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El Papa y las expectativas de los jóvenes

Luna Bolívar20 de agosto de 2005

¿Qué opinan los jóvenes del Papa? Mientras Benedicto XVI cumplía este sábado una nutrida agenda de audiencias, DW-WORLD aprovechó de tomarle el pulso a los peregrinos.

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Cantos, fe y esperanzas de cambio.Imagen: dpa

El momento en que Joseph Ratzinger pisó suelo alemán como Benedicto XVI pasará a la historia de la Iglesia católica alemana del siglo XXI. Después del "Habemus Papa" y la euforia de todo un país convertido en Santo Padre, los alemanes parecen dispuestos a no perderse ni un segundo de la estancia de su Papa en Colonia. En tal empeño les sigue el mundo entero, abanderado por jóvenes peregrinos en mochila azul.

Pero los momentos para ver al Papa son fugaces. Dentro de su Audi negro con cristales polarizados o, con un poco de suerte y paciencia, unos minutos dentro del papamóvil.

Los críticos

Entre sus compatriotas Benedicto no lo tiene fácil. Los mayores dejan de pagar impuestos a la Iglesia. Los jóvenes no están dispuestos a prescindir de los anticonceptivos, critican la postura de la Iglesia ante la homosexualidad y piensan tener sexo aunque no estén casados.

"Desde hace cinco años la Iglesia camina hacia atrás. Nuestra esperanza es que se produzca un cambio antes de el retroceso sea demasiado profundo“, dice Christina, una chica de Münster. Tampoco el nuevo Papa la convence: "necesitamos un Papa que se abra al mundo. Benedicto es muy conservador“. Y no es la única que en estas Jornadas piensa así. La mayor parte de los jóvenes alemanes se manifiestan en el mismo sentido.

Los adoctrinados

Pero también hay jóvenes a los que llega el mensaje de la Iglesia. A la cabeza de ellos: los españoles. El Opus Dei ha enviado a sus retoños a adorar a Benedicto y el trabajo de adoctrinamiento se nota. Envueltos en banderas de España, son los que más gritan "¡Viva el Papa!“. A todos Benedicto XVI les parece "una gran persona“. Y nada de sexo antes del matrimonio ni de anticonceptivos. Si se les pregunta por qué, la respuesta es siempre la misma: la Iglesia se rige por estas doctrinas desde hace 2000 años y lo que siempre ha sido así, tampoco tiene porqué ser cambiado.

Aún así, Maribel y Judit recomponen la imagen de los españoles: "la mayoría de los jóvenes en España son muy críticos con la Iglesia, pero a esta clase de eventos sólo vienen los patrocinados por el Opus Dei“, comenta Maribel.

Los rebeldes

Y siempre nos quedan los que se rebelan. María es mexicana y participa en las Jornadas con su madre, Astrid, y su hermana, Lucía. Para María no tiene sentido que la Iglesia se siga cerrando a la realidad del mundo: "muchas chicas se quedan embarazadas sin quererlo y abortan. Le guste o no a la Iglesia, es así. Yo creo que es mejor evitar ese embarazo usando un preservativo“. Su madre opina completamente lo contrario: "no se puede contradecir a la Iglesia, nosotros sólo podemos obedecer“, dice.

El conflicto generacional está servido. Pero la opinión de María es firme, y si la Iglesia de Roma quiere seguir contando con ella entre sus fieles, tendrá que hacer algo por escuchar: "lo único que le pido al nuevo Papa es que devuelva la Fe a los jóvenes, y para eso tienen que cambiar muchas cosas“, dice María.

Desde dentro y desde fuera

Uta Ranke-Heinemann estudió con el actual Papa, cuando aún era conocido como Ratzinger. "Aún me acuerdo sentada con él en una habitación, los dos solos, traduciendo tesis del alemán al latín“, cuenta Ranke-Heinemann. Y no sólo eso, Uta Ranke-Heinemann es también hija de uno de los Presidentes de la República Federal de Alemania.

A pesar de sus contactos directos con la Iglesia católica, Ranke-Heinemann no pertenece a ella. Fue excomulgada por poner en duda la virginidad de María por el Papa Juan Pablo II. Tras su excomunión, de todos sus amigos dentro de la jerarquía católica, sólo uno mantuvo el contacto: Ratzinger.

Ranke-Heinemann es muy crítica con la Iglesia y espera, como otros muchos fieles, un cambio. Esta transformación podría darse antes de lo esperado: "cada 500 años la Iglesia cambia. Con este Papa algo se está moviendo. Este Papa escucha. Son cosas pequeñas, en las formas. Pero se nota que Benedicto no le tapa la boca a los que tienen algo que criticar“, aseguró Ranke-Heinemann a DW-WORLD.