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“El nacionalismo no tiene futuro en Europa”

Martin Muno (ERC)3 de julio de 2014

Durante la ceremonia conmemorativa del centenario de la Primera Guerra Mundial en el Parlamento alemán, los discursos de varias personalidades coincidieron en que el nacionalismo no tiene futuro en territorio europeo.

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Imagen: picture-alliance/dpa

La ceremonia conmemorativa del centenario de la Primera Guerra Mundial que tuvo lugar en el Parlamento alemán no sólo honró la memoria de los 17 millones de muertos, mutilados y heridos en el marco de aquella conflagración. El acto también sirvió para dejar en el aire una pregunta pertinente, articulada por el presidente del Bundestag, Norbert Lammert: “¿Por qué nos sigue incumbiendo la Primera Guerra Mundial hoy?”

A su juicio, reflexionar sobre ese tema va más allá de recordar el sufrimiento de los europeos y la ceguera de los poderosos que propiciaron “la gran catástrofe del siglo XX”. Va más allá de reconocer que aquel conflicto constituyó el principio del apocalipsis industrial, cuyo epílogo fue el lanzamiento de bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki, y el asesinato sistemático de seis millones de judíos en los campos de concentración de los nacionalsocialistas.

Se trata de aprender, a nivel mundial que, desde hace mucho tiempo el nacionalismo no tiene más futuro. El escritor franco-alemán Alfred Grosser, quien pronunció el discurso principal en el Bundestag, puso los puntos sobre las íes cuando dijo que “la derrota absoluta en 1945 sirvió de partera para una nueva Alemania. La República Federal de Alemania no se fundó sobre la base de una nación, sino sobre la base de una ética política”.

Hacer aportes para conseguir la paz

Martin Muno.
Martin Muno.Imagen: DW/Christel Becker-Rau

El filósofo y sociólogo alemán Jürge Habermas describió este concepto como un “patriotismo constitucional”, para diferenciarlo del orgullo nacionalista. Y es que la guerra siempre prospera donde medra el nacionalismo. Eso se vio ya en los Balcanes, en los años noventa del siglo pasado, y se ve de nuevo ahora, tanto en el Mar de China Meridional como en el conflicto ruso-ucraniano. Esto nos lleva al punto central del discurso de Grosser: luchar contra el nacionalismo pasa por hacer aportes a la solución de conflictos.

“La República Federal de Alemania tiene el deber de esforzarse en propiciar la solución pacífica de los conflictos”, señaló el presidente del Parlamento germano, siguiendo la premisa de Grosser, y agregó que esto debe hacerse con mesura y reserva.

Es evidente que se necesitan instituciones supranacionales para solucionar conflictos. El excanciller alemán Helmut Kohl siempre enfatizó que la Unión Europea no era solamente un proyecto económico, sino una cuestión de paz y guerra. Un indicio de que esa lección fue aprendida es el hecho de que, al final de la conmemoración de la Gran Guerra en el Bundestag, lo que se escuchó fue el himno de Europa y no el de Alemania. Otra señal positiva es que el enfrentamiento entre las naciones tenga lugar en el estadio de fútbol y no ya en el campo de batalla.