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"El secuestro: una muerte suspendida"

José Ospina Valencia23 de septiembre de 2003

El secuestro es una industria abominable. Los criminales compran armas en los mismos países que pagan por la liberación de sus ciudadanos. DW-World habló con Liduine Zumpolle que propone una solución radical: no pago.

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Erica Castaño llora por sus familiares víctimas de la guerrilla colombiana.Imagen: AP

"Sí pensamos en fugarnos, pero no lo intentamos porque era una muerte segura. Lo único que nos sacaba de la pesadilla eran los libros, aunque no logramos terminar la Divina Comedia, pues estábamos viviendo un infierno peor. El secuestro es peor que un asesinato, porque en cautiverio uno agoniza durante todo el tiempo".

Carburante de la guerra

No se necesitarían más testimonios para comprometer a las autoridades gubernamentales del mundo en la lucha contra este crimen de lesa humanidad. Los relatores son dos sobrevivientes de un rescate llevado a cabo por fuerzas especializadas del Estado colombiano. El secuestro es una fuente de financiación y un importante carburante de los conflictos internos en Filipinas, Argelia y Colombia.

"Europa tiene que reconocer el problema"

La ONG Pax Christi Holanda, trabaja desde 1988 por la defensa de los derechos humanos en América Latina y lidera una campaña internacional contra el secuestro. El objetivo, según su directora, Liduine Zumpolle, es "abrir la discusión a todos los niveles afectados por este flagelo". ¿Cómo el secuestro y la extorsión fomentan las guerras internas? ¿Cual puede ser el papel de Europa y las multinacionales para combatir este flagelo? ¿Es viable la puesta en marcha de un código común de conducta? ¿Qué instancias jurídicas internacionales pueden juzgar este tipo de crimen? ¿Cuáles son los dilemas morales que aparecen a la hora de decidir sobre el pago o el no pago de un rescate? Estos son principales tópicos de la mayor campaña internacional que se haya emprendido contra el secuestro.

La organización de Liduine Zumpolle impulsa una opción que considera "la más viable y radical": no pago. Lo que suena tan fácil implica, en realidad, una fuerte lucha con múltiples tareas: buscar estrategias y medios de presión para que el secuestro pueda ser condenado por los tribunales internacionales, informar y sensibilizar a todos los países que contribuyen a esta industria criminal, crear una red de víctimas europeas y colombianas, extender la tarea de investigación al respecto y presentar los frutos recogidos en diferentes escenarios que quieren abrir espacio a esta discusión. Una pregunta es clave para Pax Christi en el caso de Colombia: ¿Por qué Europa y otros países alimentan, con el pago de secuestro y extorsión la violencia que desangra a ése país?

Campaña europea contra el secuestro

Pax Christi denuncia como "el secuestro y las prácticas extorsivas de los grupos armados ilegales" se han convertido en una industria que "alimenta el conflicto interno en Colombia". "Queremos subrayar cómo los europeos contribuímos a mantener esa guerra cada vez que nuestras empresas pagan un secuestro o una extorsión", cuestiona Zumpolle. La ONG, que lucha por la paz y los derechos humanos en todo el mundo, destaca el secuestro como "una violación del Derecho Internacional Humanitario" y plantea la posibilidad de "llevar a los autores de esos crímenes ante un posible Tribunal Internacional para Colombia o ante la Corte Penal Internacional".