En Hamburgo se vende seguridad contra la piratería
25 de octubre de 2010Cuando se trata del comercio marítimo global, no se puede evitar el paso por el Golfo de Adén, ubicado entre los estados de Somalia y Yemen. Sobre sus aguas transita una parte significativa de la riqueza mundial, incluido el 11% del petróleo que se mueve por vía marítima.
Cada año por allí transitan 25.000 buques, los cuales constituyen tentadores blancos para grupos somalíes fuertemente armados, quienes sostienen que la sobre pesca llevada a cabo por naves extranjeras les despojó de su modo de vida.
La Oficina Marítima Internacional (IMB por sus siglas en inglés), adscrita a la Cámara Internacional de Comercio (ICC), advirtió este año que los ataques contra los buques mercantes están en aumento. Oficiales de defensa europeos han dicho que en este momento los piratas somalíes retienen 20 buques y sus más de 400 tripulantes a la espera del pago de rescates, en el llamado Cuerno de África.
Más ataques, mayor atención
Con la creciente atención de los medios de comunicación y el precio disparado de las primas de las empresas aseguradoras, cada vez más compañías marítimas buscan protección en agencias de seguridad privada, como International Bodyguard Security Agency (IBS), fundada por el ex marino alemán Horst Ruetten.
Desde su oficina en la ciudad portuaria de Hamburgo, Ruetten asegura que "ofrecemos de todo, desde evaluación de riesgos, asesoramiento sobre equipo y sábanas antibalas, hasta entrenamiento".
El empresario también envía equipos de entre cinco a siete hombres para resguardar personalmente los barcos, armados con armas "letales" o "no letales", a gusto del cliente. Este producto particular cuesta varios miles de euros al día.
Operación Atlanta
En la costa de Somalia, la llamada Operación Atlanta, llevada a cabo por las fuerzas navales de la Unión Europea, ocasionalmente aparece en los medios de comunicación cuando recupera barcos secuestrados y arresta piratas. Sin embargo, Juergen Strohsal, de la empresa aseguradora de carga Teutonia, establecida en Hamburgo, sostiene que la voluntad política detrás de esa intervención es muy débil.
"Hay apoyo, pero insuficiente. No hay resultados. Si capturan a algunos piratas, nadie en realidad los castiga y luego regresan con fuerza. Creo que los políticos deben hacer más, en especial en este país", dijo a Deutsche Welle.
Ruetten coincidió con él y además señaló que la misión oficial de la Operación Atlanta es la protección de barcos del Programa Mundial para la Alimentación. De manera que no se supone que sea una policía naval en el Golfo y generalmente sólo interviene ya cuando un secuestro ya sucedió.
"En las conferencias contra la piratería, muchos de los voceros de Atlanta le han dicho a las empresas navieras que no pueden estar en todos los sitios al mismo tiempo y que ellas mismas deben hacer algo", dijo el especialista en seguridad.
Dudosa eficacia
Una encuesta reciente realizada entre 110 empresas navieras alemanas llevada a cabo por la empresa PWC (antes PriceWaterhouseCooopers) reveló que 12 de ellas utilizan seguridad privada.
Max Johns, vocero de la Asociación Alemana de Dueños de Barcos (VDR) dijo que a las empresas navieras se les aconseja precisamente no recurrir a esos escoltas armados: "De acuerdo a la ley, sólo el personal militar puede actuar contra los piratas. Además, no conocemos estos equipos de seguridad privada, no sabemos qué tan buenos son o si se puede confiar en ellos".
El temor es que si un agente de seguridad llegara a matar a un inocente pescador somalí, ello causaría un perjudicial dolor de cabeza legal a la industria naviera. Johns además cuestiona la efectividad de los mercenarios.
"No han demostrado ser exitosos, se han dado casos en que piratas han abordado barcos en los que estos equipos de seguridad se encontraban y no fueron de ninguna ayuda. No hicieron ninguna diferencia, saltaron por la borda, pues no querían ser capturados por los piratas".
Johns espera de que pronto los buques mercantes tengan personal militar de la Unión Europea a bordo, pero mientras tanto Ruetten y su equipo de profesionales continuará lucrando con los problemas del Golfo de Adén.
Autor: Ben Knight / Vinicio Chacón
Editora: Emilia Rojas