instó al Congreso a respaldar el acuerdo y amenazó con vetar la resolución si éste vota en contra. "Vetaré cualquier legislación que intente impedir este acuerdo", afirmó en una comparecencia en la Casa Blanca. El Congreso, que tendrá que analizar el tratado en un plazo de 60 días, necesitaría una mayoría -difícil de conseguir- de dos tercios en ambas cámaras para frenar el veto del presidente.

Júbilo en Irán

Muchos iraníes tocaban las bocinas de sus automóviles y hacían gestos de victoria este martes para celebrar el histórico acuerdo nuclear. Esperan así que se ponga fin a años de sanciones económicas y a décadas de aislamiento internacional. Los iraníes siguieron de cerca las negociaciones durante meses, con la esperanza de que un acuerdo pudiera permitir que la economía, golpeada por años de sanciones, se estabilice y haga más fácil sus vidas.

Algunas celebraciones se improvisaron de forma espontánea en las calles poco después del anuncio del acuerdo y se esperaban fiestas más grandes durante la noche, tras romper el ayuno de Ramadán.

En Siria, la agencia estatal de noticias publicó un texto de Assad que saludaba optimista el acuerdo: "Estamos seguros de que la República Islámica de Irán apoyará, con un impuso mayor, causas justas de las naciones y el trabajo para la paz y la estabilidad en la región y el mundo", dijo Assad al líder supremo de Irán, Ali Jamenei. Por su parte, el ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, consideró el acuerdo como una buena base para una lucha conjunta contra el Estado Islámico.

Satisfacción en Latinoamérica

El Gobierno brasileño, que hace cinco años participó en unas frustradas negociaciones sobre el programa nuclear iraní, expresó hoy su "gran satisfacción" por el acuerdo alcanzado. "El Gobierno brasileño saluda a todas las partes por la voluntad política, la persistencia y la determinación demostradas a lo largo de un proceso negociador completo y de elevada sensibilidad", dice una nota divulgada por el Ministerio de Exteriores. Otros países, como México y Argentina, también saludaron con optimismo el acuerdo.

MS (dpa/efe/Reuters)