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El presidente eterno

DW WORLD2 de octubre de 2007

Editorialistas europeos coinciden al opinar que Vladimir Putin desea permanecer en el poder más allá de los plazos marcados por la Constitución rusa.

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El presidente ruso, Vladimir Putin.Imagen: AP
El Stuttgarter Zeitung, de Stuttgart, contempla peligros apera la democracia rusa en el anuncio hecho por el presidente Vladimir Putin: „La Constitución rusa no permite un tercer mandato para el presidente. Pero ahora el casi omnipotente mandatario de Putinlandia parece estar cerca de dejar sin vigencia a este principio. Su plan es de manufactura muy fina. Como candidato puntero de su partido, Putin podría ingresar a la Duma, desde la cual podría trabajar como presidente aún sin serlo. Actualmente, el puesto de primer ministro no cuenta con una fuerza extraordinaria, pero esto podría modificarse. Y si acaso faltase tiempo suficiente, podría incluso encontrar a otro presidente que voluntariamente se replegara a un segundo plano.”

Cambio de balance

El Times de Londres coincide plenamente: “La decisión de Putin traería como consecuencia un cambio en el balance de poder entre el presidente y el primer ministro en Rusia. Esto subraya la debilidad de la democracia rusa y también de la Constitución, que se ha doblegado una y otra vez ante la voluntad de Putin. Muchos rusos han visto con buenos ojos las ocurrencias del presidente en materia económica, pero también podrían tener buenas razones para lamentar la influencia del mandatario en un sistema democrático al cual aún le falta mucho por desarrollar.”

¡Putin se queda!

En cambio, el Moskowski Komsomolez comenta estos asuntos en todo casi festivo: “¡Putin se queda! Él ha demostraddo que no es indiferente a la evolución de la constelación política en Rusia. En los pasados meses, la mayoría de los actores políticos se mostraban convencidos de que Putin dejaría el poder el año que viene, y que emergería un nuevo rostro en la cima del país. De manera poco cautelosa, muchos habían incluso comenzado a presentarse como supuestos sucesores del presidente, en especial los vicepresidentes Sergej Iwanow y Dmitri Medwedew. No fueron los únicos. Ahora está claro que todas estas maniobras eran tan sólo una prueba política de Putin.”

Sombra totalitaria

La Repubblica, de Roma, ve en tales movimientos una sombra de tiempos totalitarios: “La niebla comienza a disiparse. A cada paso queda más claro que Vladimir Putin desea permanecer en el poder después de que termine su mandato. Si se presenta como candidato por el partido Rusia Unida, tal y como lo ha anunciado, esto traerá dos consecuencias. Por una parte, llegará a su fin la ola de especulaciones sobr el futuro político del mandatario. Por otra, la gran popularidad de Putin podría atraer a su partido dos terceras partes de los votos. Con ello se construiría un enorme partido de masas; un partido de Estado de ésos que ya conocimos el siglo pasado. Un orden totalitario. »

Todo depende

El Frankfurter Allgemeine Zeitung relfexiona sobre la legitimidad con la que Putin llegaría al parlamento de su país: “El emocionante misterio sobre si Putin buscará o no permanecer en el poder implica una pregunta de fondo: ¿puede existir el Kremlin sin este mandatario? La respuesta ya va incluida. No. Es mejor una Rusia incompleta sin Putin, que un nuevo presidente al cual se le contemple como una marioneta gobernada por manos invisibles. Sólo la Constitución parece estar en el camino del presidente ruso. La figura del primer ministro no es tan débil como muchos la prefieren ver, pero todo depende de quién sea el presidente. El solo anuncio de Putin en cuanto a que será candidato puntero del Kremlin cambia la realidad constitucional.”