"Pseudo-democracia rusa"
15 de diciembre de 2011
Deutsche Welle: Señor Schulz, usted es vicepresidente de la Comisión Parlamentaria de Cooperación UE-Rusia. ¿Será la Duma un tema en la agenda de la próxima cumbre UE-Rusia del 15 de diciembre en Bruselas?
Werner Schulz: Ese debe ser un tema a tratar de manera explícita por el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, y por el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, ante Dimitri Medvédev. El presidente ruso prometió que se iba a verificar si se produjeron irregularidades, incongruencias o transgresiones durante los comicios legislativos del 4 de diciembre en la Duma. Eso no toma mucho tiempo. Es posible basarse en el informe de la Oficina para las Instituciones Democráticas y Derechos Humanos (ODIHR por sus siglas en inglés), es decir, en la misión de observadores de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE). Asimismo, es posible contar con los resultados de GOLOS, la ONG rusa que también ha supervisado y monitoreado las elecciones. Se puede partir con toda seguridad de que la mayoría absoluta, una mayoría de por sí muy escasa, obtenida por el partido Rusia Unida no es correcta. Por lo tanto, se debe llamar nuevamente a elecciones. Por lo demás, el Estado ruso hace eso mismo en Osetia del Sur, cuyas últimos resultados electorales no los satisficieron. Allí se ha llamado otra vez a las urnas por otros motivos.
¿Qué se debe hacer para que, de haber nuevas elecciones, se pueda decir que se trató de elecciones limpias?
En realidad, solo puedo repetir y subrayar lo que dijo Mijaíl Gorbatschov. Esa es, según mi opinión, una voz rusa auténtica y muy competente. Él exigió que se anularan los comicios y que hubiera una nueva elección. Al mismo tiempo, hay que reconocer que el presidente de mesa, Vladimir Tschurow, ya no goza de ninguna confianza y debería dimitir. Debería permitirse que se presentaran partidos que no se hayan registrado con anterioridad a los comicios en la Duma, entre ellos, el Partido Popular por la Libertad (PARNAS), una alianza de los representantes más importantes de la oposición. Así se realizarían unas elecciones verdaderamente genuinas. Quienes participaron en las manifestaciones gritaban: “¡No queremos una revolución, queremos elecciones honestas!” De eso se trata. En las pancartas que se vieron en Moscú el pasado fin de semana se podía leer: “Diputados, nosotros no los votamos. Los votos fueron manipulados”. Eso quiere decir que este Parlamento no está legitimado por el soberano. Ya hace tiempo que no es una democracia soberana.
¿Hay otros temas actuales en las relaciones UE-Rusia?
Los comicios parlamentarios son las que anteceden a los presidenciales. También allí se juega, en definitiva, la cuestión del poder, es decir, quién será el próximo en gobernar a Rusia y cómo será gobernada Rusia. ¿Será un Estado democrático o seguirá siendo una autocracia? Otro tema es el ingreso de Rusia a la Organización Mundial del Comercio (OMC). A ese respecto, se ha logrado progresar en los últimos años y meses, y ya nada lo impide. Un asunto difícil es, por ejemplo, el caso Magnizki –el de un abogado que ha sido encarcelado siendo totalmente inocente y murió debido a los golpes recibidos en prisión. También eso se tiene en cuenta para la resolución. Una y otra vez tenemos que reprobar a Rusia por violaciones de los derechos humanos. Pero todo eso tiene que ver con que en ese país hay una pseudodemocracia dirigida. Estas pseudoelecciones son, por tanto, la gota que colma el vaso.
¿Qué sucede con un posible tránsito sin necesidad de visado entre la Unión Europea y Rusia?
También esa es una cuestión que se daría espontáneamente si se tiene la impresión de que Rusia va por buen camino en lo que respecta a su desarrollo político y democrático. La Unión Europea ha ido al encuentro de todos los países que –en el marco de la primavera árabe- se están convirtiendo en Estados democráticos. En ese sentido, vale el principio del “más por más”, que promueve la UE. Tan pronto como se perfilen avances en ese sentido, estamos dispuestos a apoyarlos y a impulsar otros pasos hacia adelante. La cuestión del visado depende, naturalmente, de la totalidad del contexto político.
¿Se tratarán también cuestiones económicas durante la cumbre de la Unión Europea y Rusia?
Nuestras economías dependen fuertemente la una de la otra. Y eso les quedó claro a las autoridades y a los empresarios rusos. En los últimos años se ha producido en Rusia una gran fuga de capitales. Muchos compraron euros o sacaron dinero del país. Eso nos afecta directamente. Lo esencial será que la UE informe acerca de las resoluciones tomadas durante la cumbre, sobre cómo se implementarán las medidas y cómo se ampliará el paquete de rescate, sobre todo, cómo se avanzará en ese sentido. Todas esas medidas estabilizadoras que han sido resueltas ahora por la UE serán interesantes para Rusia. Por supuesto que Rusia también puede participar del mecanismo de estabilización, por lo tanto, el capital ruso también es importante.
Entrevista: Mijail Bushuev / CP
Editor: Pablo Kummetz