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El pañuelo islámico: un símbolo explosivo

Gabriel González18 de diciembre de 2003

Francia se dispone a reforzar el laicismo en Francia con una ley que prohibe el uso de signos religiosos en las escuelas. Alemania discute el mismo problema pero con menos resultados.

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Discurso en defensa del laicismo: Jacques Chirac.Imagen: AP

El presidente francés preparó su discurso durante varios días con la estrecha colaboración de la filósofa Blandine Kriegel. No en vano, su solemne discurso fue calificado por la prensa francesa como uno de las más importantes de su carrera política.

Hilo conductor de su alegato en defensa del laicismo fue el informe entregado por una comisión de expertos que por encargo suyo estudiaron desde julio pasado esta espinosa cuestión. Al igual que algunos teólogos del Islam, la 'comisión Stasi' no considera el velo como un precepto religioso sino como un símbolo 'político-religioso' de los sectores fundamentalistas.

En Alemania sólo se discute sobre el pañuelo islámico. Francia, el país de la ‘Haute Couture’, decide rigurosamente sobre todos los signos religiosos en los centros escolares, desde la cruz cristiana a la kippa judía pasando por el pañuelo islámico. Por contra, los “signos discretos” como medallas o colgantes con pequeñas cruces, coranes, manos de Fátima o estrellas de David “seguirán siendo naturalmente posibles”, dijo Chirac en su discurso.

Alemania va por detrás

Los políticos alemanes no lo tienen tan fácil como Jacques Chirac. El sistema federal de este país impide imponer una ley sobre el uso del pañuelo islámico en los colegios desde la cancillería o la presidencia de la nación. En Alemania, la enseñanza está en manos de los estados federados, los “länder”. Esto condujo a la ridícula situación, de que algunos estados alemanes consideren leyes contra el pañuelo islámico y otros no.

Además, en defensa de los valores cristianos, los políticos conservadores germanos lucharon desde hace casi 100 años contra la separación consecuente del estado y la iglesia. Francia consiguió la clara separación en 1905. Alemania lo intentó en sus constituciones del 1919 y 1949, y fracasó.

Alianzas extrañas

Estados federados como Baviera y Baden-Wurtemberg, gobernados por conservadores y marcados por un cristianismo tradicional, ahora se ven forzados a argumentar con la “defensa de la civilización cristiano-occidental” al justificar la prohibición del pañuelo islámico en los colegios. Una situación insostenible. Sin embargo, la defensa de la “civilización cristiano-occidental” puede llevar también a alianzas extrañas.

El poderoso cardenal alemán Joachim Meisner, considerado uno de los más conservadores en este país, defiende por ejemplo el uso del pañuelo islámico tanto por escolares como por profesoras musulmanes. Según él, el pañuelo debe ser aceptado si se trata de un símbolo religioso y sólo debería ser prohibido si se usa como manifestación política. Meisner es lo suficientemente astuto para saber que si el laicismo en Alemania llegase al nivel alcanzado en Francia, la cruz cristiana también desaparecería de los colegios.