Agricultura social
16 de enero de 2018Jiya Lal, de la aldea de Titarpur, situada en el estado indio de Uttarakhand, parece contento. Durante los últimos cuatro meses, el agricultor ha logrado una remuneración razonable por su cosecha de tomates vendiéndola directamente en el mercado dominical local de la capital del estado, Dehradun.
"Es una gran satisfacción poder decidir el precio de tus productos tras meses de dura faena”, dice Jiya Lal a DW. "Me siento capacitado y tengo más confianza en mi trabajo”.
Al igual que Lal, Kalyan Singh, otro agricultor a pequeña escala de la aldea vecina de Mindal, está entusiasmado por el dinero que ha ganado de una abundante cosecha de cilantro.
"Nos ha llevado meses pero hemos logrado eliminar a los intermediarios de la cadena de suministro”, afirma Singh. "Los consumidores tratan directamente con nosotros, y eso es lo que queremos”. En los próximos meses espera cultivar legumbres y otras especias.
El poder del lápiz
El éxito y la relativa prosperidad de estos pequeños agricultores se debe en gran parte a los esfuerzos de Evolve, una organización sin ánimo de lucro que ha ayudado a crear un ecosistema sostenible en la región a través de la venta de productos y servicios respetuosos con el medio ambiente.
Evolve se creó hace apenas un año cuando sus fundadoras veinteañeras, Nupur Agarwal y Abhinav Ahluwalia, decidieron intentar hacer algo contra la inseguridad financiera a la que se enfrenta la comunidad agrícola en Pauli Bhud, un pueblo de Dehradun.
Empezaron con talleres sobre cómo cosechar legumbres y otros cultivos. También enseñaron a los lugareños a fabricar lápices y papel para notas con semillas de plantas, tras constatar las posibilidades de mercado de estos productos. Una vez usados, estos objetos se pueden plantar fácilmente.
"A través de Evolve, estamos tratando de proporcionar beneficios socioeconómicos a las personas que viven en zonas rurales de la India, y de difundir una conciencia y cultura medioambiental entre las personas que viven en la India urbana”, explica Agarwal.
Para ello, la joven renunció a una carrera lucrativa como directora de operaciones de un centro de juegos de azar y, al igual que su socia, utilizó sus ahorros para hacer posible el proyecto. "Nos llevó seis meses encontrar una fórmula viable”, aclara. Para ello, acordaron "capacitar a la población rural y mejorar su nivel de inclusión financiera”.
Ganar dinero para prevenir suicidios
Según datos gubernamentales, casi el 70 por ciento de los 90 millones de hogares agrícolas de la India gastan más de lo que ganan al mes.
Este desequilibrio ha llevado a muchas personas a solicitar préstamos que no pueden pagar, lo que a su vez ha dado lugar a tasas de suicidio extremadamente altas. También ha llevado a muchos a trasladarse del campo a la ciudad y a aceptar empleos de baja calidad.
Ahluwalia predijo cómo esta migración masiva afectaría al suministro de alimentos y al ecosistema de la India. "Esto me preocupaba y decidimos crear un ecosistema sostenible e inteligente tanto para la India rural como urbana”, explica a DW.
Desde que iniciaron su aventura han logrado establecer una red de más de 250 agricultores en la región que ahora cultivan y venden una selección de legumbres, frutos secos, especias y flores, en lugar de arroz y cereales como antes.
Los buenos resultados han impulsado al equipo de Evolve a lanzar otra iniciativa llamada Kisan Window, que significa 'Oportunidades para los Agricultores'.
La idea, cuenta Agarwal, "es ayudar a los agricultores proporcionándoles el conocimiento técnico necesario para garantizar el uso sostenible de los recursos y la producción de bienes de calidad”.
Ahora pueden vender esos bienes en un mercado semanal local, donde tienen contacto directo con el cliente y, por lo tanto, tienen libertad para pedir un precio justo por sus productos cultivados con gran esfuerzo. Para Jiya Lal, éste ha sido un cambio fundamental.
"Los campesinos del país han sufrido durante mucho tiempo por no obtener un precio justo por sus productos”, critica.
Sembrando las semillas para el futuro
Cuando se trata de otros productos, como los lápices con semillas de plantas, las tarjetas de felicitación y el papel, Evolve se asegura de que se vendan por un precio justo, pagando a los agricultores por los productos y compartiendo las ganancias. En poco más de un año, han vendido lápices que se pueden plantar con un valor de 26.000 euros (31.000 dólares) en la India, Estados Unidos y Alemania.
El hecho de que las cosas vayan tan bien ha animado a las emprendedoras a ampliar su ambicioso proyecto.
"Durante los próximos tres años, esperamos crear 60 centros sostenibles en toda la India, produciendo más de 60 productos orgánicos y sostenibles trabajando con 60 destinos rurales y 60 mercados agrícolas”, explica Agarwal.
Para Jiya Lal, Kalyan Singh y muchos otros campesinos rurales, esta no sólo es una oportunidad para ganarse la vida, sino también para cultivar alimentos con dignidad.