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El éxodo de los kurdos

Birgit Svensson (CP/ PK)11 de febrero de 2016

En los territorios kurdos del norte de Irak la gente está huyendo por temor a Dáesh y por la crisis económica. Muchos kurdos iraquíes piensan ahora en regresar a Europa. Birgit Svensson informa desde Erbil.

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Imagen: Getty Images/S. Platt

La región kurda de Irak está golpeada por la crisis económica. Los comerciantes de la ciudad de Erbil la viven en carne propia. “Ya casi nadie tiene dinero para comprar nada”, cuentan algunos. Algunas tiendas ya tuvieron que cerrar, y los propietarios están en quiebra o abandonaron el lugar.

Según estimaciones, en los últimos seis meses cerca de 35.000 kurdos se fueron de Irak en dirección a Europa, una tendencia que aún continúa. Hasta el alcalde mayor de Erbil, Nihad Latif Qoja, regresa a Bonn, Alemania, luego de 10 años en el cargo.

Después del fin de la segunda guerra de Irak, miles de kurdos regresaron del exilio europeo a su tierra. En Alemania vivían unos 500.000 de kurdos iraquíes en la diáspora. Los que querían volver a Irak recibían dinero y un pasaje de avión a Erbil. Pero muchos de los que retornaron se arrepienten ahora de ello y tratan de volver a poner pie en Europa. La emisora kurda de televisión KNN informó la semana pasada acerca del hundimiento de un barco con refugiados de Kurdistán en el Mar Egeo. Treinta personas murieron, todas ellas de Suleimaniya, la segunda mayor ciudad de los territorios kurdos.

Bazar en la ciudad de Erbil.
Bazar en la ciudad de Erbil.Imagen: DW/B. Svensson

Protestas contra la corrupción

Suleimaniya es considerada como una de las ciudades más seguras de Irak. Está a cerca de 200 kilómetros de la zona de influencia de Dáesh, la organización terrorista autodenominada Estado Islámico (EI). Es el centro de la cultura y la educación en Kurdistán y tiene 1.600.000 habitantes. Sobre todo los jóvenes sufren de la falta de empleo y de perspectivas de futuro.

Cuando salieron a la calle durante la primavera árabe, en 2011, para manifestarse contra la corrupción del gobierno regional kurdo y para exigir más democracia y un sistema parlamentario, fueron brutalmente reprimidos. Cinco personas murieron. El entonces presidente kurdo, Masoud Barzani, responsabilizó al partido opositor Goran, surgido en Suleimaniya. Echó sin más a los miembros de su gobierno, prohibió al presidente del Parlamento ingresar a Erbil y congeló todas las actividades de los diputados.

Protestas en Sulemaniya.
Protestas en Sulemaniya.Imagen: picture-alliance/AA/F. Ferec

"Los kurdos nunca salieron de las estructuras arcaicas"

El período en el cargo de Barzani llegó a su fin el último verano boreal. En realidad, los representantes del pueblo deberían elegir ahora a un nuevo presidente, según la Constitución. Pero eso no sucede. Los que se declaran precursores del desarrollo democrático en los territorios kurdos de Irak están, en realidad, haciéndolos retroceder a estructuras autoritarias arcaicas. A eso se suma la crisis económica. Desde hace cinco meses ya no se pagan los sueldos de los empleados estatales, que conforman más del 70 por ciento en las tres provincias de Erbil, Dohuk y Suleimaniya. La consecuencia de eso se ve en los restaurantes, hoteles y tiendas vacías. Además, se producen cortes de luz casi todos los días. Las empresas petroleras extranjeras se fueron de la región porque ya no se les paga. Las grandes diferencias entre el gobierno regional kurdo y el gobierno central, en Bagdad, hizo que se congelaran las transferencias de dinero. Pero el gobierno kurdo no puede financiarse sin ayuda. Además, la lucha contra el EI y al aprovisionamiento de miles de refugiados son una carga más para el presupuesto.

“Los kurdos no están cayendo de vuelta en estructuras arcaicas. Nunca salieron de ellas”, explica Koshave Farag, docente de Politología de la Universidad de Suleimaniya, que regresó hace seis meses desde Kurdistán a Stuttgart. “Ayudamos con toda nuestra energía a reconstruir nuestra región y modernizar nuestra sociedad”, dice, en tono pesimista. Su esposa y sus tres hijas asienten. Ahora, Farag piensa en un posible retorno a Alemania.