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El rostro verde de la diplomacia

18 de agosto de 2002

El ministro de RR.EE. alemán, Joschka Fischer, se mantiene largo tiempo en la cúspide de la popularidad. Ahora interrumpió su campaña electoral, para visitar las zonas inundadas del país. Dagmar Engel lo entrevistó:

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Joschka Fischer, en plena campaña electoral.Imagen: AP

D.E.:"¿Qué espera la gente afectada por las inundaciones de un político verde que forma parte de la coalición gubernamental?"

Fischer: "La gente no espera gran cosa de un político verde sino, en primer lugar del gobierno. Espera que el gobierno haga todo lo posible para brindar ayuda en esta situación. Además, no sólo es una catástrofe que afecta a Sajonia, Sajonia-Anhalt y Brandeburgo, sino se trata de una catástrofe europea. Ahora es importante que la gente reciba ayuda y que los partidos no aprovechen la situación con fines electoralistas."

Siempre verde

D.E.: "Hasta la fecha, la política medioambiental no ha jugado un papel relevante en la campaña electoral. Ahora, las encuestas dicen que la mayoría de la población está a favor de que la protección del clima se convierta en un tema importante. ¿Cómo se prepara Usted para ello?"

Fischer: "...Para mí no hay ningún cambio. En todos los discursos electorales que pronuncié antes de ocurrir estas inundaciones, la política medioambiental, la responsabilidad ecológica, la protección del clima, la planificación a largo plazo, han tenido un papel central. Esos temas han constituido un tercio, a veces la mitad de mis discursos electorales, de modo que no tengo que modificar nada. Todo lo contrario: es muy simple. No podemos destruir el mundo de la generación venidera...Se trata de una tarea generacional y nosotros estamos luchando por ello. En muchas ocasiones nos vimos confrontados con una falta de comprensión... El ejemplo de la catástrofe nuclear de Chernóbil demostró que la política medioambiental de repente es de interés y luego deja de serlo, surgiendo incluso la pregunta: 'Para qué sirven los Verdes?' No estaría mal que triunfara el sentido común y que el grado de atención que se nos preste no variara tanto. Y por eso abogo."

Balance positivo

D.E.: "A escala internacional se considera que los alemanes nos preocupamos mucho por el medio ambiente, incluso se opina que estamos exagerando algo. ¿No es cierto?"

Fischer: "Sí, los resultados no son malos. Sobre todo en lo que se refiere al balance gubernamental, las energías renovables, las leyes..."

DE: "Sí, pero a nivel de la sociedad..."

Fischer: "Acabo de decir que los resultados no son malos. Primero hay que tomar las decisiones necesarias y luego hay que implementarlas. La población lo acepta bien. Por ejemplo, la creación de parques de energía eólica en los estados federados del Este de Alemania y la creación de empleo en el sector de la protección ambiental. También está el ejemplo de los grandes consorcios automovilísticos que se esfuerzan por reducir el consumo de gasolina. Allí existe una correlación entre ecología y economía..."

DE: "¿Por qué esto no se refleja en el voto del electorado?"

Fischer: "Tal vez se lo ponemos demasiado difícil nosotros mismos a los electores. Pero, repito, el problema principal consiste en que tenemos que poner en marcha nuestro sentido común. De eso se trata. Los resultados electorales son importantes, pero es mucho más importante aún que nuestra política tenga carácter de largo plazo y que logremos un consenso para ello".

Irak: Dimámica equivocada

D.E.: "Además de la política medioambiental, hay otro tema importante y algo desacostumbrado en la campaña electoral: la política exterior. El socio mayoritario de la coalición gubernamental, la socialdemocracia, descartó claramente una participación alemana en una posible guerra de Estados Unidos contra Irak. En ese caso, Alemania no enviaría soldados ni brindaría apoyo financiero. ¿Usted comparte esa posición?"

Fischer: "Nos preocupa la forma en que se están desarrollando los acontecimientos. Sobre todo porque el proceso apunta a un cambio de régimen... a expulsar a Sadam Hussein por la fuerza, mediante una guerra. Y eso no lo apoyamos, porque requeriría otro análisis de la situación, de la posible amenaza. Por lo que yo sé, y poseo los mismos datos que otros aliados internacionales, no hay novedades en la situación, en la amenaza que parte de Bagdad. Aparte de esto, persisten los riesgos regionales como en la India, Pakistán, Cachemira, el conflicto del Oriente Medio y Afganistán. El desarrollo de la situación en Paquistán, la cuestión del terrorismo internacional, la amenaza como tal no está superada. Es decir que el análisis es el mismo. Me pregunto si no se está imprimiendo a este caso una dinámica equivocada, con consecuencias que podrían ser peligrosas para Europa. Por esta razón rechazamos esos planes."

Aportes decisivos

D.E.:"La política exterior de los últimos cuatro años ha sido inesperadamente fuerte y estuvo relacionada también con un aspecto militar. ¿Ha sido ésta una política socialdemócrata-verde, una política verde o la política exterior de Joschka Fischer?"

Fischer: "Ha sido una política socialdemócrata-verde. Para hacerla una política verde, tuvimos que luchar mucho. Además es evidente que es la política que yo considero adecuada. También el canciller alemán la considera correcta. De lo contrario no la hubieramos seguido. Hablando de la guerra y la paz no hay ninguna decisión oportuna. El tema es demasiado serio. Lo ocurrido en los Balcanes demuestra que impedimos otra guerra civil sangrienta en Macedonia. Eso se logró con medios militares modestos y gracias a una gran hazaña diplomática, sobre todo de Javier Solana y Lord Robertson de la OTAN, que elaboraron el acuerdo de paz de Ohrid, apoyado por los Estados miembros de la Unión Europea y de la OTAN. Estoy orgulloso de ello. Si Occidente ya lo hubiera hecho en 1991/92, unos 250 mil bosnios aún estarían vivos y los pueblos balcánicos no hubieran tenido que sufrir tanto."

D.E.:"¿No es cierto que en política exterior siempre se observa cierta continuidad? ¿Tendremos una política exterior totalmente diferente si después de las elecciones hubiera un gobierno conservador?"

Fischer: "No lo sé. Por supuesto, la continuidad es un elemento importante, sin duda alguna... Si fuera de otra forma, sería grave. La cuestión es si realmente lo pueden hacer mejor. Y lo dudo. Cuando asumimos el poder, existía la gran promesa de que en el año 2000 Polonia ingresaría en la Unión Europea. Cuando llegamos al ministerio y abrimos los dossiers,.. estaban vacíos. Las negociaciones ni siquiera habían comenzado. Para el año 2004 está prevista la ampliación de la UE. Eso quiere decir que tenemos que reformar las instituciones. Se especuló mucho sobre una constitución europea. Pero quién ha dado los primeros pasos: el actual gobierno alemán... Brindamos un aporte decisivo a la diplomacia de Oriente Medio. Todos nuestros socios lo reconocen, también al otro lado del Atlántico. De hecho no fue una casualidad que la conferencia de Afganistán se celebrara cerca de Bonn. Y fue un éxito. Creo que hemos demostrado,... que hemos hecho aportes decisivos desde las estructuras europeas, enmarcados en la solidaridad europea y occidental. Y a mí personalmente me gustaría seguir asumiendo esa responsabilidad en nombre de mi país otros cuatro años".