Turismo y seguridad
27 de septiembre de 2011Más allá de las bellezas naturales, del atractivo histórico o cultural de un país, la seguridad es un factor clave para atraer a los turistas. Es así como la imagen internacional de Colombia, pericibido como un país sumido desde hace más de medio siglo en una guerra civil entre la guerrilla, el ejército, bandas paramilitares y los carteles de la droga, desvió los flujos del turismo internacional hacia otros destinos.
En el 2000, apenas 400 mil visitantes acudieron desde el extranjero a territorio colombiano. Sin embargo, el año pasado ya fueron más de dos millones. Juan Guillermo Pérez, director de la oficina de Proexport Colombia en Londres, atribuye este éxito a “la política de Seguridad Democrática, que tenía un gran apoyo del 85% en el pueblo. Entonces vimos que necesitabamos una nueva imagen de país. Había que enfrentar la imagen negativa de Colombia en el mundo, que es considerado un lugar peligroso para visitar.”
Cambio de imagen
Para ello, Colombia estudió atentamente las estrategias de países como Irlanda del Norte, Vietnam, Líbano y Croacia, que después de largos y sangrientos conflictos armados han enfrentado el desafío de abrirse al mundo y volver a atraer el turismo internnacional. Estos ejemplos “sirvieron de inspiración para estudiar a fondo las persepctivas de desarrollo del turismo en Colombia”, explica Juan Guillermo Pérez.
Fue así como se diseñó una campaña internacional bajo el lema ‘Colombia – el riesgo es que te quieras quedar', recuerda el representante de Proexport Colombia en Gran Bretaña y explica la clave del éxito: “Jugaron un papel muy importante los medios sociales. La gente que visitó el país empezó a escribir sus propios blogs, a compartir sus experiencias, y esto empezó a circular en los medios y los periodistas empezaron a tomar estas historias y a venir a Colombia.”
Redes Sociales
Los nuevos medios y las redes sociales son cada vez más importantes también para el turismo en Brasil, reconoce Marcelo Pedroso, el Director de Mercados Internacionales del Instituto Brasileño de Turismo, Embratur. “La rapidez con que circulan las noticias, los comentarios personales y las imagenes es, a la vez, un desafío y una ventaja.” Brasil será anfitrión del Mundial de Fútbol 2014 y dos años después se realizarán los Juegos Olímpicos en Rio de Janeiro.
Al respecto, muchos medios tradicionales han centrado gran parte de su información en el atraso en la construcción de estadios y de la infraestructura necesaria para recibir a cientos de miles de personas de todo el mundo. “Siempre en los países en vías de desarrollo y emergentes existe la duda de si son capaces de realizar estos acontecimientos internacionales”, indica Marcelo Pedroso, recordando la experiencia de la Copa del Mundo en Sudáfrica en 2010. Sin embargo, indica Pedroso, “Brasil ya ha demostrado que está en condiciones de organizar grandes eventos, como los Juegos Panamericanos en 2007 en Rio de Janeiro.”
También Brasil tiene un problema de seguridad pública. Imágenes de unidades especiales de las fuerzas armadas ocupando las favelas de Rio de Janeiro, en un esfuerzo por recuperar el control y desarticular las bandas organizadas, dieron la vuelta al mundo a comienzos de este año. Sin embargo, según Marcelo Pedroso, esta realidad no afecta al turismo. “En las encuestas que hacemos en los aeropuertos entre turistas que ya visitaron Brasil, la seguridad pública nunca aparece como problema de primer orden. El turista reclama por problemas de idioma, por problemas de infraestructura”, admite el director de Embratur.
Casi 5,2 millones de turistas extranjeros visitaron el país en 2010, siendo lor argentinos el grupo más importante entre ellos. Según cifras del Ministerio de Turismo, el rubro genera 7,2 millones de puestos de trabajo en Brasil, representando el 3% de PIB.
El turismo beneficia a toda la población
Colombia todavía está lejos de esas cifras, reconoce José Guillermo Pérez de Proexport Colombia. ”Pero más allá del impacto económico medimos el efecto que ha tenido el turismo en la imágen de país, en el intercamio de culturas, en la forma como también los colombianos han tenido acceso al resto del mundo, en la autoestima de los colombianos, en la sicología popular masiva de los colombianos después de tanto años de crisis.”
Y ese impacto es sumamente positivo, dice Pérez. De la construcción de carreteras y nuevos aeropuertos, de hoteles y centros comerciales, por ejemplo, no sólo se beneficia el visitante, sino el primer lugar la población colombiana, que percibe un aumento de su actividad económica.
Pero así como la mayoría de los turistas no llega a conocer la dura realidad de la vida en las favelas de Rio y Sao Paulo, también Colombia tiene otra cara, que el visitante generalmente no ve. “Es un país que todavía tiene inequidad y probreza, el conflicto no se ha acabado. Todavía hay una guerrilla armada, todavía hay problemas con el tráfico de drogas,” reconoce José Guillermo Pérez. “Hoy el conflicto está mucho más focalizado en ciertas regiones, donde está la industria de la droga, las plantaciones de la coca. Pero en términos de criminalidad, las ciudades colombianas son hoy muchos más seguras que las capitales del resto de la región, incluídas ciudades de EEUU.”
Al crecimiento del turismo, aun en tiempos de crisis y de temor frente al terrorismo internacional, contribuye también el propio viajero que, según el análisis de Juan Guillermo Pérez “hoy en día – desafortunadamente - es más pragmático: se da cuenta que hay conflictos en todas partes, hay revueltas en Londres por ejemplo. Los países que antes eran los más pacíficos del mundo también son víctimas del terrorismo. Por supuesto que la seguridad es importante, pero la gente sabe que riesgo hay en todas partes hoy en día, desafortunadamente.”
Autora: Mirjam Gehrke
Editor: Enrique López