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Elecciones en Costa Rica: fría jornada electoral

6 de abril de 2014

Costa Rica celebró una ronda electoral marcada por el desánimo, ante anticipada victoria del candidato opositor Luis Guillermo Solís, después de que el aspirante del oficialismo, Johnny Araya, se retirara de la campaña.

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Imagen: picture-alliance/AP Photo

Tras la apertura de las 6.515 juntas receptoras de votos, una floja afluencia de votantes se fue acercando a las mesas, en medio de una gélida mañana. La respuesta un tanto apática del electorado, en una contienda con un inminente ganador, el opositor Solís, del Partido Acción Ciudadana (PAC), ante la actitud pasiva de su rival Araya, del socialdemócrata Partido Liberación Nacional (PLN), provocó que muchas personas no se sintieran estimuladas para acudir a las urnas.

"Ya hay un ganador desde hace un mes, cuando se retiró Araya", dijo un vendedor de lotería. Estremecida por la salida de su líder de la contienda, la cúpula de "hueso duro" del PLN se planteó la tarea de no dejar huérfanos a sus seguidores y lanzó una cruzada, sin medios ni esperanzas, convocando a la militancia a no morir con los brazos cruzados.

Al iniciar las votaciones pudieron observarse varios puestos del gobernante PLN con sus activistas solos, mientras al frente los militantes del PAC, ataviados con sus banderas y signos externos, festejaban un triunfo que ya sienten alcanzado desde hace un mes, cuando Araya anunció su alejamiento de la campaña ante la falta de apoyo revelada por las encuestas.

Presidenta Chinchilla “preocupada” por abstencionismo

No obstante, el mismo Araya apareció ante la prensa este domingo haciendo llamados al voto, ante lo que parece sería una jornada de comicios dominada por un alto abstencionismo. La presidenta Laura Chinchilla se mostró preocupada, antes de emitir el voto, por la frialdad con que transcurría la votación. "Me duele, no hay ninguna justificación para no votar", dijo.

También Solís, desde comienzos de la semana, hacía insistentes llamados a llenar su fórmula para lograr un millón de votos, casi 350.000 más de los que logró en la primera ronda, donde no pudo proclamarse presidente al alcanzar el 30,8 por ciento de los sufragios, cuando en el país se necesita un mínimo de 40 por ciento para proclamar mandatario en la primera fase.

Poco después del mediodía de este domingo la afluencia de votantes pareció aumentar progresivamente, aunque la dirigencia de ambos partidos no parecía muy convencida de que al final el abstencionismo no sea la "nota negra" de la jornada. Solís, a quien de antemano se da como el vencedor, es un académico e historiador de 56 años. Es un disidente del PLN, del que fue incluso su secretario general en el pasado, pero del que se marchó hace una década por considerar que la cúpula de esa agrupación había perdido el "alma" y el rumbo, y empezó a ser carcomida por la "corrupción".

El virtual presidente electo prometió hacer un gobierno de transparencia y lanzar una especie de revolución ética en el manejo de la administración pública.

JOV (dpa, Reuters)