Entierran últimos rastros de la antigua "Cortina de Hierro"

El ministro alemán del Interior, Wolfgang Schäuble, lo calificó como “una fortuna para Alemania” y “un acontecimiento de importancia histórica”. Se trata, dijo, de “una señal significativa para los pueblos que nunca más vivirán detrás de una Cortina de Hierro”.

Y es que no se trataba de un anuncio más. Tras la reunión de ministros del Interior de la Unión Europea, celebrada este jueves en Bruselas, los funcionarios anunciaron que a partir del 21 de diciembre no habrá más controles fronterizos terrestres entre Estonia, Letonia, Lituania, Polonia, la República Checa, Eslovaquia, Hungría, Eslovenia y Malta, y la región de libre tránsito europea conocida como “Espacio Schengen”.

Ya no hay “Cortina de Hierro”

En primera instancia, el anuncio se ubica en un ámbito estrictamente actual y regional. Sin embargo, la ampliación del libre tránsito en la Unión Europea tiene repercusiones múltiples desde la perspectiva histórica, política y social.

Las fronteras que se abrirán no son demarcaciones cualquiera. El hecho de que se concrete el libre tránsito entre Alemania y lo que hoy es la República Checa, por ejemplo, implica un cambio fundamental en una zona que durante décadas fue fuertemente custodiada por soldados, tanques y fusiles.

Era parte efectivamente de la llamada « Cortina de Hierro », que dividía a Europa y al mundo en dos esferas de influencia: la soviética y la estadounidense.

Cruzar aquella frontera, y otras más de las que serán liberadas de controles en diciembre, podía costar la vida y causar conflictos internacionales, en una época en la cual el fantasma de la guerra nuclear era onmipresente.

Es por ello que el Comisario Europeo del Interior, Franco Frattinni, también empleó la palabra “histórico” para calificar al encuentro de los ministros y, sobre todo, la medida que del encuentro surgió.

Libertad de tránsito, meta europea

Ésta también implica un paso importante dentro de la Unión Europea, uno de cuyos ideales consiste en convertirse en un espacio con libre tránsito de bienes, servicios y personas. Así, la consecución de esta fase en el proceso de integración es sin duda una señal de que el bloque comunitario también es capaz de lograr acuerdos políticos y cambiar realidades concretas.

El reto de la inmigración ilegal

Pero, como se ha visto en otros procesos, la caída de los controles también implica retos desde la perspectiva social. Aunque las revisiones de pasaporte y las largas filas en las fronteras pasarán a ser parte del recuerdo, prevalecerá la disparidad entre la situación del próspero occidente europeo y la precariedad de algunas naciones de Europa oriental.

En ninguna otra parte es más claro esto que en un «vértice de tres países », en el cual confluyen Alemania, la República Checa y Polonia. Por ello, existe preocupación en algunos sectores, que ven en la apertura de fronteras un incentivo para la inmigración ilegal.

Fronteras humanas

Finalmente, la caída de los controles fronterizos tiene otra implicación social que fue abordada por el ministro del Interior de Eslovenia, Dragutin Mate. Para él, el libre tránsito es un paso muy importante desde el punto de vista humano. “Por fin, los ciudadanos de los países en los cuales ya no habrá controles pueden sentirse por completo europeos. », dijo el funcionario en Bruselas.

Hasta el momento son 13 países de la Unión Europea –más Noruega e Islandia- los que conforman el « espacio de Schengen », que comenzó a operar formalmente el 26 de marzo de 1995. La ampliación hacia el Este será celebrada en una ceremonia a la cual asistirá la canciller Angela Merkel, así como los jefes de Estado de las naciones que se integran al libre tránsito continental.

Éste será total hasta finales de marzo de 2008, cuando también sean levantados los controles aéreos entre los 22 países involucrados en esta fase de integración.