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El valor de las especies

27 de julio de 2010

Si la selva desaparece, con ella desaparecen también las especies. Con consecuencias devastadoras, no sólo para la naturaleza, sino también para la economía.

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La mariposa más grande del mundo: la Reina Alejandra de Nueva Guinea.Imagen: Mark Pellegrini (Raul654)

La mariposa más grande del mundo, la llamada Reina Alejandra, puede verse revoloteando en Papúa Nueva Guinea. Con las alas extendidas, alcanza una longitud de 28 centímetros. No hay que confundirlas con las Aves del Paraíso, que con sus coloridas plumas son los pájaros emblemáticos de la isla-Estado. En el siguiente árbol podríamos encontrar a un canguro arborícola de manto dorado y, en el suelo, a una rana "Pinocho". La diversidad de especies en Papúa Nueva Guinea es única, pero se encuentra amenazada.

Aún hay selva virgen y la densidad de población todavía es escasa. Sin embargo, la población de Papúa Nueva Guinea crece. Con ello, aumenta también la presión sobre la selva y los animales. La superficie selvática retrocede, sobre todo, por su transformación en terrenos de cultivo y plantaciones, a través de un uso creciente del suelo y de la tala selectiva de la madera noble. Numerosas especies animales de Papúa Nueva Guinea se encuentran ya amenazadas porque, a menudo, se encuentran localizadas exclusivamente en espacios muy reducidos. Si su hábitat desaparece no pueden escapar a ningún otro lugar y, en el peor de los casos, se extinguen.

Paradisvogel
Ejemplar de Ave del Paraíso.Imagen: Andrea Lawardi

130 especies diarias

Los proyectos con la población indígena que buscan separar el bosque explotable de las superficies que no se deben tocar ayudan a la creación de reservas. Se trata de medidas necesarias de forma urgente: de los dos millones de especies de fauna y flora de las que se tiene constancia científica, 130 se extinguen diariamente según las estimaciones de la Organización de Naciones Unidas (ONU). "Eso supone un ritmo entre 100 y 1.000 veces más rápido que el proceso evolutivo natural de la extinción y el surgimiento de nuevas especies", explica Andrea Cederquist, experta en biodiversidad de la organización ecologista Greenpeace. La biodiversidad, es decir, la diversidad genética de la vida sobre la tierra, se reduce. Nadie sabe a ciencia cierta cuántas especies desaparecen diariamente sólo en Papúa Nueva Guinea. Tampoco cuáles son las consecuencias de este proceso. "El cambio climático y la desaparición de especies son fenómenos relacionados que conllevan una serie de efectos que nadie puede valorar", explica Cederquist.

Ameise
¿Y si se extinguen las hormigas?Imagen: AP

Los investigadores están de acuerdo: las repercusiones del cambio climático y la extinción de especies son imprevisibles. No se trata de si una especie como el Ave del Paraíso o un pez de los arrecifes desaparece en Papúa Nueva Guinea. La cuestión es discernir de qué manera se establecen relaciones importantes para la vida entre los diversos organismos y con qué rapidez la desaparición de uno de sus miembros puede colapsar el sistema en su conjunto.

El investigador especialista en hormigas Bert Hölldobler elaboró en una ocasión una hipótesis al respecto. La conclusión: si las hormigas se extinguieran, por ejemplo, debido a una epidemia, se produciría una catástrofe medioambiental de efectos devastadores. La mayoría de los bosques morirían. Primero, las plantas. Después, los animales herbívoros. La desaparición de especies se aceleraría velozmente y los ecosistemas terrestres se derrumbarían.

Lo mismo vale para los arrecifes. Si el aumento de la temperatura del agua provoca la muerte de los corales, todo el ecosistema podría colapsar rápidamente. "Todo eso se sabe", afirma la experta de Greenpeace Andrea Cederquist, "pero no se hace nada al respecto".

Costes gigantescos

Local Yali Tribeman Baliem Valley - Papua
Bosque explotable y bosque protegido para los habitantes de Papúa Nueva Guinea.Imagen: CC / 710928003

Quizás se redoblen los esfuerzos en la protección de la diversidad de especies si se logra concitar la atención alrededor de los perjuicios económicos que provoca la destrucción global del medio ambiente y la pérdida de biodiversidad asociada a ello. Entre 2 y 4,5 billones de dólares anuales, según un estudio publicado en julio de 2010 bajo el título "Los aspectos económicos de los ecosistemas y la biodiversidad". Un estudio elaborado por el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEP, por las siglas en inglés), en colaboración con la consultora PricewaterhouseCoopers (PwC).

Entre otras cuestiones, el estudio constata el rendimiento económico de los insectos: sólo con la polinización de las plantas en todo el mundo contribuyen anualmente en alrededor de 190.000 millones de dólares a la producción agrícola.

La conservación de la diversidad ecológica en Papúa Nueva Guinea contribuye también, pues, al desarrollo económico del planeta.

Autor: Oliver Samson
Redacción: Emili Vinagre