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El príncipe saudita vuelve a ser bien recibido en Europa

29 de julio de 2022

Mohamed bin Salmán, gobernante de facto de Arabia Saudita, es nuevamente bien recibido como huésped e inversionista en la Unión Europea. Del asesinato del periodista Jamal Khashoggi pasaron ya cuatro años.

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El príncipe saudita Mohamed bin Salman, es recibido por el presidente francés, Emmanuel Macron.
El príncipe saudita Mohamed bin Salman, es recibido por el presidente francés, Emmanuel Macron.Imagen: Lewis Joly/AP Photo/picture alliance

El príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohamed bin Salmán, posee en Francia el inmueble privado más caro del mundo, que adquirió hace siete años por 275 millones de euros, a través de una encubierta red de empresas. Se trata del Chateau Louis XIV en Louveciennes. A su lado palidece el Palacio del Elíseo, donde recibió al huésped el presidente galo, Emmanuel Macron.

El príncipe saudita se mostró generoso en la primera escala de su viaje por Europa: Grecia. Prometió allí al primer ministro Kyriakos Mitsotakis convertir a su país en un centro del hidrógeno verde. Mediante un nuevo cable submarino, Grecia y el sudeste de Europa recibirán "energías renovables mucho más baratas”, dijo el visitante, y el anfitrión asintió satisfecho. La cooperación en el sector energético, naturalmente, es bienvenida ante la actual crisis.

El pragmatismo se impone

Este es el primer viaje que realiza Bin Salmán a países de la Unión Europea desde octubre de 2018. En ese entonces fue asesinado brutalmente el periodista disidente Jamal Kashoggi en el consulado saudita de Estambul. Los servicios secretos estadounidenses y la ONU dieron a entender que el crimen fue llevado a cabo en Turquía con la anuencia del príncipe. Desde entonces, era considerado un paria político en muchos países occidentales. Se le evitaba, hasta que quedó claro que el suministro de petróleo y gas rusos ya no era fiable y había que dar más importancia a los países de Cercano Oriente, ricos en fuentes de energía.

Por eso, la UE no tiene ningún problema en mantener contacto con la monarquía saudita. "La Unión Europea está interesada en fortalecer su relación con Arabia Saudita en una serie de terrenos, no en último término, en el de la energía”, dijo el portavoz de la Comisión Europea, Peter Stano. Y agregó que eso vale para todos los Estados del Golfo Pérsico: "Es ventajoso para todas las partes”.

Por otra parte, la Comisión Europea insiste en que el asesinato de Kashoggi debe ser esclarecido. "Esperamos una investigación a fondo, esclarecimiento y responsabilidad en este caso. Eso se tematiza también regularmente”, dijo Stano. Afirmó, además, que se había emprendido un "diálogo de derechos humanos con Arabia Saudita”.

Críticas de Amnistía Internacional

A la secretaria general de Amnistía Internacional eso no le basta. "Estas visitas me parecen muy inquietantes”, dijo Agnes Callamard a la agencia France Presse (afp). "La visita de Bin Salmán a Francia y la de Joe Biden a Arabia Saudita no modifican en absoluto el que Bin Salmán no es otra cosa que un asesino”, afirmó.

Protesta por el asesinato del periodisa Jamal Kashoggi ante la embajada saudita en París, en octubre de 2018.
Protesta por el asesinato del periodisa Jamal Kashoggi ante la embajada saudita en París, en octubre de 2018.Imagen: imago/IP3press/A. Morissard

Antes de asumir su cargo en Amnistía Internacional, Callamard investigó por encargo de la ONU, como relatora para ejecuciones extrajudiciales, entre otros, el caso de Kashoggi. Y llegó a la conclusión de que el gobierno de Arabia Saudita es responsable del hecho. El príncipe Bin Salmán niega cualquier implicación y atribuye la responsabilidad a agentes del servicio secreto que obraron por cuenta propia.

En Arabia Saudita, donde según Amnistía Internacional no se tolera ninguna crítica u opinión divergente, hay por lo menos dos docenas de periodistas encarcelados. El conocido bloguero Raif Badawi fue puesto en libertad en marzo, tras largos años de prisión, pero no puede abandonar el país.

Intereses franceses

La visita de Bin Salmán a Francia no es casual. Los sauditas son grandes clientes de la industria armamentista gala y compran además plantas nucleares francesas. Casi 4.000 empresas francesas están presentes en ese país, que el presidente Macron visitó ya en 2021, al igual que el primer ministro británico, Boris Johnson.

Tal vez Bin Salmán visite en el futuro más países europeos y utilice con más frecuencia su residencia en el Chateau Louis XIV.

(ers/cp)