Elecciones en EE.UU: ¿quién vota a quién?
6 de noviembre de 2016Mujeres
Desde el principio de la campaña electoral, las mujeres han sido un problema para Trump. Entre sus votantes potenciales, las encuestas señalan a las mujeres muy por detrás de los hombres. Él mismo se lo ha buscado, ofendiéndolas en entrevistas y en Twitter, llamándolas "gordas” y "feas” o aludiendo a la menstruación de una periodista. Un video en el que Trump relata cómo las aborda en la intimidad hizo el resto. Incluso para las más fieles votantes republicanas, Trump ya no es una opción electoral. Además de eso, los temas políticos que atañen directamente a las mujeres no se tocaron durante la campaña. Al contrario que la de Clinton, quien abordó cuestiones como justicia salarial, aborto o conciliación familiar y laboral. Por su parte, los votantes hombres se decantan por Trump.
Blancos de clase baja
El grupo principal de votantes de Trump está formado por hombres blancos de escasa formación, un sector muy afectado por la destrucción de empleo en la rama industrial. De ahí que el eslogan de Trump "Make America Great Again” cobre un significado especial para ellos. La promesa de Trump de devolver a EE.UU. trabajos que se hacen en China encaja a la perfección con las aspiraciones de este grupo, así como sus palabras contra el libre comercio y la inmigración. Para sus votantes, Trump encarna el antipolítico, alguien que dice lo que piensa sin reparar en la corrección política. Hillary Clinton es considerada por ellos la representante del odiado establishment de Washington.
Afroamericanos
Los afroamericanos votan tradicionalmente a los demócratas. También Hillary Clinton puede contar con su apoyo en esta ocasión. La cuestión es hasta qué punto será capaz la candidata demócrata de movilizar el voto afroamericano para convencerlo de acudir a las urnas. En 2012, un notable 66 por ciento de este grupo apoyó al primer presidente negro de la historia del país, Barack Obama. Clinton no recabará tantos votos.
Las declaraciones racistas de Trump no lo sitúan bien en este grupo. Según una encuesta de NBC publicada en julio, solo un 6 por ciento de los votantes negros lo apoyará. En un estado como Ohio, el 100 por cien de los afroamericanos encuestados se declaró partidario de Hillary Clinton.
Hispanos
No hay grupo de población en Estados Unidos que crezca tan rápidamente como los ciudadanos con raíces latinoamericanas. Hace cuatro años, la mayoría de ellos votó por Obama. Las desafortunadas declaraciones de Trump sobre los mexicanos y su anunciado plan de erigir un muro en la frontera con México pone en bandeja el voto hispano en las manos de Clinton. Ahora está la habilidad de la candidata demócrata para movilizar a este electorado. En 2012, solo el 48 por ciento acudió a las urnas.
Cristianos protestantes
Normalmente esta afirmación es tan segura como el "amén” en la iglesia: los cristianos protestantes votan a los republicanos. Pero, en esta ocasión, no hay tanta certeza al respecto. Trump podría haber calculado mal la repercusión de sus excesos dialécticos en este fiel grupo de votantes. Eso no significa que los cristianos conservadores se inclinen automáticamente hacia Clinton, pues ella es como el agua bendita para el diablo entre muchos de ellos. Lo más probable es que muchos protestantes se queden en su casa el día de las elecciones o que al final acaben apoyando a Trump.
Milenials
Los estadounidenses nacidos entre 1980 y 1990 fueron el núcleo principal de votantes demócratas en 2008 y 2012. También podrían ser decisivos el próximo 8 de noviembre. Las encuestas revelan que la mayoría de ellos se decanta por Hillary Clinton. No es que la exsecretaria de Estado sea muy querida. Antes de salir nominada, los jóvenes demócratas prefirieron dar su apoyo al otro aspirante demócrata, Bernie Sanders. Pero Clinton es el mal menor ante la posibilidad de que Trump resulte elegido. Una reciente encuesta de la Universidad de Taft reveló que el 40 por ciento de sus votantes confesaron no estar convencidos del todo de su apoyo a Hillary. Aquí vuelve a depender de su capacidad para movilizar el voto joven.
Autor: Christoph Ricking